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Narra Ana:
Miré a Alejandra, parecía como si hubiese muerto por un momento para luego revivir. Sus pechos subían y bajaba, tapados por el sostén. Y respiraba con dificultad. Sonreí para mis adentros y seguí con lo que estaba haciendo.
La verdad nunca le había hecho esa clase de cosas a una chica, simplemente lo aprendí porque había leído mucho sobre eso, además teniendo una hermana como Sofia, no era difícil volverme una experta en el asunto sin siquiera practicarlo.
Lo extraño era que nunca pensé que con Alejandra se me iban a despertar las ganas de hacer este tipo de cosas, estaba un poco confundida acerca de esto. Lo único que sabía, era que me gustaba.
-Creo... creo que es mejor que pares porque... me harás tener... otro... - Alejandra respiraba pesado.
La miré, y deje de seguir mimando su intimidad.
-No estaría mal que tuvieras otro. Susurre.
Subí por su abdomen dejando una línea de besos hasta que llegué a su cuello, deslice mis manos por su espalda y desabroche su sujetador, tirándolo lejos de nosotras.
Dirigí mis labios a su cuello y comencé a besarla ahí.
-Te ha gustado?-Susurre en su oído.
-Sabes que sí. -Dijo nerviosa.
Amaba cuando se ponía nerviosa. Llevábamos mucho tiempo de conocernos, y todavía le causaba ese nerviosismo. Se me hacía genial algunas veces, pero en otras me daba rabia que fuera así.
-Amí también... Estoy muy mojada, Alejandra. -Rei.
Lo hacía apropósito. Me gustaba ver como se ponía.
Tragó saliva, y su piel se tornó a piel de gallina.
-Ah, ¿si? -Preguntő.
Empuñé mis labios para aguantar la risa que me causaba.
-sí. -Alcancé a decir antes de soltar una leve risita. -Sabes que quiero decir, ¿no?
Como es Alejandra, seguramente no sabía que significaba.
-S-Si...-Tartamudeo.
Alce una ceja.
Entonces Alejandra no estaba tan mal.
Le di otro beso en el cuello, y me separé para mirarla a los ojos.
-¿Me das un beso?-Pregunte.
-¿En dónde? -Preguntó.
-Quería que me lo dieras en los labios, pero si quieres en otro lugar no me molestaría. -Susurre.
Ella sonrió tímidamente, y me dio un beso en los labios.
Comenzamos a besarnos frenéticamente por largos segundos. Deslicé mi boca por su labio inferior y le di un leve mordisco. Besé su barbilla, y los alrededores de su boca.
-Tienes..-Le di un beso en los labios. -Unos labios sexys. -Le dije.
-Tú crees?-Río.
Asentí de forma inocente.
-Son tuyos, solamente tuyos, Susurró.
Sonreí.
-¿Solo tus labios, o tú también?
-Yo también. -Dijo mirándome.
-Eso es maravilloso. -La bese nuevamente.
Hice que giráramos en la cama, y entonces Alejandra quedó encima de mí.
Sus labios bajaron a mi cuello, y esparcieron besos por todo este. Cerré mis ojos y mordí mi labio inferior, estaba disfrutando de lo que hacía Alejandra.
Sentía que mi braga estaba mojada, eso me hizo sonrojar y soltar una risita.
Abrí mis ojos y vi que Alejandra me observaba con curiosidad.
-¿Qué paso? -Preguntó.
-No quiero que dejes de besarme, eso pasa.
Ella sonrió tímidamente.
-Soy toda tuya, justo ahora. -Me mordí el labio.
Ella se limitó a volver a mi cuello para seguir besando, y así, bajar por el, dejando un camino hasta mis pechos.
Estando alli, beso por encima del brasier uno de ellos, fue al otro y entonces hizo lo mismo.
Levanté mi espalda un poco, lleve mis manos a ella, y desabroché mi brasier, Pero no lo quite, quería que Alejandra lo hiciera.
Miré a Alejandra, y vi como observaba atentamente el momento en el que lo quitara.
-¿Quieres ver? -Pregunte coqueta.
Ella me miro apenada.
-No lo sé... si tú quieres. Susurró.
Y otra vez su timidez me estaba molestando. Mucho.
-¿Quieres o no?
-S-Si...Susurró.
-No quiero que seas más tímida, no ahora. ¿sí? -Acaricié su rostro.
Ella asintió.
-Entonces... quítame este brasier. -Pedí.
Ella mordió su labio inferior, algo que me prendió por completo. Y llevó sus manos hacía mi brasier, y lo quitó despaciosamente, luego lo puso a un lado de la cama.
Miró atentamente mis pechos. Sorpresivamente se acercó y comenzó a chupar mi pezón. Gemí.
-Alejandra..... -Cerré mis ojos, y llevé mis manos a su cabeza, a su cabello exactamente.
Sus labios succionaban con fuerza, como si no quisiera hacer nada más que eso. Chupo y chupo hasta dejar mi pezón rojo y sensible. Paso su lengua lentamente por él, haciendo que me estremeciera completamente.
Luego fue al otro, y repitió el mismo trabajo mientras yo no paraba de gemir.
Abrí mis ojos, y vi que tenía sus ojos cerrados, como si estuviera disfrutando del momento. Por dios... se veia tan... excitante.
Tomé su cabeza con mis dos manos, y acerqué mi rostro para besarla.
-¿Lo hice bien?-Dejó de besarme.
-Más que bien. -Sonreí.
Alejandra sonrió satisfecha, y bajó un poco para besar mi abdomen, mientras pasaba sus manos por las curvas de este.
Mi cabeza volvió a caer sobre la almohada, mientras disfrutaba de lo que Alejandra hacía.
Luego, sentí sus labios besando el borde de mi braga. La miré, y vi que ella me miraba. Suspiré, y llevé mis manos a mi braga para así quitarla lentamente y luego dejarle ver mi parte más íntima y preciada. Estaba depilada para mi gusto.
-¿Has visto muchas en los videos porno?-Bromee.
-Algunas, pero ninguna se compara con la tuya. -Susurró tímidamente.
Mis mejillas se ruborizaron.
-¿Puedo? -Preguntó nerviosa.
-Adelante. -Me mordí el labio.
Con las manos, abrió un poco más mis pieras, y entonces bajo su cabeza entre ellas. Sentí que dio un leve beso en uno de mis muslos, y luego sentí su lengua recorrer todo mi sexo. Me estremecí por completo. Y agarré la cobija con mis manos. Ella succionaba sin compasión, haciéndome gemir exaltada, ¿Me preguntaba cómo podía hacerlo tan bien? Su lengua recorría todo mi sexo sin dejarme respirar, lo único que podía hacer era gemir, y gemir.
Escuché que un gemido salió de su boca, y ese simple hecho no me dejó aguantar un segundo más. Llegué al orgasmo y grité fuertemente. Alejandra agarró mis dos piernas para lamer, y chupar con más fuerza
Sentía que era mi fin... iba a morir en cualquier momento.
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Enamorada De Mi Vecina
RomantikElla es única, ella es sensual, ella es provocativa, ella hubiera podido tener cualquiera a sus pies, pero la escogió a ella, a la más inocente, a la menos indicada. Ana Melgar es una chica hermosa de 17 años, la nueva vecina de Alejandra Rocha, aqu...