Capítulo 4.

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-TE LO IBAA HACER? -Exclamo Salma sorprendida.

-No, no estoy diciendo eso... solo me dijo que si podía hacer algo para que me sintiera mejor. No creo que se refería a eso. -Dije nerviosa.

-Pero claro que se refería a eso. Eres una maldita imbécil, Alejandra. Y tú que le dijiste?

-Que no era necesario que hiciera nada. ¡Estaba nerviosa, Salma. Entiende!

-Maldita pendeja, seguro pensó que la habías rechazado.

-No, jamás la hubiera rechazado. Sería imposible rechazarla a ella.

-¿Entonces porque no dejaste que te lo hiciera?

-Ella no iba a hacer eso, por dios.. apenas me conoce.

-Imbécil. -Grito.

-Bueno, Ya...no te lo conté para que me gritaras groserías.

-Pero es que pareces retrasada, Ale. Bueno, bueno, tengo que colgar porque mi mamá acaba de legar. Hablamos luego.

Colgó.

Salma.... Por dios, no podía creer que ella fuera hacer eso, por dios era literalmente imposible. ¿Ella hacerme eso a mi...? No. Y Además sería muy extraño. Yo jamás he tenido nada con una mujer, Dios... Parezco una
retrasada.

El teléfono de mi casa sonó.

Me levante de la cama y camine hacia él, lo tome y me lo puse en el oído.

-¿si?

-Alejandra...

Su voz.. su estúpiday sensual voz era tan tentadora y me producía tantas Cosas.

-Ana.-Susurre.

-¿Estás sola? -Pregunto sensualmente.

Como me hubiera gustado estarlo.

-No, mis padres están abajo. Y.. Y tú?

-Estoy sola. -Dijo pausada y sensualmente.

Demonios. Estaba matándome.

-Oh... ¿En tu casa?

-sí...y en mi habitación.

-Oh...ya veo.

Me quede sin nada que decir, no sabía que decirle. Rayos, era una pendeja como me lo había dicho Salma.

-:Quieres venir?-Pregunto -Podemos divertirnos un rato.

¿Divertirnos? Por dios, estaba mareada.

-Ya mismo voy. -Dije sin pensarlo.

-No te demores, -Colgó.

Enamorada De Mi VecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora