Capítulo 20

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La noche anterior había tenido "Sexo telefónico' me sentía extraña. Bueno,nunca había hecho ese tipo de cosas, y el hecho de haberlo hecho con Ana me ponia nerviosa y ansiosa.

Llegué del colegio, subí a mi habitación y miré por la ventana. Su ventana estaba cerrada. ¡Maldición!

Fui hasta mi armario y me cambie de ropa, y bajé al primer piso, allí me encontré con mi mamá..

-Voy a salir. -Avisé.

-¿A donde? -Preguntó.

-Voy a ira ver a la vecina.

-Vale, pero no te demores mucho. --Advirtió.

-No lo haré, te veo luego.

Ella sonrió.

Salí de la casa, y caminé hasta llegar a la casa de ella. Toqué el timbre y esperé a que abrieran.

Para mi mala suerte, Sofia abrió.

-Qué quieres? -Dijo.

-¿Está tu hermana?-Pregunte.

-No. -Susurró.

-¡Sofia!-Escuché la voz de Ana.

La vi venir, tan hermosa como siempre.

-Hola Alejandra. Sonrió.

-Hola. -Sonreí. Te traje esto. -Le entregué un chocolate

-¡Que ridiculez!-Exclamó Sofia. -No pienso presenciar esta asquerosidad de escena.

Rodo sus ojos y entró nuevamente a la casa.

-Hoy no está de humor. -Dijo ella. -¿Quieres pasar? -Pregunto

-Claro.

Entré a la casa y ella cerró la puerta.

-Vamos a mi habitación?-Preguntó.

-Como tú quieras, -Dije nerviosa.

Ella sonrió y me cogió de la mano.

Subimos las escaleras y entramos a su habitación, ella cerró con seguro.

-Mis padres no están. -Susurró, mientras caminaba hacia mí.

-Oh... ¿En dónde están? -Pregunte.

-No lo sé. -Se paró en frente,y pasó sus manos por mi rostro. - Te gustó lo de ayer?

-sí, por supuesto. -Tragué saliva.

Ana sonrió, y se acercó para besarme. Sus manos fueron a mi cuello, mientras las mías fueron a su cintura para acercarla aún más.

El beso comenzó siendo suave y tranquilo, pero la emoción iba aumentando cada vez más, hasta que sentí su lengua invadir mi boca, y acariciar la mía con movimientos suaves. Gemí. Sus labios tomaron mi labio inferior y sentí como lo succiono. Luego de esto, se alejó.

-¿Pensaste en mi ayer por la noche?Susurró, comenzó a desabrochar los botones de mi blusa azul oscuro.

-Mucho. -Dije mirándola.

-Yo también. -Se mordió el labio. -Me gustas tanto Alejandra. -Volvió a besarme.

🔥🔥🔥

Nuestros labios se devoraban mientras ella quitaba mi blusa. Cuando lo hizo, la tiro a un lado de nosotras, y sus manos bajaron a mis shorts.

-¿Qué... haces? -Pregunte entrecortada.

-No tengo idea. -Respondió.

Fruncí el ceño.

-Quítate esos shorts. -Pidió.

-¿Qué? Y si alguien nos ve? ¿N si alguien entra?

-Nadie va a entrar. –Dijo obvia.

Vacile un poco, pero le hice caso y me quite los quite.

-Así me gusta. Sonrió.

Yo la miré nerviosa.

-Ahora..-Se inclinó. –Tus bragas.

-Creo que... -Fui interrumpida sorpresivamente por sus manos bajando mi ropa hasta mis tobillos, quedándome solo con el sujetador-Qué estás haciendo?-Pregunté.

Ella se levantó y se alejó un poco, me sorprendió la manera en la que observó todo mi cuerpo con su mirada, miró cada detalle. Eso me hizo sentir muy nerviosa.

-Que sexy Alejandra. Susurro

-Yo... -Tragué saliva.

-No seas tan tímida Alejandra. -Se acercó a mí. -Hace mucho tiempo quería verte así. -Susurró.

-Me da miedo que entren tus papás.

-No puedes ser tan aburrida Alejandra -Hizo un puchero.

Ana retrocedió, y se quitó la ropa que llevaba encima, dejándome observar su cuerpo semidesnudo, su ropa interior era de color negro. Por dios, era hermosa.

-¿Te gusta?-Pregunto, mientras se acercaba.

-Sabes que sí. -Respondi

Ana sonrió, y me empujó a la cama. Ella se sentó en la orilla.

-Alejandra, esta vez no voy a tener compasión contigo. Susurró.

-¿Qué? --Pregunté.

No obtuve respuesta de su parte, solo sentí que hizo presión en mi intimidad con una de sus manos, subió hasta mi rostro, y me beso, mordió mi labio inferior y volvió a bajar. Yo la miré nerviosa, Ana también me miro mientras se relamía los labios. Abrió su boca ligeramente como para atormentarme, sacó su lengua y lamio mi clítoris. Lamió hacia arriba, lentamente. Gemí. Sus labios fueron hasta mi centro y comenzó a lamer lentamente. Cerré mis ojos, y gemí nuevamente. Sentía su lengua insistiendo en entrar en mí. Manteniéndose algunos segundos allí, hasta que sentí como succiono ferozmente. Gemí exaltada. Sus labios se deslizaron hacía arriba y abajo mientras yo gemía descontroladamente.

-Umm, Alejandra.Gimió, y succiono con más fuerza.

-Oh dios, -Gemí, casi en un gritó.

Era incapaz de soportar un minuto más, me acabe en su boca. Mi pecho subía y bajaba. Me estremecí al sentir como sus labios tomaban mi devastador orgasmo, por dios esto es mucho para mí.

Enamorada De Mi VecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora