Capítulo 57

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-Alejandra...-solté un suspiro en sus labios, ella siguió besándome enseguida. Lo hacía con necesidad y pasión. Se sentía tan bien,pero la respiración se me acababa poco a poco. -Alejandra -solté otro suspiro.

-Te he extrañado-exclamó, tomando mi cara con ambas manos.-Es la verdad.

Sonreí.

-Alejandra, yo.. -Shhh, silencio-musitó ella.-Acompáñame a caminar.-tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos y comenzó a caminar por la calle.

Me sentía más que feliz. En mi corazón todavía cabía la esperanza de que Alejandra y yo pudiéramos comenzar desde cero,olvidándonos de todo lo malo.

-¿Estuviste con alguien más?-preguntó con curiosidad.

-Aunque intentara olvidarte, nunca pude-confesé.

-¿A si? -me dio una mirada rápida, en su rostro había una sonrisa pero sin mostrar los dientes.

-Sí-me mordí el labio con inseguridad.-¿Y tu?

-Yo que?

-Has estado con muchas chicas?

-Sí-se encogió de hombros.-Ahora que tengo este estilo todas las chicas vienen a mí queriendo tener un buen polvo o buscando a una novia.

Tragué saliva.

-Prefería a la Alejandra de antes-salió de mi boca, me lamenté al instante de haber dicho eso.

Alejandra se detuvo y me miró a los ojos para después soltar mi mano. Oh no, esto se ponía incómodo.

-Pues ese Alejandra ya no está-habló con la voz grave, parecía molesta.

-Yo sé que si está pero tú no quieres sacarla, te escondes bajo ese disfraz que creaste porque tienes miedo a ser lastimada nuevamente, pero quiero que sepas que no quiero hacerlo, Alejandra.Yo te amo y no quiero volver a perderte.

-No volverás a perderme porque no me tienes- musitó.Negué con la cabeza, mientras daba un paso atrás.

-No me has perdonado, ¿verdad?-pregunté.

Miró hacia otro lugar. El frío era impresionante, mis piernas estaban temblando.

-Intento hacerlo-contestó al fin. -Tienes que darme tiempo, Ana. ¿Te parece bien?-volvió a tomar mi rostro con sus manos y me dio un beso en la mejilla. La miré con desconfianza.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Claro-volvió a tomar mi mano para así seguir caminando.

-¿Amas a Verónica?

-No-contestó de inmediato.-No la amo ni la amaré jamás. Ella y yo somos personas completamente diferentes, y estoy segura de que ella tampoco me ama.

-¿Entonces por qué están juntas?-tuve que preguntar.

-Muchas preguntas- nego con la cabeza.

Me quedé en silencio. Alejandra se había convertido en la persona más extraña de este mundo. Definitivamente no la conocía, era completamente distinta a la chica que había conocido un año atrás. Ya lo había dicho muchas veces, pero era la verdad. Estaba tan desconcertada, aunque esta fachada de chica mala me gustaba.

Narra Alejandra:

Y ahí estábamos las dos, caminando por las calles de la cuidad,tomadas de la mano como un par de novias enamoradas. Bueno,por mi parte era la realidad. Jamás dejé de amar a Ana, incluso ahora estaba más enamorada. Jamás había visto esta faceta que ella me estaba mostrando. Se veía tan tierna y carismática, por eso mismo no me aguanté y la besé.

No quería dejar de hacerlo pero me vi en la obligación. No quería que se diera cuenta de lo mucho que la necesitaba, aunque las palabras que le había dicho anteriormente habían sido el colmo. Ana sabía que me estaba escondiendo bajo mi nueva apariencia, y no se equivocaba. Todavía sentía cierta timidez cuando la tenía al frente, pero no estaba dispuesta a ceder.

No es que quisiera vengarme, porque ya a estas alturas en lo último que pensaba era eso. Solo que me sentía un poco dolida por lo que hizo. Tal vez ya era tiempo de superarlo, pero el dolor de una traición |leva tiempo para borrarse.

-¿Estás haciendo la carrera de derecho?-me preguntó Ana,mientras se balanceaba en un columpio.

Estábamos en un parque cerca a mi casa, recordando viejos tiempos. Nuestro primer beso había sido allí.

-Claramente-contesté.-¿Y tú? ¿Piensas estudiar diseño de modas?

-Sí-sonrió, y se bajó del columpio para caminar hacia una banca.La misma de aquel tiempo.

Me acerqué nerviosa y me senté a su lado.

-Tengo que buscar una universidad-me miró a los ojos.

Asentí.

-Alejandra...-exclamó de repente.-Extraño tanto los viejos tiempos-soltó, antes de acariciar mi cabello como solía hacerlo.

La miré inexpresiva.

-Déjame darte un beso-pidió.

Miré mis dedos rápidamente, estaba jugando con mis manos, tal vez nerviosa por lo que pudiese pasar. Estaba nerviosa porque de una u otra manera sabía que mi cuerpo iba a corresponder a ese beso y que no querría parar.

Asentí nuevamente, y la vi acercarse.

Las manos de Ana tomaron mi nuca para acercarme a ella,yo coloqué las mías en su cintura como siempre. Sus labios se presionaron contra los míos mandando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo. El beso comenzó con lentitud, se sentía tan bien. Luego, se tornó agresivo. Siempre intentaba seguirle su ritmo. Ana tenía una forma de besar tan pasional. Su lengua
entró en mi boca para recorrerla, nuevamente haciéndome sentir como una completa inexperta. Seguí su beso con desesperación,prácticamente estaba devorando su boca.

-Te juro que ahora no me importa si quieres follarme o no-susurró en mis labios.-No me importa. Siento que puedo hacer lo que me pidas-volvió a besarme con necesidad.

Sonreí en sus labios.

-¿Lo que te pida?-pregunté, alejándome un poco de sus labios.

Ana asintió.

-Cásate conmigo.

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Último capítulo por hoy ya tengo sueño 7w7

Enamorada De Mi VecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora