-Por Dios Alejandra, no puedo creer que vayas a hacer eso -volvió a recriminar Salma, confrontando a su mejor amiga-. Eres una idiota,¿Qué no vez que Ana te ama?
-No Salma -respondió una terca Alejandra, sentándose en su sofá y mirando su teléfono-. Seguramente está actuando, ella...
La sarcástica risa de Salma la interrumpió.
-No me lo creo, hasta un jodido ciego vería la forma en que ella te adora Alejandra. ¡No puedes plantarla!
-Créeme que me tiene sin cuidado lo que pienses Salma, tú sabes lo que ella me hizo, ella no ha cambiado. Sigue siendo... ella...-dijo con desespero, soltando su teléfono con brusquedad sobre la mesa de centro, mirando a su amiga con el mismo dolor que aquella noche-. Sigue siendo Ana Melgar la chica que enamoró perdidamente a su nerd vecina por una apuesta, por dinero, para levantarse más el ego, para probarle algo a sus amigas que era completamente innecesario... ¿Por qué lo hizo Salma?-Cuestiono herida, Su voz quebrándose a último momento.
Pero antes de que Salma se acercara, Alejandra limpio el poco rastro de lágrimas de sus ojos, mirando a su amiga.
-No lloraré más por Ana Melgar, seguramente en todo este tiempo ella se estuvo riendo de mí. Y estoy harta.
-Alejandra, por favor, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir -rogó Salma, sentándose a su lado-. ¿Crees que Ana hubiera aceptado casarse contigo si no te amara?
Alejandra no dijo nada, sólo bajo la mirada.
-Tú la amas Alejandra, jamás dejaste de hacerlo. Ana cometió un error, pero trata de remediarlo. Debes pensarlo mejor, porque si haces esto, ya no habrá marcha atrás.
Espero que su amiga dijera algo, pero Alejandra se mantuvo en completo silencio. Fue motivo suficiente para que Salma se pusiera de pie y saliera de aquel departamento, tal vez lamentando lo que estaba a punto de hacer.
Fue la segunda vez que llamo a la puerta, repasando mentalmente lo que le estaba por decir a Ana. Pero para su suerte, fue Sofia quien abrió.
-¿Qué haces aquí Salma? -pregunto con cierto fastidio.
-Quiero hablar con Ana
-Ana no está, fue a visitar a nuestros padres.
-A qué hora regresa? -se estaba impacientando.
-No lo sé, supongo que por la noche.
-No, no, no. Es urgente -dijo desesperada, Ana debía saberlo-. Es sobre Alejandra... y la boda.
-¿Qué pasa con eso?
****
Alejandra estaba por su noveno trago de la botella cuando unos fuertes golpes se escucharon, alguien Ilamando desesperadamente la puerta y por como sonaba, deducía que también molesto. Se levantó tambaleándose, deteniéndose para observar por la miradilla de la puerta para ver a la hermana de su prometida, Sofia.
-¡Abre la maldita puerta Rocha! -gritó molesta, golpeando con la palma de su mano repetidas veces nuevamente.
Alejandra le dio un último trago a su botella antes de recargarse de espaldas a la puerta, pensando porque Sofia se encontraba ahí.
-¿Qué habrá pasado para tener la dichosa presencia de Sofia Melgar en mi entrada? -le pregunto arrastrando las palabras, al fin cesando los golpes.
Tras un suspiro, Sofia hablo.
-Abre la puerta Alejandra
-¿Te lo dijo Salma? -le preguntó al fin sabiendo que fue ella,¿Quién más podría haberlo sabido? Además, Sofia no estaba histérica por nada-. ¿No es así?
-¿Por qué le haces esto? -gruño enojada-. ¿Por qué? ¿Quién te crees que eres para hacerle eso a mi hermana?
Alejandra se deslizo por la puerta, bebiendo más de su botella hasta quedar sentada sobre el suelo.
-La chica por la cual se burló por meses Sofia.
Del otro lado, la hermana de su prometida se quedó unos minutos en silencio. Tratando de tranquilizarse y también tomando asiento.
.
.
.Voy a matar a Sofía y a Alejandra
ESTÁS LEYENDO
Enamorada De Mi Vecina
RomanceElla es única, ella es sensual, ella es provocativa, ella hubiera podido tener cualquiera a sus pies, pero la escogió a ella, a la más inocente, a la menos indicada. Ana Melgar es una chica hermosa de 17 años, la nueva vecina de Alejandra Rocha, aqu...