Capítulo 29

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-Qué?-Exclamé.

-Podemnos venderlo y sacar dinero para algunas cosas que necesitamos, - me miro.

-Ni lo pienses. -caminé hacía mi closet y busqué una pijama.

- ¿Cuál es tu problema? ¿Acaso estas enamorada de ella? ¿Por eso nos has dicho todo eso a nosotras? Ya no sé qué pensar sobre ti. Pienso que esa nerd te ha cambiado. Mucho.

-En primer lugar no estoy enamorada de Alejandra, sabes que yo no me enamoro. -me quité la blusa. -En segundo lugar no quería lastimarla,porque si lo hacía ya no iba a querer verme. -Me quité el short. Y en tercer lugar, no voy a vender el celular. -me puse el pijama.

-Estás completamente loca. -contestó inmediatamente. -Quiero que me respondas algo. ¿Estás enamorada de ella y por eso no has podido sacarle el dinero suficiente?

-;Ya te dije que no!-la miré molesta. -Ya basta con ese tema, me estás cansando. -me senté en la orilla de la cama.

-Sé que están teniendo sexo, así que tienes que sacarle dinero. Es lo justo.-¿Te parece poco el celular?alcé una ceja.

-No es dinero. -se levantó de la silla. ¡Sácale dinero de una puta vez,maldita sea!-gritó.

-¿Cómo crees que voy hacer eso?-respondí aturdida. -Según tú, lo que debo hacer es llegar y decirle: Alejandra dame dinero... ¿Eso piensas que debo hacer? -pregunté sorprendida.

-Pues... si. Seguramente estará gustosa de darte dinero a cambio de que no la dejes. Por favor, es una tonta. -dijo fastidiada.

La miré por un momento. Mi hermana parecía cegada por la ambición.

-Sofia. -la llamé, ella me miró. -Deja de ser tan dramática. -suspiré. Voy hacer lo que pueda para conseguir dinero. ¿Vale?

-Eso espero.-me advirtió. -Porque de lo contrario no voy a permitir que te refriegues con Alejandra una y otra vez. se acercó, y me dio un beso en la mejilla. -Hasta mañana, que descanses. -caminó hacia la puerta y salió.

*****

Me bajé del auto de Alejandra, nos habíamos demorado una hora en llegar a la finca de sus padres. Era agotador para mí estar una hora en un auto y más cuando Alejandra no ponía temas de conversación.

-Qué tal te parece?-preguntó Alejandra bajando las maletas del coche.

-Es hermosa. -sonreí, y cogí mi bolso. - ¿Están tus hermanos adentro?

-Claro, de lo contrario nos quedaríamos afuera. No tengo llaves.Contestó.

Nos acercamos a la puerta. Alejandra tocó el timbre y luego me miró con una Luego de unos segundos, la puerta se abrió y vi a un chico sonreír.

-Hola, Alejandra. sonrió.

-;Hola, Nes! -Alejandra le devolvió la sonrisa. -Ella es Ana Melgar-nos presentó.

-Muchos gustó, Néstor Rocha. -estrechó mi mano.

-El gusto es mío. -sonreí.

Entramos a la casa, era bastante hermosa y bien decorada. Era muy amplia.

-Creo que es mejor que acomoden de una vez sus maletas en sus respectivas habitaciones. -Dijo Néstor.

-Claro, eso mismo iba hacer.-Alejandra subió por las escaleras, yo la seguí.Cuando llegamos al segundo piso, Alejandra se dirigió a una habitación.

-Me dijiste que íbamos a dormir juntas, -susurré.

Ella acomodó las maletas a un lado de una gran cama con colcha blanca y se giró para mirarme.

-S-si... -se acercó. -No pensé que hablabas enserio. -tragó saliva.

-Bueno, si no quieres no importa.

-Claro que quiero.-Me miró directamente a los ojos. -Pero, no sé si a mis hermanos les parezca. -dijo con sinceridad.

-¿Tú crees que les mole..?-fui interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.

Era Néstor.

-Chicas, voy a ira comprar unas cosas para la cena. ¿Vale? Chris debe estar por llegar, salió con su novia hace algunas horas. -anunció Néstor

-Aquí estaremos entonces. -respondió Alejandra

-Bien. -sonrió. -Vuelvo enseguida. -salió de la habitación.

Esperé a que bajara por las escaleras, y cerré la puerta de la habitación.

-Por favor, Alejandra. Quiero dormir contigo. -pedí.

-Yo también lo quiero, p-pero...no quiero que mis hermanos se molesten.

-Pero, porque? No vamos hacer nada de malo.

-Ah, ¿no? -me miró rápidamente, la vi desilusionarse por un momento.

-No. -me acerqué. -oh... podríamos hacerlo, pero si me convences. -le  di un beso en la comisura de los labios.

-¿Convencerte? preguntó confundida.

-sí, no soy fácil de convencer para que lo sepas de una vez. -dije divertida.

-Tu dormirás en esta habitación?-pregunté cambiando de tema.

-No, es la tuya.-respondió.

-Oh... Es genial, me encanta, y la cama es muy grande. -me tiré a la cama.-Y cómoda. -agregué.

-Me alegra que te guste. -dijo nerviosa, se sentó en la cama y me miró. –Estoy feliz de que hayas aceptado venir.

-Y yo de estar aquí...contigo. -me acerqué a ella, y la besé.

Enamorada De Mi VecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora