Capítulo 45

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Narra Alejandra:

-Soy.. Soy una desgraciada. -me lamenté.

-Ya, Ale. -soltó Salma. -Tú tienes la culpa de todo esto.

-No. -corregí. -La culpa la tiene Verónica.

-En parte, pero tu accediste a follar con ella. Así que no te quejes. -carraspeó. -¿Y estuvo bueno? -preguntó curiosa

-Salma. -exclamé. -Es que... Mierda. No sé porque estuve con ella. Supongo que me dejé llevar por el momento y no pensé en las consecuencias que tendría. Además la imagen Lucy Vives rondaba por mi cabeza. Es una maldita. Seguramente ahora va a aprovecharse de todo esto.

-¿Entonces follaste con Verónica mientras pensabas en Lucy Vives? -frunció una ceja.

-¿Qué?-exclamé desesperada. -Claro que no. Entiende bien las cosas. -le reclamé.

Salma rió animada.

-¿De qué rayos te ries? -pregunté sofocada.

-Pues... Es qué no sé qué puedes hacer al respecto Alejandra-salimos del colegio, nos dirigíamos a mi auto. -Sigue saliendo con la hermosura de Verónica y olvídate de tu vecina. -propuso.

-Oye..la miré sorprendida. -Sabes que estoy enamorada.

-Bueno.. No debiste acostarte con su mejor amiga. -exclamó.

-Es que... Mierda, Salma. Tú no entiendes nada.

-¿Qué es lo que no entiendo? Explícame.

-Necesitaba vengarme de algún modo, pero ahora estoy arrepentida.

-Eres una pendeja. -me dio un golpe en el brazo.

-Necesito que me ayudes. -pedí.

Paró de caminar, y me miró.

-iAyudarte? ¿Cómo? -frunció el ceño.

-Necesito conquistar a Ana Melgar, hacer que me ame tanto como yo la amo a ella. -susurré. -Quiero que me perdone por haberme metido con Verónica y que comencemos de cero.

-Eso no es fácil.

-Salma. Eres mi mejor amiga.

-Y soy igual que tú. volvió a caminar.

La seguí.

-Nadie nos toma en serio, piensan que somos una simples lesbianas nerds.

La gente me miraba y se reía. No entendía porque, pero murmuraban cosas cuando me veían pasar. Casi todo el colegio estaba observándome divertido.

-Bueno pues..-Salma paró de hablar.

-¿Qué pasó?

-Mira quién viene. -Salma se apartó.

Miré hacia adelante, y vi a Verónica caminando hacia mí. Oh no.

-Alejandra -se acercó, y me dio un beso en la mejilla, cerca de los labios. -¿Cómo estás?-se alejó lo suficiente para mirarme.

Di un paso atrás.

-Bien, gracias. -hablé aturdida.

-iLa pasaste bien anoche? -intentó acariciarme mi cabello, pero me negué.

-Verónica, por favor. -tragué saliva.

-¿Qué?-frunció una ceja. -Solo te estoy saludando, ¿acaso no puedo?

Miré hacia otro lugar.

-¿Alejandra? -insistió.

Había mucha gente mirándonos. Todavía no entendía porque Verónica me estaba hablando, supuestamente ella odiaba a los nerds como yo. No era lógico lo que estaba haciendo. Lo peor fue cuando vi a Sofia Melgar, ella también se reía, estaba acompañada por Ana y Lucy Vives. Las tres nos miraban.

-Ya me voy, Verónica. -La miré. -Que tengas una buena tarde.

Antes de que pudiera irme, me tomó del brazo.

-Te vas? Pensé que al menos me llevarías a casa. -habló en voz alta. -¿Te olvidas de todo lo que me hiciste ayer? En ese momento no eras tímida, pero ahora si te da pena saludarme. ¿Ahora no quieres besarme? ¿Solo jugaste conmigo? ¿Solo querías eso?¿Sexo?

-¿Qué?-exclamé sorprendida.

-¿Por qué haces esto Alejandra? -siguió.

-Verónica, ¿qué es lo que te pasa? -estaba impresionada.

-¿Se te olvida todo lo que me dijiste anoche?-dio un paso adelante. -A mí no se me ha olvidado como me hiciste tuya. Aún recuerdo cuantas veces lo repetimos.

Esto era increíble. Todos nos estaban mirando.

-Verónica.. me voy a ir. -declaré preocupada.

-Alejandra. -su mano se deslizo por mi brazo hasta tomar con firmeza la mia. -Al menos llévame a casa.

Miré para todas partes. Ninguna mirada se apartaba de nosotras.Lo mejor era ceder, si no, dios sabe el escándalo que arma esta mujer.

-Bien.. -asentí, exasperada.

Ella sonrió satisfecha, y comenzó a caminar, casi que obligándome a caminar a su paso.

*****

" ....Y entonces... La llevé a casa, se bajó y entró. Obviamente antes estuvo acosándome, pidiéndome que volviéramos a repetir lo de anoche. -le había confesado todo a mi hermano Néstor

-Pero... Alejandra. -suspiró. -Tú no quieres a Verónica, ella no puede obligarte a nada.

-No supe qué decisión tomar en ese momento. Estaba tan presionada que hice lo primero que se me vino a la cabeza.

-¿Qué fue lo que le hiciste para que se fijara en ti de un momento a otro?

-Desde que me vio desnuda todo cambió. -susurré, nerviosa.

Néstor rió.

-¿Crees que no te molestará para mañana?

-De hecho cuando tuvimos relaciones le prometí que iríamos juntas a un baile que está organizando la escuela.

-¿Cuándo? -preguntó Néstor curioso

-Mañana. -contesté.

-¿Por qué hiciste eso?-exclamó.

-Porque me lo preguntó cuándo estaba... tosí.

-Sí, sí, ya entendí.

-Bueno. -asentí, avergonzada.

-¿Crees que Ana vaya a ir? -preguntó.

-Claramente. -asentí.

-Bien... pues -se levanto. -Vamos a cambiarte el look para mañana Alejandra.

Enamorada De Mi VecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora