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Me imagino que mamá quería ir a ver televisión, mientras terminábamos de lavar los platos.
-¿Es mi impresión, o le pediste permiso a tu mamá para que pudiera acompañarte a lavar los platos? -Preguntó ella.
-¿Qué?-La miré nerviosa. -No, ¿Por qué lo dices?
-Porque me dio la impresión. Susurró.
Caminé hacia el lavaplatos, y tomé el jabón para comenzar a lavarlos, eran pocos pero, había bastantes hoyas, vasos, cubiertos.
-¿Todavía tienes que pedirle permiso a tu mami para ir al baño? - Preguntó burlona.
-No. -Respondí cortante.
Me hizo sentir mal, tampoco era para tanto.
-Bueno, no te enojes, -Se rió.
La sentí acercarse, y la vi montarse encima de la barra americana de la cocina, apoyando sus piernas en un taburete de madera que había allí mismo en la cocina. Me dejaba ver sus piernas, ya que su vestido no era muy largo. Eso era una gran distracción para mí.
Su cuerpo, su voz, sus besos, sus caricias... Ella se estaba convirtiendo en mi perdición, y no podía concentrarme en nada si ella estaba cerca, y tampoco si la tenía lejos.
-¿Dónde está tu papá?-Me pregunto.
-Trabajando, muchas veces se queda hasta tarde, -Dije sin dejar de lavar la loza.
-Mi mamá me dijo que tenías hermanos, no las he podido conocer.
-sí, tengo dos, Néstor y Chris. Justo ahora están en la finca, con mis abuelos, mis padres quieren ir este fin de semana.
-¿Viven allá?
-No, solo están de visita por unas semanas, ya sabes para salir de la rutina.
-Me parece bien, ¿ Los extrañas?
-Un poco. -Reí. - Y tú tienes más hermanos aparte de Sofi?
-No, y no quisiera tener más.
-¿Te la vas bien con ella?
-Más que bien.
Le di una mirada rápida.
-¿Si?
-sí, pero no pienses mal. -Bromeó. -Es mi hermana. -Agregó.
-No estaba pensando mal, solo que... Sofia te trata...-No supe como terminar la frase.
-¿Cómo si fuera mi novia o algo así?
-sí. -Le dije sincera.
-Siempre hemos sido así. -Alzó los hombros.
-Ya veo.
-¿Mañana podemos venirnos juntas del colegio? -Pregunto. -No me agrada mucho la idea de venirme caminando.
Los recuerdos de esa tarde en el auto automáticamente llegaron a mí, haciéndome arder de solo recordar ese momento tan glorioso para mí.
-Claro, no veo problema. -Tomé la hoya de los espaguetis para lavarla.
-Puedes estar tranquila, no haré lo de esta tarde. -Río divertida.
-No me molestaría que lo hicieras. -La miré a los ojos.
En realidad no me molestaría en absoluto que lo volviera hacer.¿En qué clase de pervertida me estoy volviendo? Maldición!
-Hay, Alejandra. -Suspiró.
Yo volví la mirada hacia el lavaplatos.
-¿No me vas a contestar la pregunta que te hice ahora?
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Enamorada De Mi Vecina
RomanceElla es única, ella es sensual, ella es provocativa, ella hubiera podido tener cualquiera a sus pies, pero la escogió a ella, a la más inocente, a la menos indicada. Ana Melgar es una chica hermosa de 17 años, la nueva vecina de Alejandra Rocha, aqu...