XIX | Gracias por quererme.

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—Esa conversación que tuve con Ana me dejó pensando.

—¿Por qué? ¿Ella dijo algo malo? —preguntó Estarling preocupado.

—No, solo que con ella reconocí algo importante. —agregué. El rubio me miró fijamente con curiosidad— Ella me preguntó que sí tengo algún interés amoroso y que sí esa persona me hace bien y le respondí que sí. Él le hace bien a mi corazón.

—Sabes que me hace muy feliz verte así, verte feliz, verte brillar de nuevo como una estrella. —alegó apretándome las mejillas— Solo te pido que si por algún motivo él te hiere me lo cuentes. No quiero tenerlo en mi vida sí él te hace mal.

Estarling a veces toma su papel de casi hermano muy en serio.

—Por el momento él lo está haciendo bien. —respondí— Sí pasa algo serás el primero en saberlo.

—Como siempre. —me señaló y reí. No sé qué sería de mi vida sin él.

Después de esa conversación nos preparamos para salir, íbamos a ir a un establecimiento de comida a pasar el rato y a disfrutar de buena música.

Tal vez nos podamos encontrar a Santiago. Él está de vacaciones y sus meses libres los ha tomado para hacer otras cosas, cómo tocar en una banda.

¿Tocar en una banda?

Sí.

Él tiene unos amigos, los cuales llevan tiempo como banda. El baterista tuvo un pequeño accidente y no podrá tocar por algún tiempo, así que Santiago se comprometió a cubrirlo hasta que terminen sus vacaciones.

Al llegar nos acomodamos en una mesa, mientras traían los menús del lugar, mientras estábamos decidiendo que íbamos a comer la presencia de alguien nos sorprendió.

Santiago estaba en el escenario ayudando a organizar todo conforme al sonido. Estaba vestido de manera muy casual, pantalones jeans y un t-shirt que tenía una portada de una canción del grupo morat. Casi no podía distinguir qué canción tenía de diseño el t-shirt así que no le di mucha importancia y pedimos algunas cosas.

Cuando él notó nuestra presencia, se dirigió con rapidez hacia nosotros.

—¡Hey! No esperaba verlos por aquí. —le dio un abrazo a Estarling y a mi igual agregándole un beso en la frente.

—Sé que Ashely aún no te ha visto tocar la batería así que la traje para eso. —respondió Estarling.

Abrí los labios sorprendida. Aunque era algo normal si él estaba aquí, pero no lo veía como cierto.

—Así que ya tú sabías. —lo fulmine con la mirada y él solo sonrió.

—De todos modos gracias. —añadió Santiago dándome otro abrazo— Créeme lo aprecio muchísimo, pero ya tengo que irme. Después de que termine podemos irnos juntos. —al decir eso desapareció entre las mesas.

Las personas fueron llenando las mesas y en menos de lo que pude percibir el lugar ya estaba lleno.

Una chica habló por unos minutos y luego presentó a la banda: SKY, es el nombre de la banda.

Todos nos levantamos y aplaudimos a una. Los líderes de la banda saludaron y en cuestión de segundos comenzaron a cantar.

La primera canción fue Beggin de Måneskin.

Me fijé en lo concentrado que Santiago se veía al tocar la batería, sonreía, se divertía, se veía feliz.

Eso fue sin duda lo mejor, verlo tocar, verlo feliz.

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