Marcy Wu era una prodigio con la música pero una que estaba enfrentando el pánico escénico. Sasha Waybright es una adolescente mimada, linda y con gran fama que acaba de mudarse a una pequeña ciudad.
El camino de ambas va a coincidir cuando Sasha e...
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Y allí estaban, frente a una muy abandonada tienda que parecía no recibir muchos clientes, sin embargo, el letrero de "abierto" y sus baratijas exhibidas indicaban que el local seguía atendiendo.
“Uní todos los detalles que me dijo la abuela, creo que es aquí.” dijo Marcy extendiendo discretamente su mano.
“¿Segura? Esto parece que no vende nada. Probablemente allí dentro se encuentre un anciano estafador.” miró de reojo la mano de Marcy.
“Estoy segura de que es este lugar, conocía a mi abuela, esto parece un lugar en el que ella iría a comprar.”
Suspiró un poco decepcionada al ver qué Sasha no había entendido lo que quería hacer. Ella era quien siempre tomaba la iniciativa después de todo así que sostuvo fuertemente la mano de la mayor.
“Aah, las abuelas son...son... extrañas.” intentó desviar lo emocionada que estaba al agarre de Marcy.
Se vieron la una a la otra antes de entrar, cuando Marcy asintió, Sasha hizo lo mismo para adentrarse al lugar.
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Observaron con gran detalle el local vacío lleno de cosas antiguas, perfectamente limpias para su sorpresa. Ni siquiera quien atendía el lugar estaba allí.
La campana se había quedado trabada con la puerta y evitó que hiciera su tintineo.
Sasha se separó de Marcy e hizo que sonara esta vez. Observó si alguien llegaba para atender, sin embargo no había rastros de alguna presencia.
“¿Viste? Te dije que ya no hay nadie.”
“Silencio, Waybright. No quiero perder la fé tan rápidamente.” exclamó un poco molesta y desesperada.
La alemana vio que Marcy estaba alterada y un poco tensa, se acercó a ella y con delicadeza tomó su mano nuevamente.
“Relajate ¿Si?” hablo en un tono bajo “No quise decir eso, podemos volver otro día.”
Marcy asintió, sin embargo no tenía ninguna intención de abandonar el lugar.
“Quiero quedarme un poco más para ver si–...”
Se vió interrumpida por el sonido de la campana.
Un anciano de mirada amable y barba un poco más larga de lo normal apareció frente a ellas con una bolsa de papel en sus brazos. Se quedó atónito unos segundos al ver a ambas chicas en su local.
Reaccionó después de unos segundos “¡B-bienvenidas! ¿Están buscando algo? Perdón por no estar, este lugar está más desolado que un desierto.”
“¡S-si!” dijo Marcy entusiasmada y con una gran llama de esperanza que no podía ignorar. “¿Has escuchado sobre Lian Wu?”
Con esas palabras, el anciano abrió los ojos como platos.
“Yo...decía que te parecías a ella.” balbuceó.
Marcy lo miró con confusión.
“Ella tenía el cabello más largo que tú, pero eres la vivida imagen de mi Lian cuando tenía 16 años.” sonrió un poco triste.
“¿Conoces a mi abuela entonces?” preguntó Marcy.
“¡Como la palma de mi mano! Ella era la persona más reluciente y amable que pude conocer. Oh extraño demasiado a mi Lian, me vio hace un año para comer galletas y...”
“¿Mi Lian?” exclamó Sasha con confusión.
“Si, a ella le encanta que la llame así. Bueno, nosotros fuimos amantes desde niños.” sonrió “Pero las circunstancias no quisieron que estuvieramos juntos.”
Marcy entristeció, no podía retener más la terrible noticia, sabía que esto también iba a agobiar al señor que estaba emocionado con la visita de ella.
“Señor, disculpe pero..” habló con dificultad, su corazón dolía como ningún otro.
El señor la vió esperando más palabras.
“Ella...ella...” sus lágrimas corrieron.
“Ya entiendo.” dijo el señor con una triste sonrisa.
Marcy sentía remordimiento de ser ella quien le informará de eso.
El anciano bufó “Ah, la última vez que nos vimos me dio un beso casto que me hizo soñar todo lo que pudimos ser.” sus lágrimas recorrían todo su triste rostro.
Limpio estas con mucha delicadeza “Ya sabía que eso pasaría, pero me quería negar a una realidad. Ese beso fue más como un adiós para siempre.”
Marcy tragó saliva y le abrazó fuertemente.
“Ella estaba perdidamente enamorada de usted, señor. Siempre me hablaba de sus amores y el mas especial era el joven castaño de mirada amable: Hao.”
El señor se vio satisfecho con el comentario, al menos pudo prevalecer en la memoria de su amada por décadas. Así como ella está en la de el, por toda la eternidad.
El señor observó a ambas chicas, paseó su mirada de un lado a otro y después de unos segundos entendió todo.
Tomó del hombro a Marcy y se aseguró que Sasha no estuviera escuchando.
“No niegues esos sentimientos, abrazalos y hazlos parte de ti. Nunca sabes cuándo te va a faltar una persona, y te lamentarás de no haber dicho lo que querías.”
Marcy asintió apenada y sonrojada.
“Veamonos mañana, debo enseñarte algo que te va a interesar. Estoy seguro que a tu abuela le hubiera gustado mostrarte eso.”
“¿Puedo venir con Sasha?”
“¿Es la rubia? ¡Claro! Todos son bienvenidos aquí.”
Marcy sonrió y se despidió del anciano, tenía miedo de como se sentiría ahora que se quedará solo.
“Las circunstancias los separaron...” dijo una melancólica rubia.
Marcy se sintió nerviosa, su corazón latía rápidamente y no podía evitar que sus manos sudaran.
“Sasha.”
“¿Que sucede Mar-mar?”
“Creo que te amo.”
Sasha la miró atónita, el rubor no tardó en hacerse presente.
“No..”
“¿¡No?” que difícil era comprender a Marcy.
“No creo. Ahora estoy 100% segura que te amo.”
Le brindó una imagen inolvidable para la memoria de Sasha. Una sonrisa sincera que decía más que mil palabras.
