Marcy Wu era una prodigio con la música pero una que estaba enfrentando el pánico escénico. Sasha Waybright es una adolescente mimada, linda y con gran fama que acaba de mudarse a una pequeña ciudad.
El camino de ambas va a coincidir cuando Sasha e...
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En una tarde soleada, bajo la sombra de un árbol que se situaba en el parque más cercano, se encontraban Marcy y Sasha. Marcy jugaba totalmente concentrada en su nuevo switch que habia comprado a escondidas.
―Quiero papas fritas― dijo la rubia mientras tocaba la mejilla de Marcy.
Ella, cansada de los incesantes golpes de la mayor empujó su mano ―Ve por ellas al supermercado, queda cerca. Anda, te llama tu mamá.
―Pero es divertido esto― respondió Sasha
―No, no lo es. Suéltame ya, Waybright...!
―Nooop― insistió con un tono burlón.
Marcy intentó escapar de Sasha de distintas maneras, retrocedió y avanzó; se escondió entre los toboganes y se subió a los pasamanos. Por supuesto no aguantó mucho tiempo en ese lugar por lo que mejor se dejó caer.
―Quiero papas― siguió.
―Y yo un momento de tranquilidad ¿¡Puedes dármelo!?― dijo la azabache, alterada.
―Un beso, es un buen negocio.― tomó fuertemente la mano de Marcy con la esperanza de que ella cediera ante tal petición absurda.
―Ni hablar.
―Anda, no seas tan fría conmigo.
―Estamos a muchos grados, sobrevives a esta.
―¡Mar-maaar!― suplicó sacudiendo a la menor de un lado a otro.
―No quería verme obligada a sacar esto, pero, ante la negativa me es necesario hacerlo.
―¿Besarme?
―No, Elizabeth. Déjame en paz.
Los ojos de Sasha dejaron de brillar, casi podía verse oscuridad en toda su expresión.
―¿Disculpa?
―¿Qué es lo que no te ha quedado claro, Elizabeth?
―¡No me llames así!
El rostro de la rubia se vio ligeramente enrojecido, de repente la atención de Marcy se desvió y quiso adivinar si esa reacción era por vergüenza o enojo.
