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Aquellos ojos oceánicos me miraban con amor, comprensión, seguridad

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Aquellos ojos oceánicos me miraban con amor, comprensión, seguridad. Podía ver qué ella sabía lo que sentía, lo que decía, lo que quería...

―Te daré más tiempo. Me apresuré demasiado.

―¿Disculpa?― pregunto sin saber que es lo que está diciendo.

―Sobre un noviazgo.

La cuestión me sorprende un poco, ella de repente habla cuando solo acordamos en hacer tarea durante esta tarde.

Pienso detenidamente lo que voy a decir ―¿Es necesario? ¿Más tiempo? ― pregunto cabizbaja.

―Si tu quieres...

He pensado esto más de una vez ¿Nos estamos apresurando mucho? ¿Yo estoy lista para una relación?

―Quiero hacerlo ahora. 

Me mira soprendida, sus ojos brillan más que los otros días, parece que está a punto de llorar.

―¿Es en serio?

―Si. Solo hace falta tu consentimiento y...

―¡Claro que quiero!

Me abraza, se nota un sentimiento diferente, ya no hay más incertidumbre ni problemas. Su abrazo ahora se siente delicado, cómo si yo fuera una muñeca de porcelana.

―Te amo.― comienza a frotar toda su cabeza en mi hombro ―Te amo muchoo, te amo, te amo.―

Tomo su cara entre mis manos y comienzo a acariciar suavemente la misma. ―Y yo a ti, te amo.― pude ver cómo tal acción le hizo ponerse nerviosa pero al mismo tiempo anhelaba cada tacto.

Hago un breve pero amoroso camino de besos hasta sus labios donde deposito un casto beso.

La perilla de una puerta se escucha girar y un hombre intimidante entra a la casa. Sus ojos se fijan en mi con el semblante más frío que he visto ¿Debería huir? ¿Sasha me ha mentido y en realidad estamos en una casa ajena? ¿Es una asesina?

Sasha mira hacia mi dirección y nota que estoy palida, helada, asustada. Suelta una pequeña risa y me da unos pequeños toques en la mejilla.

―La estás asustando, papá.

―¡Oooh! Soy tan terrorífico.― suelta unas fuertes carcajadas.

Toda la imagen intimidante que tenía en la cabeza se ha esfumado y ahora solo queda una persona alegre. No esperaba menos de la familia quien ha hecho el sol que ilumina mis días.

―B-buenas...― digo tímida.

El señor esboza una agradable sonrisa ―Es un gusto por fin conocer a la chica de quién tanto habla mi pequeña.

La cara de Sasha comienza lentamente a tornarse roja.

―¡VAMONOS!― toma mi mano y me desplaza hasta su habitación.

Esperaba algo más desordenado, sin embargo, era más organizada de lo que aparentaba. Tenía una repisa de trofeos y muchas notas sobre un pizarrón.

Comencé a sentir sus manos sobre mis hombros hasta que me hizo sentar en la cama. Observo detenidamente todo su rostro y me doy cuenta de lo afortunada que soy por tener a alguien así en mi vida.

Ella me mira fijamente, nerviosa y un tanto insegura. Pienso lo más candente que se me puede ocurrir y siento mi cara arder. Que vergüenza.

Sus ojos miran mis labios y se acerca lentamente. Deja escapar una pequeña risa nerviosa y me da un dulce beso en la mejilla.

Después de unos segundos en total silencio ella toma todo el valor que tenía guardado en si y aprieta fuertemente mi brazo.

Ante el dolor, suelto un quejido y ella deshace el agarre asustada.

―¿Pasa algo?― exclama asustada.

―N-no...

―¿¡Te lastimé!? Lo lamento, lo lamento.― agacha la cabeza arrepentida.

―No, no fuiste tú, fue...― hago la pausa en el momento indicado. Sin embargo, ahora tengo ganas de morirme, he dicho más de lo que ella  necesitaba escuchar.

―¿Fue alguien? ¿Qué?

―Nada, olvídalo.

―No mientas mar-mar.

Sasha no aparta su vista de mi. El contacto visual me pone jodidamente nerviosa, por lo cual, prefiero apartar mi vista y tal vez...confesar todo.


La melodía de tu corazón - Sasharcy Fanfiction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora