Marcy Wu era una prodigio con la música pero una que estaba enfrentando el pánico escénico. Sasha Waybright es una adolescente mimada, linda y con gran fama que acaba de mudarse a una pequeña ciudad.
El camino de ambas va a coincidir cuando Sasha e...
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Por supuesto el camino fue muy desastroso, pero no creí que tanto.
Esa extraña noche escuché a Marcy Wu, mi chica de hierro, llorar por tercera vez en la noche...
Ese era el apodo que le había puesto, "chica de hierro" era como el hierro que en situaciones específicas podía decaer y volver a ser frágil. Había pasado por tanto, tan desgastada.
Subo por la escalera y abro la puerta, la veo en posición fetal. Sigue siendo mi Mar-mar. ―¿Estás dormida?
―No
Sonrío cansada, mis ojeras son pronunciadas, sé que podría tomarme un descanso para apoyar a mi novia, pero en cierta parte, siento que estoy defraudando a quienes me aman y apoyan.
―Escuché tu llanto. Mis papás están preocupados.
―Lloraré más bajo. ― se apoya sobre sus manos para sentarse al filo de la cama.― Sé que estos días soy un poco más insoportable, pero dame más tiempo y...
―No es un reclamo, cariño. Todo está bien.― interrumpo ―solo quiero saber si puedo ser de ayuda.
Extiende sus brazos ―¿Te había dicho que tus abrazos son reconfortantes? Solo abrázame y no me sueltes hasta que lo diga ¿Si?
Dejo escapar una risa breve ―Está bien.― me acerco a ella para abrazarla y ella se aferra a mi espalda. Siento mi hombro húmedo. Otra vez está llorando.
Mis ojos se humedecen, los limpio rápidamente ―Creo que también soy frágil.
―Pronto acabará ¿no?
―Lo hará.
―¿Estarás a mi lado? ¿Incluso si no es pronto?
―Yo siempre estaré aquí.
―Mentirosa. Te ves tan mal, no creo que soportes más a mi lado.
―Estás situaciones te hacen ver quién realmente te ama. No hay mejor prueba para demostrarlo. Quiero enseñarte que te amo, que estoy perdidamente enamorada de ti, te amo como nunca amé y nunca amaré a alguien.
―Mentirosa.
―Deja de decir eso.― le dí una pequeña palmada en la espalda. ―Soy sincera contigo todo el tiempo. Déjame enseñarte el verdadero amor.
―Ya lo haces, todo el tiempo. Gracias por todo. Soy tan feliz de ser tu novia.
★
Era otro día más. Nuevamente en un congreso. El padre de Marcy estaba alterado, gritando estupideces, al principio creí que era un señor que sabía lo que hacía y nos sería difícil ganar contra él. Si había ganado contra una demanda fue por su dinero, el juicio se alargaba demasiado por lo cual sospeché de algo.
Obviamente el estaba metiendo sus sucias manos en esto. Decía cosas tontas, presentaba pruebas sin sentido y sobretodo, agredía verbalmente a su propia hija.
Aunque hoy, es algo diferente, es más hostil con Marcy.
―¿Qué necesita que le diga, juez? Mi hija ha sido malagradecida todo este tiempo. Es tan mala que ahora está presentando denuncias en nuestra contra.― pone sus brazos sobre la mesa ―Muchas veces alcancé a verla autolesionarse y después culparme de ello ¿Cree que soy el malo?
―¡Eso es mentira!― dice Marcy entre lágrimas.
―¿Mentira? Incluso me amenazaste con hacer miserable mi vida presentando una denuncia falsa.
Mi sangre hierve, ese maldito imbécil pone las cartas a su favor y busca limpiarse las manos.
―He presentado bastantes pruebas en tu contra, padre. No hay evidencia que respalde lo que dices.
―Tu madre sabe. Ella lo escucho.
Marcy ve a su madre, con esperanza en que ella desmienta todo. Su madre estaba enfurecida con ambos por lo cual no encontraba lógica en qué tomara un bando.
―Mamá, sabes lo que pasó en realidad.
Su madre voltea a verla, tiene un semblante serio, frío, sin ningún rastro de humanidad. Logro ver una sonrisa disimulada formarse en sus labios.
―Lo que dice tu padre es cierto, Marcy. No puedo creer que seas tan cínica para negarlo.
Marcy en una mezcla de emociones negativas, se alza para gritar a la señora Wu. ―¡ERES UNA MENTIROSA! ¡UNA FALSA! ¡AHORA TE PONES DEL LADO DE PAPÁ!
El abogado logra tranquilizarla y pide un descanso. La madre de Marcy se acerca a ella ―¿Cómo terminamos aquí, niña?
―Tú fuiste la culpable. Tú y tus maltratos.
―Si, pero remontandonos antes...déjame decirte que la culpable del desmorone de la familia fuiste tú, de arruinar mi vida, fuiste tú...de...haber provocado la muerte de tu abuela...
―No, silencio. No me vas a manipular.
―Fuiste tú.
―Ella murió por razones naturales.
―Pues si, eventualmente moriría. Pero si tú no hubieras nacido...
―¡Si ella murió hundida en tristeza fue por tu maldita culpa!
―Di lo que quieras, pero, ¿te imaginas que hubiera pasado si no existieras? Lo feliz que seríamos, ella seguiría viva, sin tener una carga tan fastidiosa como tú.
Las lágrimas escapan de los ojos de Marcy, me acerco a ella para anunciarle que el Juez ya va a dictar la conclusión. Puedo verla afectada,shockeada, ha sido un día duro para ella.
Nos sentamos en nuestros correspondientes lugares, todos están expectantes a la decisión del juez.
