『𝟶𝟽: 𝙳𝚊𝚛𝚔 𝚘𝚌𝚎𝚊𝚗 』

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Un pequeño cachorro corría por toda la habitación, pasando su carro de plástico. Jugaba por las paredes, los muebles y estantes, rodeando los floreros. De vez en cuando elevaba el juguete mientras hacía un adorable sonido con su boca, murmurando cosas que nadie entendía menos él. Tiro su cuerpo al suelo, empezó a gatear mientras empujaba el móvil de juguete, ahora no era una camioneta en el desierto, ahora era un carro de ladrones mientras que el cachorro era la policía.

Tomó uno de sus muñecos y lo planteo como su compañero mientras corría donde estaban las sillas de su comedor y jalo de ellas a la sala. Con su poca fuerza de un pequeño de dos años logró dejarla en mitad de la habitación principal. Volvió a imitar su acción con otra, dejándola a una altura de su justo. Acto seguido corrió a su habitación y trajo su manta favorita, la que había robado de su madre. Subió a la silla con los pies descalzos e impulso la manta para qué creará un tipo de forro que cubriera el interior.

Volvió a darse una carrera a su habitación y jalo almohadas de su cama. Luego el saqueo fue a la habitación de sus madres y tomó prendas de la mayor de las dos, amaba el aroma de roble que su madre poseía, lo hacía sentir tranquilo. Tiro todo dentro de su fuerte y salió por última vez para jalar su canasta de juguetes. Sacó sus carros de construcción y bloques de lego que le habían regalado en su cumpleaños, o sea hace dos semanas.

Su mamá se encontraba en la cocina todo el rato, algo insegura por los ruidos que había escuchado. Al ser sábado, no se había preocupado por pedirle a la nana de su cachorro para que venga a cuidarlo. Grabe fue su error de confiar en el pequeño y dejarlo suelto en su sala para que se distraiga mientras ella se asegurará que las verduras no vayan a quemarse.

La omega aseguró que todo este apagado y en orden antes de tomar un trapo e ir secando sus manos a la par que salía de la cocina. Noto que faltaban elementos en su comedor y cuando giro para bajar el escalón que separaba el lugar de comida de la sala principal se vio obligado a soltar el trapo por la sorpresa que se llevó al observar toda su sala de estar en completo desorden y con algo que supuso que eran las mantas.

— ¿Park Jimin que se supone qué es esto? — su ceño se frunció mientras que cruzaba su brazo y caminaba en dirección a la estructura que había en medio de sus muebles.

Quito la tela y encontró a su cachorro acumulando bloques en tu tractor de juguetes. Por su actitud podía inferir que no le había escuchado.

Su hijo cuando quería meterse en su mundo lo lograba de una manera tan fácil que le sorprendía.

—¿Qué es lo que estás haciendo? — pregunto la omega, colocándose a su mismo tamaño.

Tomó unos segundos para analizar bien el sitio que había construido. Jimin solo contaba con dos años recién cumplidos y había logrado construir todo con una gran habilidad. Se dio el tiempo de aspirar y activar su sentido de omega mayor para detectar las feromonas de su alfa en todo el espacio. Escaneo con detalle a su hijo, parecía no tener daño por lo que había hecho. Su cabello castaño estaba revoloteado y sus orbes esmeraldas brillaban en alegría. Lo que más le sorprendió fue como vestía una de las camisas de su esposa y abrazaba el oso de peluche que le había regalado hace cinco años.

Su notorio apego le emociono un poco, el favoritismo era lo de menos. Su pequeño estaba destinado a ser un omega.

 — Casa. — el bebé tartamudeo con una sonrisa, mirando lo que había alrededor.

Se sentía orgulloso de lo que había hecho. Jimin había mostrado grandes habilidades desde la vez que llego a su vida, su primera palabra fue a los cuatro meses y aprendió a señalar apenas a los seis. Cuando llego al año sabía correr y bajarse de la cama con toda facilidad, logrando comunicarse con quien deseaba con gran destreza. Ambas familias cuando se juntaban a ver al primer cachorro que tenían en años quedaban expectantes de la noción del mundo que el bebe tenía. La pequeña familia no podía sentirse más orgullosa del prodigio que estaban criando.

FILTER NIGHT || YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora