FILTER NIGHT || YOONMIN

『𝟷𝟶: 𝚏𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍𝚕𝚢 𝚍𝚒𝚗𝚗𝚎𝚛』

La iluminación fue una de las cosas que más le había impresionado del lugar. La forma en la que los candelabros caían y formaban figuras que lo maravillaban. El ambiente era uno al cual nunca había asistido y se veía impresionado por la gente que estaba a su alrededor vistiendo elegantes trajes y hermosos vestidos. Muchos portaban relojes que podrían salvar la economía sé algún país latinoamericano, otros presumían sus aretes de oro al igual que sus accesorios de plata. Todo era lujoso y de glamour puro, un espacio que le encantaba por la delicadeza y elegancia que mostraban.

El restaurante como infraestructura le parecía genial, estaba ubicado en medio de la ciudad y contaba de tres pisos. Cuando llegó le fue increíble el espectáculo que estaba mostrando el chef frente a unos comensales en una parte exclusiva. El fuego se levantaba y la comida volaba sin verse extraño. Sabía que algunos lo vieron extraño al acercarse a ver como el cocinero se lucia frente a ellos, pero era algo que jamás había visto. Yoongi tuvo que sacarlo ahí a rastas con la excusa de que luego seguiría viendo las cosas.

El piso en el que estaban tenía una pared llena de vidrio de la cual se podía observar la ciudad desde una gran perspectiva. Las mesas eran cubiertas por un mantel blanco y las sillas tenían un diseño de tonos rojizos. En medio había de esas cosas que él había visto y que le agradaron; la reservación que Yoongi había hecho no había sido ahí. El bar se encontraba en medio y tenía una gran cantidad de botellas mientras que en medio había una persona que iba mezclando sus bebidas. El alfa tuvo que jalar al omega de su brazo para que no se le vuelva a escapar.

La zona en la que ellos iban a estar era apartada de las demás y de la música. Había una zona exclusiva en los balcones donde la mesa era redonda y el mantel tenía elementos más detalles y las sillas tenían otro estilo. Había dos platos y varios cubiertos al rededor que no entendía; él solo comía con un cuchillo y tenedor y ya. Había una servilleta doblada de tal manera que usarla le dolía en el alma.

Yoongi le explicó con toda paciencia para qué eran las dos copas, porque había tres tenedores y para qué era la servilleta. Cuando llegaron los pañuelos calientes, Kitty se limitó a dejarlo ahí nomas por el nerviosismo de no saber qué demonios hacer. El alfa él enseñó que era para limpiarse las manos, servía para desinfectarse. Era una extraña costumbre asiática que ellos habían adoptado. Luego de eso llegó los primeros aperitivos y el menú de una gran cantidad de platos italianos. Los ojos del menor no solo estaban en que venía en el platillo, sino también en los precios que le parecías totalmente absurdos. No sabía leer números, pero ver tres cifras ahí le daba miedo.

— ¿Qué se te antoja? — pregunto Min mientras cerraba el menú y le sonreía.

— La verdad es que no conozco nada del menú. — el palillo que estaba entre sus labios se movió de lugar, importándole poco la mirada que Yoongi daba sobre él. Ya le había explicado que era para otra cosa, pero la verdad es que poco le importaba lo que le decía. — Nunca he probado comida italiana.

— Siempre hay una primera vez para todo.

— Eso deberías aplicarlo en tu habitación conmigo. — le soltó mientras su mirada cambiaba. De tener una postura confundida paso a rodearse de aquella aura seductora y picará.

— No me cambies de tema. — la sonrisa se borró. — Y para tu información, yo si he tenido sexo. No sería mi primera vez. — explico mientras tomaba una copa de agua que le habían servido y bebía un poco.

— ¿En serio? Tienes cara de virgen.

— Es un alago para mí. — mostró poco interés.

— Caerás tarde o temprano, eso yo lo sé. — dejo el menú y apoyo sus codos en la mesa. Su sonrisa lo decía todo. — Todos los hacen.