『𝟶𝟻: 𝙲𝚘𝚞𝚗𝚝𝚎𝚛 𝚖𝚒𝚛𝚛𝚘𝚛 』

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La puerta fue azotada bajo su tacto, pero la persona al otro lado se había alejado lo suficiente para que su presencia no le altere más de lo que debía. En ese momento Jungkook realmente agradecía haber nacido como un beta, de lo contrario estaba seguro de que si pudiera detectar las feromonas de enojo, él ya hubiera abierto la puerta mientras mostraba su cuello como señal de sumisión. Busco en su habitación una salida que le dé un escape exitoso, cosa que no encontraba. Lo más fácil sería tirarse por la ventana, claro que con una altura de tres pisos los daños eran asegurados.

Era romperse un hueso o enfrentarse a Min Yoongi... No sabía cuál podría ser peor.

- ¡Min Jungkook abre la maldita puerta de una jodida vez! - grito por tercera vez, volviendo a golpear la manera.

Algunos empleados se habían acercado para analizar qué era lo que estaba sucediendo, incluso una beta trajo consigo el manojo de llaves para poder darle acceso a la habitación. Todos retrocedían al ver el cuerpo del alfa mayor rígido y con sus ocelos morados prenderse en llamas. Tenía los ojos oscurecidos y los puños apretados, manteniendo sus sentidos de ataque. Su presencia era tan fuerte que hasta el omega, a algunos metros, había sentido el aroma del contrario, haciendo que quiera esconderse.

Igual Yoongi no podría hacer nada encontrar de Kitty, él no tenía la culpa, solo era un trabajador.

- Si me abres la puerta, trataré no golpearte. - su voz fue más suave, haciendo que Jungkook volviera a abrir la puerta del baño dentro de su cuarto.

Se acercó al marco, sintiendo la misma tensión y el sonido de disgusto que el lobo de Yoongi soltaba. Ninguna era una buena señal.

- No te creo nada.

YoonGi volvió a gruñir.

- Jungkook abre la puerta. - volvió a ordenar. - Intentaré no golpearte, ya te lo dije.

- Que no te creo.

Yoongi apretó el puente de su nariz, se apoyó la pared del pasillo mirando al otro lado, ¿debería romperle la puerta? No, su madre podría reprenderle por ello y su propósito era sacar al omega que estaba interrumpiendo entre su cama.

Él mismo soltaba un gruñido al pensar en un tercero infestando su habitad con feromonas empalagosas.

- Yo le dije a mi madre que te aborté. - soltó en un murmuro.

El alfa sabía que debía de calmarse lo más rápido posible. Sus feromonas lo azotaban sin piedad, cosa que podría de generarle un celo agresivo, eso solo confundiría al omega. La última vez que había sucedido un ataque de hormonas fue hace casi cuatro años, luego de qué...

Su lobo gruñó al momento que la imagen volvía a su mente. No quería llenar su cabeza de memorias traumáticas.

- ¿¡DISCULPA!?

- Que abras la puerta.

- Que no.

- Bueno, puedo quedarme aquí todo el día, tendrás que salir en algún momento. Nada más reflexiona que entre más tarde en salir, peor será tu castigo. - Yoongi escucho un quejido del beta, mostrando una sonrisa ganadora cuando el cerrojo de quito.

Cuando la puerta se abrió y el rostro de Jungkook miro con los ojos llenos de temor a su hermano. Su cuerpo al instante fue tirado para atrás por el puñetazo que entro en contacto con todo su rostro, haciendo que tropiece y termine en el suelo. Yoongi ni se molestó en fruncir el ceño ante el dolor que apareció, la adrenalina que lo recorría cancelaba cualquier sentimiento de dolor que su sistema nervioso pueda emitir.

- ¡Dijiste que no ibas a golpearme! - lloriqueo entre lágrimas mientras sobaba su nariz. Pudo romperle el tabique. - ¡Le diré a mamá!

- Adelante, yo le diré que compraste una prostituta para mí.

FILTER NIGHT || YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora