『𝟷𝟾: 𝚌𝚑𝚎𝚎𝚔𝚢 𝚔𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜』

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El estruendo volvió a sonar por toda la habitación al momento que los libros que se había guardado en estantes hayan terminado en el suelo en un golpe seco. El alfa busco otra cosa para poder tirar al piso, fue sacando cojines de los muebles que tenía y los golpeaba para poder liberar toda la ira que sentía. Pateaba las cosas que había en el suelo y gritaba de vez en cuando al momento de ver como sus nudillos se colocaban de color blanco. Nuevos objetos terminaron en el suelo y el alfa empezó a gruñir al sentir que su enojo no había sido saciado. No le importo mucho y empezó a tirar otras cosas que serían más difíciles de organizar como plumones y lápices. La lámpara también terminó en el suelo al igual que un cuadro en la que había una foto de la mascota de Min.

El mayor se paró en medio de la habitación y empezó a respirar de manera enfurecida. Fue caminando por todo el lugar cuando de pronto su puño choco contra el muro distintas veces hasta que sus nudillos empezaron a tornarse de color rojo. Las manchas quedaron en la pintura oscura y el ardor hacía que su molestia se vaya disipando. Cerró los ojos para buscar un poco de paz y contó hasta diez en su cabeza que su reproducía las imágenes de la noche anterior. Cada vez que recordaba el morado en el cuello de ajeno sus ojos se inyectaban de sangre y la mirada no hacía más que oscurecerse.

— ¿Acabaste tu pataleta? — la voz femenina resonó en la habitación.

El alfa giro al ver a la omega que estaba sentada en uno de los sillones intactos, su aptitud despreocupada y entre sus manos un periódico con las últimas noticias. No era como que este al lado de un alfa mayor durante un ataque de ira, las feromonas eran más que clara en todo el ambiente y nadie parecía querer acercarse, menos ella que al sentirlas no se doblegaba. Era la única que podría tolerarlas y es por ello que esperaba a que su amigo termine de liberarse para poder entender por qué la había llamado y cuál era la razón de que sus cosas estén regadas por el suelo.

— Lysan, ¿Qué te dijo Yoongi de golpearte? — le reclamo Zoe mientras leía los títulos y buscaba algo interesante.

— Me importa un carajo lo que diga ese imbécil. — la omega rio al escuchar las palabras del lobo de su amigo que tenía el control de la conciencia y eso era evidenciado por el rubí en sus ocelos. — Es su culpa. ¡Por la culpa de Yoongi estoy perdiendo a mi omega!

Esta vez golpeó el sillón donde se había acostumbrado a dormir hasta sentir que su brazo empezaba a adormilarse y su cuerpo le pedía un descanso. Luego de casi cuarenta minutos de puro caos se tiró a su cama y busco la almohada con la que Kitty solía dormir, esta apestaba a café. Su garganta mandó la bilis y él no tuvo otra opción que arrojar el cojín.

— ¿Estás mejor? — preguntó Zoe al momento de bajar su mirada a las letras en negritas.

— No, aún quiero golpear la cara de ese maldito alfa. ¡No es justo! ¡Kitty es MI omega! ¡QUE SE BUSQUE A OTRO CHICO! — el alfa se giró y dio su cara al colchón para poder ahogar sus gritos y golpear a ambos lados.

La omega dejó su periódico y se levantó de su lugar para ir a donde estaba su amigo. Se sentó al lado de Lysan y empezó a sobar sus cabellos anaranjados, en voz baja tarareaba la canción que tanto le gustaba y en medio de dicha melodía le soltaba frases que trataban de animarlo. Sus ojos estaban centrados en su cuerpo inerte que mantenía su respiración pesada, pero podía notar como seguía presionando la sabana hasta que su mano remarque las venas. De un segundo a otro noto como el alfa se giraba y empezaba a restregarse por toda la cama, incluso en almohadas que no había tirado. Ella lo entendió como una señal de territorio; no se apartó porque sabía que el alfa no le molestaría.

Sus feromonas no se intercambiaban en esos momentos de conexión.

— Ven, pequeño alfa. — sin temor tomo al cuerpo que se aferraba a un peluche de gato. Se lo trató de arrebatar, pero este soltó un gruñido que de verdad la asustó. — A ver, alfita; dime qué es lo que hace que saques los colmillos.

FILTER NIGHT || YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora