Katy y el Dolor |+18| #3 de la Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️

Capítulo 13.

Katy: 

Se podría decir que estaba feliz y algo conforme con la decisión que he tomado, aun siento algo de miedo del que dirá mi padre sobre esto, así que por el momento no le diré nada. 

Desperté con Franco a mi lado, Enzo aun dormía en el colchón junto a la cama, estaba abrazada a el, estaba calentito y se sentía bien, era la primera vez que dormía con alguien en mi propia cama, me removí para poder levantarme pero me aferró mas a el. 

—No te muevas —habló con voz rasposa—, se siente bien dormir así contigo.

Rei —Debo levantarme, tengo que ir a trabajar. 

—¿Y si no vas? —aun tenia sus ojos cerrados. 

—Trabajo para tu madre, no puedo dejar el trabajo tirado Franco.. 

—Bien —me soltó— ve a arreglarte, voy a prepararte café.. 

——Gracias -me levanté.

—¿No se te olvida algo? —abrió un ojo. 

—No —negué sonriendo.

Salí de la habitación para ir al baño, aun era temprano así que tenía tiempo para arreglarme, me duché, asee y lave mis dientes, salí del baño y ya Enzo no estaba en la habitación, había recogido el colchón y Franco ordenó la cama, busqué en el pequeño closet mi ropa, me puse un Jean azul y un suéter blanco, mis converse del mismo color, me recogí el cabello en una coleta y no me maquillé. Sali hasta la cocina y ahí estaban ellos tomando café.

—Te preparé pan tostado, debes comerlo ¿vale? —Franco lo colocó sobre la mesa. 

—Gracias.

—Buenos días —Enzo besó mi mejilla.

—Buenos días ¿Cómo dormiste? 

—Pues.. bien, aunque hubiese dormido mejor si despertaras conmigo, pero no me quejo —levantó las manos.

—No seas tonto Enzo —Franco se sentó a mi lado— come un poco ¿si? No me gusta eso de que no desayunes, se que las pastillas que tomas te quitan el apetito pero, eso no es muy sano.

—Lo siento.. —baje la mirada— es un anti depresivo.

—¿Cuándo fue la última vez que estuviste en terapia? —preguntó Enzo. 

—Hace dos años ¿porque? 

—Pues deberías ir de nuevo, claro si estás de acuerdo, quisiera que alguien te viera, un buen médico y que te prescribiera nuevos medicamentos que no afecten tu salud ni tu alimentación, es solo una recomendación, yo quiero que estés bien —Franco beso mis labios. 

—Lo pensaré ¿esta bien? —el asintió— ya vámonos, no quiero llegar tarde. 

—Bien —nos levantamos—, te dejamos en la casa de mamá, nosotros iremos al departamento a cambiarnos para ir a trabajar. 

Ordene un poco la cocina, tome mis cosas y los tres salimos de mi departamento, subimos al auto y luego de varios minutos me dejaron en la casa de sus padres, nos despedimos, baje del auto y toque la puerta, como siempre la señora Moretti me recibió.

—Buen día Katy, pasa. 

—Buen día señora Moretti —sonreí. 

Pase y caminamos de una vez a la cocina, ella como todos los días me daba indicaciones, ya me las sabía de memoria, pero aun así prestaba atención para hacerla sentir más segura sobre los cuidados de su esposo. Luego, ella se fue, como todos los días acompañe al señor Ángelo en sus charlas sobre como es Italia, su familia, siempre tenía un tema para hablar.