Capítulo 36.

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Franco:

 Desperté temprano, palmee a mi lado, Katy no estaba, talle un poco mis ojos, vi a mi lado y estaba Enzo babeando mi almohada. Iba a despertarlo, pero mejor no, que él se encargue de lavarla. Me levanté y fui de una vez a asearme, tenía solamente el pantalón de chándal puesto, salí a la cocina, olía muy bien, en la cocina estaba Katy junto con Sabina y Cameron.

 —Buen día —sonreí leve.

 —¡Franco! Cúbrete amor —Katy me miró mal.

 —Estoy en mi departamento, no lo haré —entrecerré los ojos.

 —No habrá desayuno para ti en días —sonrió maliciosa.

 Sé lo que significa eso, corrí a la habitación de nuevo y me coloque una camisa, salí de nuevo y me coloque detrás de ella en la cocina. 

 —Ya lo hice —me metí en su cuello.

—Bien, tu desayuno está listo mi tomatito.

Odio ese apodo, ¿de dónde lo habrá sacado?

—¿Te puso tomatito? —Sabina reía.

—Sí, está precioso el apodo para él, ¿verdad amor?

—Si amor, me gusta —murmure. 

—Hoy iré a ver a mi padre, voy con Sabina

—Pensé que iríamos los tres.

—No, hoy quiero ir solo con ella, ¿está bien? —asentí.

—Ve a arreglarte Katy Kat, se hará tarde —ella asintió.

Ambas se fueron a la habitación de Enzo, me quedé en la cocina con Cameron.

—Te recomiendo que la vigiles —me dijo.

—¿A qué te refieres? —fruncí el ceño.

—Amo a mi novia, ella es lo máximo, pero a veces le da el toque de la locura —se acercó y me susurro— temprano la escuché hablar por teléfono con Katy, Sabina la invitó a un club a bailar, eso significa peligro.

¿Peligro?

— A ver, déjame ver si entendí, dices que Sabina invitó a bailar a Katy —asintió— hoy —volvió a asentir.

Esto no me da buena espina, Katy no puede beber alcohol.

—Por un lado, no te preocupes, Sabina no la hará beber alcohol, solo que ese lugar estará lleno de hombres y eso no me gusta para nada —negó.

¿Hombres? Oh no, eso no lo voy a permitir.

Pero no puedo seguirla o prohibirle que no salga, eso no está bien, mierda, ¿Qué hago?

Ambas salieron de la habitación, mi Katy vestía un jean de cintura alto, una blusa de tirantes y llevaba una chaqueta negra encima y botas negras, joder estaba muy hermosa.

—Nena. ¿Regresarás muy tarde?

—Algo así, estaré toda la mañana con mi papá y luego saldré de paseo con Sabina, estaré bien, no te preocupes —llego a mí y me dio un beso.

—Está bien —la miré no muy convencido.

Ambas salieron del departamento, automáticamente llamé a mi mamá.

Hola amor buen día

—Ma, cuando Katy salga de la casa, ¿podrías llamarme?

Claro hijo, ¿pasó algo?

—Nada malo ma, te hablo después —colgué.

Enzo salió de la habitación dormido. 

—¿Sabes a qué club irán? —le pregunté a Cameron.

Katy y el Dolor |+18| #3 de la Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora