Capítulo 38.

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Katy: 

Al día siguiente..

 Hoy estaba en la consulta con mi terapeuta, le pedí a Sabina que me acompañara, ya que Enzo y Franco tienen que trabajar y todo esto hoy debería hacerlo sola.

—Bien, Katy, has mejorado mucho —me sonrió— eso es algo gratificante.

 —Si doctora Lee, todo ha sido mejor para mí en este tiempo —sonreí— quisiera preguntarle algo.

—Te escucho.

 —Tengo la leve sospecha de estar embarazada —dije nerviosa—, como ya sabe, aún tengo depresión, en caso si llegara a estarlo, ¿los medicamentos afectarían a mi bebe?

—Llevas más de un mes sin tomar medicamentos —asentí— ¿te has sentido mal? —negué— los ejercicios que has hecho, los cursos, has salido más, estás trabajando, tus parejas te ayudan emocionalmente, has sido totalmente independiente todo este tiempo, así que si llegas a estarlo, no van a afectar a tu bebé, ya que no la tomando, en dado caso, si llegas a sentirte mal o decaída, no dudes en venir a mi consulta y te recetaré nuevos medicamentos que no dañen a tu bebé.

—Así lo haré, gracias doctora Lee.

 Termine de hacer mi consulta y salí.

—¿Todo bien Kat?

 —Así es, estoy muy bien —ella me abrazó.

—No sabes lo feliz que me hace oír eso, ahora ¿a dónde vamos?

 —Ya verás.

Ambas salimos de la clínica, decidí caminar hasta mi destino, el día estaba hermoso y quería disfrutarlo.

 —¿Qué hacemos en una clínica?

—Me hice una cita con una obstetra

 Ella abrió los ojos muy sorprendida, se tapó la boca sorprendida.

—¿Estas..? —hablaba sorprendida.

—No lo sé —reí nerviosa—, hoy lo voy a averiguar.

 Sin esperar más entramos a la clínica, di mis datos y ambas nos sentamos en la sala de espera.

—Tus novios se volverán locos —Sabina chillo feliz— si resulta que estas embarazada tenemos que organizarle una mega sorpresa.

 —Bueno, esperemos que me dice la doctora.

Esperamos por media hora hasta que la enfermera me dio el pase junto con Sabina.

 —Bien, Katy ¿a qué debo tu visita? —la doctora era muy linda.

—Creo que estoy embarazada.

 —¿Crees?

—Sí, es que llevo una semana de retraso, yo no soy irregular y pues solo quiero salir de dudas —apreté las manos.

 —¿Has tenido algún síntoma? —negué— por lo general no muchas mujeres sienten síntomas, aunque cada embarazo es distinto —empezó a escribir en una tarjeta— ¿dolor abdominal? —negué— ¿mareos? ¿Fatiga? ¿Náuseas?

—Nada de eso, doctora, me siento perfectamente bien.

 —Bien, te haré una ecografía para descartar cualquier duda —se levantó.

Nos guió hasta el otro lado de su consultorio, me recosté sobre la Camilla y levante mi blusa.

—¡Vaya! Tienes el vientre bastante abultado —ella sonrió.

 Encendió la máquina para hacer la ecografía, me colocó ese gel frío sobre mi abdomen y empezó a mover el aparato.

—¿Qué es eso, doctora? —miraba tres puntos sobre la pantalla.

Katy y el Dolor |+18| #3 de la Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora