Katy Jones después de salir de aquel infierno en el cual fue cautiva por meses, se fue a la ciudad de San Francisco a superar sus traumas y miedos, con la ayuda de su padre. Hasta que un día, tomó la decisión de regresar a New York para empezar desd...
Sobre aquel escritorio aquella mujer rubia disfrutaba de su "triunfo" temporal, estaba satisfecha de proporcionar aquella información de forma anónima.
—Esto a penas empieza hermanita —reía.
Se regocijaba con el daño que le hacia a su hermana, pero ella no estaba conforme, quería herirla aún mas, quería destruirla.
—Oye Kate, escuché las noticias sobre lo de tu hermana —le dijo su compañera de trabajo.
—Pues si, no sabia nada de eso, la verdad me siento mal que ella haya hecho todas esas cosas —fingía tristeza.
—Bueno Kate, solo debes apoyarte en tu familia, no mereces una hermana así, eres demasiado buena. —Kate asintió a lo que dijo su compañera.
Y la cosa era al revés Katy no merecía a la familia que le había tocado.
Aquella mujer con una sonrisa de satisfacción salió de aquella oficina, su trabajo de periodista le facilitaban las cosas ya que podía enviar y recibir información de forma anónima ya que en su columna su nombre era totalmente secreto, ya que ella se ganaba la vida inventando chismes de personas importantes, su más grande proyecto era averiguar sobre la familia Moretti y no pudo lograrlo hasta que vio la oportunidad cuando su hermana salía con ambos Moretti.
Llegó a su casa y recibió una llamada, era su mas grande informante hasta el momento.
—Querida Lily, estaba por llamarte. —ella sonreía de lado.
—Acabo de ver el bombazo —Lily reía desde la otra linea— eres terrible, veo que no me voy aarrepentir de haberte dado esa información.
—Pues te lo agradezco, fue de mucha ayuda.
—Recuerda que nadie debe saber que te di esa información sobre mi y Enzo.
—Por eso no te preocupes, nadie podría sospechar de ti, estas del otro lado del mundo —ella rió.
Pero Kate no era tonta, ella tenia una carta bajo la manga, ella sabe perfectamente que van a culpar a Lily del hecho, solo la usaba para lavarse las manos y echarle la culpa a chica.
—Confío en ti, en unos días te daré la información final, te daré una pista, Drogas.
—Esperare ansiosa por la información, adiós Lily —ella colgó la llamada.
Kate tenia copias de las llamadas, mensajes, correos electrónicos entre ella y Lily, nada se le podía escapar de las manos, en caso de poder chantajearla y que no puedan involucrarla.
—Que tonta eres Lily —reía— lo que hace una mujer por despecho.
La puerta de su casa sonaba, ella con una sonrisa radiante fue a abrir, al hacerlo su flamante novio estaba esperándola.
—Que hermosa estas hoy ¿Por qué tan feliz?
—Pues hoy fue un gran día en el trabajo cariño, pronto serán mejores.
—Me hace feliz verte así ¿nos vamos?
—Claro —ella le sonrió a su novio— esto hay que celebrarlo.
Jake, su novio o al menos eso el creía, ella solo lo usaba para sacar información de los Moretti, el pobre hombre sin saberlo le proporcionaba información que ella usaría.
Kate siempre se quejaba de que ningún hombre le prestara atención, que su reloj biológico estaba pasando, que solo los hombres la usaban para sexo, pero ella se los daba, carecía de falta de amor propio.
Y ahora que tenia un buen hombre a su lado, estaba usándolo como ella le daba la gana
Ella no quería ni amaba a nadie, ni siquiera a ella misma.
Tomó su nuevo teléfono y le envió un mensaje a Katy, ella sabia perfectamente que con ese mensaje su día y noche seria una ruina.
Pronto acabaré contigo hermanita..
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