Katy y el Dolor |+18| #3 de la Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️

Capítulo 27.

Katy: 

Hoy estaba feliz, mis amores regresarían de su viaje de trabajo, hoy regrese a su departamento para hacerles algo rico de comer y algún postre. 

—¿Debería hacer un pastel? —le hablé a mi teléfono. 

Lo preparé antes de que ellos llegaran. 

Ya les había hecho la cena así que un postre no quedaría mal, hoy quería consentirlos, ordené el comedor, minutos después la puerta del departamento se abrió, ya mis hombres habían llegado, caminé hasta Enzo y lo abracé, después lo hice con Franco. 

—Hola mi bonita ¿Cómo estas? 

—Feliz de que hayan llegado bien —estaba emocionada— ¿Qué tienes Franco? 

El estaba muy callado, parecía molesto. 

—Cansancio, solo eso amor —fue a la habitación.

—¿Pasó algo en el viaje? —lo mire. 

—En el viaje no bonita, pero si en el avión —Enzo rió— un niño le vomitó encima, como ya sabes es demasiado meticuloso con la limpieza y esas cosas, así que le desagradó que le vomitaran encima. 

—Pobrecito.. 

Camine hasta la habitación, seguro debe estar molesto. 

—Toc toc —toqué la puerta— ¿estás molesto? 

—Un poco, me siento sucio —hizo una mueca de asco— no volveré a volar con un niño a mi lado, ese niño me vomito ¡me vomitó! —negaba— iré a bañarme. 

—Vale —me causaba gracia su cara— luego ve al comedor, les preparé la cena. 

—Te amo —me lanzó un beso.

Fui hasta el comedor, Enzo ya estaba comiendo, parecía cerdo. 

—¡Enzo! ¿Por qué comes así? —me crucé de brazos. 

—Lo siento —hablaba con la boca llena—. Moría de hambre y esto —señaló el plato— está delicioso amor. 

—Come con calma y no hables con la boca llena, es desagradable —me senté a su lado. 

—¡Dios! ¡Huelo a vómito de niño! —escuchamos a Franco quejarse en el baño. 

Enzo y yo no pudimos evitar reír. 

Minutos después salió Franco del baño, aun seguía serio, se sentó con nosotros en el comedor. 

—Come ¿si? debes tener hambre. 

—Gracias mi amor —besó mi mano. 

Los tres comimos a gusto, me contaron que en su viaje fueron a hacer una negociación y que todo salió bien, eso me alegró mucho, después de la cena, les coloque el postre sobre la mesa. 

—Joder, torta fría ¡Que rico! —Enzo parecía un niño. 

—Se ve deliciosa —Franco sonrió. 

Les serví el postre y ambos lo comieron, después Enzo se despidió de mi para ir a dormir, lucia agotado. 

—Descansa bonita, me quedaría a hablar mas contigo pero la comida y el postre me han dejado noqueado, gracias por la cena y el postre, estuvo delicioso como siempre —me dió un beso— te amo. 

—Duerme bien amor. 

Y sin más se fue a dormir, yo me puse a ordenar la cocina, lavé los platos ya iba a terminar cuando sentí a Franco detrás de mi. 

—Te extrañe —besó mi cuello. 

—Y yo a ti amor —me giré para verlo— no me gusta ser tan bajita.