Know You || KookV

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JungKook se encontraba de pie frente al espejo mientras revisaba cada detalle de su ropa.

— ¿No es mucho negro? — se cuestionaba a sí mismo.

Tomaba uno de sus tenis y una de sus botas, con los tenis se veía más juvenil, pero con las botas se veía más rudo.

¿Qué aspecto quería dar?

Alzando ambos, el pelinegro se giraba para ver a su cachorro recostado en la alfombra de su habitación.

— ¿Botas o tenis? — ante la pregunta, Bam se levantaba un poco y después ladeaba la cabeza. — Sí, igual creo que botas.

Con su propia conclusión, JungKook se ponía el par de botas negras y se levantaba otra vez para ver su conjunto completo, el azul de sus pantalones era el único distinto además del negro en toda su ropa, pero de igual forma soltaba un suspiro con satisfacción. Sin embargo, cuando bajaba un poco la mirada, se percataba de la mirada atenta de su cachorro, quien ya parecía haber notado que su dueño saldría de casa.

Entonces se ponía de cuclillas hasta quedar a la altura del cachorro.

— Vas a quedarte solo un rato Bam.

Un ladrido algo fuerte se escuchaba como respuesta. JungKook fruncía el ceño.

— ¡Hey! Ayúdame con esto. Voy a salir con quién tal vez sea tu segundo papá, estoy pensando en ti también — explicaba mientras su mano acariciaba la cabeza del perro, entonces, su mente comenzaba a divagar. — Quién sabe, tal vez si TaeHyung tiene una mascota... hasta tengas un hermano — soltaba con una sonrisa boba.

De pronto, el tono de llamada proveniente de su celular lo hacía levantarse y correr hasta la mesa para atender la llamada sin observar el contacto.

— Hola — contestaba sentándose en una de las sillas de su comedor.

— ¿Estás listo para hoy? — el pelinegro reconocía la voz del otro lado de la llamada.

— ¿Hoy? — cuestionaba desubicado.

— Sí... — la voz sonaba obvia. — Va a ser en tu casa baboso.

Haciendo memoria, JungKook pasaba una mano por su rostro y soltaba un suspiro.

— Discúlpame JooHyun, lo he olvidado y ahora mismo estoy arreglándome para otros planes.

— Habíamos quedado que este sábado ¿Qué es más importante que nosotros?

— Lo siento, tengo una cita en un rato.

Una carcajada se escuchaba tan fuerte del otro lado que JungKook tenía que alejar el teléfono de su oreja.

— Por Dios, no mientas, tú no tienes citas, tú solo la pones.

— Está vez es diferente — el pelinegro reviraba los ojos. — Además, si he tenido citas antes — mentía. — Puedo ser alguien serio cuando quiero.