Know You || KookV

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— Puedo posponer la reunión con mi cliente, así tenemos aunque sea unas horas — JungKook decía a ojos cerrados, con su barbilla recargada en el hombro ajeno y sus manos suavemente posadas en el vientre del doncel, pero aún así sosteniéndolo con firmeza.

Su corazón latiendo gustoso.

— No es necesario que pospongas tu agenda — TaeHyung decía con la cabeza ladeada hasta tocarse con la ajena. — Haz todos tus pendientes y nos vemos mañana, no quieres llegar tarde con tu psicóloga.

JungKook soltaba un sonido desde su garganta, quizás era una afirmación, aunque fácilmente podría confundirse con un ronroneo ante las caricias de los dedos de TaeHyung en su cabello. Una situación tan gustosa como para preferir separarse de su doncel y de su bebé, tan sólo para reunirse con un cliente y después con su psicóloga.

Pero, la peor parte sería la noche lejos de ellos.

Sin embargo, entre sus extensas, a veces incómodas y muchas más soñadoras pláticas de los últimos dos días, entre todos esos planes que habían hecho para su futuro juntos, TaeHyung había resaltado que tenía que platicar con los mellizos, y aunque estaba seguro de que sus hijos lo seguirían a cualquier parte, quería tomarse el tiempo para platicar con ellos, para dormir juntos en su enorme cama y en un futuro bastante cercano, junto a JungKook anunciarles que tendrán un hermano o hermana. Así mismo, el doncel creía que ese domingo, cuando JaeBeom llegara junto a sus hijos, podría ser el mejor momento para tener una plática.

JungKook lo comprendía, pero eso no quitaba el hecho de que lo extrañaría a su lado esa noche.

— De verdad desearía que te quedaras, pero se te hace tarde, amor.

Con un suspiro de derrota, JungKook despegaba su pecho de la espalda ajena, únicamente para posarse delante suyo y dejarle un beso de despedida.

— Los amo — el menor dejaba sonoros besos por su rostro hasta desviarse sólo un poco a su cuello, causando la risa de doncel y ganándose únicamente ser retirado con más rapidez hasta sus propios compromisos.

— Te amamos más — JungKook escuchaba perfectamente las palabras de TaeHyung desde la puerta de la casa, aún si estaba ya sobre su coche a punto de irse. Con una sonrisa se despedía, mientras conducía, esta misma no se borraba.

Le era imposible comprender el amor que estaba sintiendo. En definitiva distinto a lo que TaeHyung causa en él, pero de alguna forma relacionado. Lo sentía gobernarlo por todo el cuerpo.

Pero JungKook no se resistiría a ese amor.

Al amor de su bebé.