Know You || KookV

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Destino, la extraña conexión entre ellos o una simple causalidad; pero YeJi sentía la necesidad de abandonar su ruidoso salón de clases para tomar algo de aire y quizás divagar un poco por las instalaciones escolares. Lo que no tenía contemplado, definitivamente era encontrarse a su hermano vuelto lágrimas mientras uno de los prefectos le gritaba.

YeJi sentía como el calor se aglomeraba en su pecho cuando YoonGi cerraba los ojos y respingaba en su lugar ante la llamada de atención por parte de su superior. No necesitaba entender lo que sucedía, no si su hermano lloraba de aquella forma mientras aquel hombre lo señalaba con los peores adjetivos que un estudiante podría recibir.

Ni siquiera sus padres les han hablado nunca de esa forma.

Estaba molesta, y si bien sus amigos dicen que es muy dulce y graciosa, justo en ese momento lo único que deseaba era apartar a YoonGi de ahí y soltar un par de palabras altisonantes como las que nunca se ha visto en la necesidad de usar. Ella incluso practica box. Pero no podría solo llegar y soltarle un golpe a ese hombre de unos treinta años y cuerpo fornido, entonces, casi como un milagro, recordaba uno de los consejos de JungKook entre todos sus entrenamientos.

"No importa si no eres la más fuerte, sólo tienes actuar por estrategia"

No, no iba a soltarle un golpe al prefecto —aunque perfectamente podría—. ¿Estrategia..?

— ¡Pero Gigi...! — la azabache al fin se acercaba a ellos ocultando cualquier deje de molestia detrás de una máscara de preocupación. — ¿Qué pasa hermano? — preguntaba tomándole las mejillas cuando se interponía entre ambos.

YoonGi se sorprendía en un inicio, pero no tardaba mucho en responder cuando notaba la mirada de su hermana.

— Es que yo... me duele el estómago — repetía la mentira que le había dicho al prefecto cuando se lo topó en las escaleras. Antes de que su llanto acumulado hubiera explotado con aquellas palabras tan hirientes. Entendía que el prefecto lo tenía en la mira, que no era la primera vez que lo atrapaba fuera de clase o qué los profesores le pasaban reportes por retardos o desapariciones. Pero no solamente por eso sería el peor estudiante, él seguía con notas casi perfectas, tal cual le gusta y tal cual su inteligencia es capaz.

— ¿Otra vez? — YeJi rápidamente lo secundaba en la mentira, así que él asentía tocándose el estómago.

El prefecto, quien se había quedado cruzado de brazos aquellos segundos, se posaba nuevamente al lado de los hermanos y hablaba sin disminuir su rostro enojado. — Es la misma excusa de siempre, no te funcionará esta vez, Lim.

— No es una excusa — la suave voz de YoonGi se escuchaba.

— Mi hermano sufre de gastritis — YeJi decía casi al instante.

— ¿Ah sí? ¿Y por qué no fuiste con la enfermera?

— No fui a la enfermería porque en el baño-