Las cenas de fin de año siempre habían sido un poco pasadas por alto desde que JungKook cumplió cierta edad. Con sus amigos de la universidad, el mejor plan era cumplir con la asistencia en las respectivas cenas familiares y luego reunirse en un club. A diferencia de la Navidad, esta celebración tiene pie para poder ser celebrada de otra forma, por lo que JungKook, desde ese tiempo, siempre había recibido el Año Nuevo de una forma distinta.
En cambio, esta vez se sintió completamente satisfactorio recibir el año con otro tipo de ruido, ya no el de la música en una discoteca sino el de los fuegos artificiales que se veían desde el patio de la casa. Ya no eran cualquier brazos los que lo envolvían durante la cuenta regresiva, ahora eran los brazos de su doncel los que se aferraban a su torso mientras él observaba los fuegos artificiales a través de sus ojos.
Era la primera vez que JungKook recibía el año con un beso lleno de amor.
Sin la presencia de JaeBeom, la estadía de la familia de TaeHyung se había sentido bastante llevadera y agradable. HeeSeung y su novia se quedaban hasta un poco más tarde junto a TaeHyung y él, entre risas, ambas parejas jugaban cartas y bebían un poco de vino hasta no tan altas horas de la noche, pero si lo suficiente para amanecer con el rostro un poco hinchado. De cualquier manera, JungKook aún sonreía como bobo al ver el rostro mañanero del doncel.
Después de unos días, la familia Kim regresó a Daegu, por lo que JungKook había pensado en pasar unos días quizás bastante hogareños solo los cuatro, es decir, seis contando a sus mascotas. Ver películas, hornear más galletas y cosas que en absoluto había experimentado antes con cualquier otra persona. Incluso tenía pensado superar el récord de YoonGi en Mario Kart. Después de todo, aún tendrían las primeras dos semanas de enero libres de trabajo y los mellizos de escuela.
De no ser porque su idea mental se vio desechada cuando JaeBeom decidió llevarse a los mellizos —en sus días no correspondientes— a unas cabañas a tan sólo unas horas de Seúl. Y el quizás no debía estar odiando —solo un poquito— a esa chica, la paciente de TaeHyung que siempre está mensajeándolo. El doncel incluso le ha dado una cita por medio de una videollamada, la cual está llevando a cabo en su comedor mientras él termina su rutina de ejercicios en el pequeño gimnasio de la casa.
Un pequeño gruñido salía de su boca apenas dejaba la barra sobre el sostenedor de metal y seguidamente se levantaba del banco. Su cabello negro y medianamente largo goteaba de sudor y sus mejillas blancas ahora estaban bañadas de un sutil pero bastante perceptible, color rojo.
Su rutina se había alargado un poco, pero no en absoluto se percató de ello, muchas veces su conteo mental se veía interrumpido por ciertos celos. Por Dios; esos chicos ni siquiera son sus hijos y ni el propio TaeHyung se oponía a sacrificar sus días correspondientes con tal de que sus hijos disfrutaran de un paseo vacacional. Así que se siente algo inmaduro por sus sentimientos, pero aún con todo eso, JungKoook piensa que es normal, después de todo, compartir tiempo con ellos es parte de su rutina y el hecho de que JaeBeom se los haya llevado en los días que ya sabía pasaría con ellos... lo hace sentir como un padre receloso.
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Know You || KookV
Romance- Hola, ¿se encuentra tu hermano? - ¿Hermano? - el adolescente fruncía el ceño - ¿No buscarás a mi hermana, YeJi? - No, busco a TaeHyung. - Ahh... buscas a mi papá. - ¿T-Tú papá? 🌬 Advertencias: - Contenido homosexual - Jk top | Th bottom - M-pr...