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Me desperté de muy buen humor y lo primero que vi fue una rosa blanca con una mini carta que ponía lo siguiente.
Espero que allas dormido bien niña tienes el desayuno en la cocina nos vemos en la agencia. Hawks.
Más tierno no puede ser, me encanta este chico, bueno me aliste y todo normal patrullando, algo más tranquilo porque los anteriores días estaban lleno de emociones, cada paso que dábamos siempre miles de fan para firmas y fotos, yo quiero ser como el, una gran heroína. Y así fue el resto de los días faltantes hasta la hora de volver a las clases, antes de irme me invito a tomar unas té con bobas en un centro comercial, llevaba un look de lo más casual pero a la vez deportivo y eso más me encantaba.
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Hawks: Que tal Misaki, ¿te gusta la quedada?
T/N: Llámame por mi nombre y claro me encanta es un detalle que me invites. Para la próxima vez invito yo.
Hawks: No tranquila esto para mí no es nada, me gusta pasar el rato contigo y llámame Keigo.
T/N: Ahh ¿te llamas Keigo?
Hawks: Siii, Keigo Takami, pero no se lo digas a todos ehhh, mi nombre es confidencial, te lo digo a ti porque eres especial.
T/N: Tranquilo yo calladita, bonito nombre por cierto.
Hawks: No tanto como el tuyo pero gracias igualmente. Bueno te apetece ir de compras, ya que estamos aquí.
T/N: Yo encantada pero no tengo dinero.
Hawks: (Se ríe y me da una palmadita en la cabeza) Tranquila yo te invito, tu disfruta ya que es tu último día y ya hemos terminado la jornada, vamos a divertidos mujer.
T/N: Bueno esta bien, tienes razón hay que divertirse, que he trabajado muy duro.
Hawks: Claro que si esa es la actitud.
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Me lo pasé súper bien me compro un montón de cosas, ropa, accesorios y más cositas había muchísimas bolsas que hasta tuvo que usar las plumas para llevar las bolsas que si no, no podíamos. También fuimos a unos recreativos, unas risas que yo misma podía y como estábamos nosotros la verdad es que estaba muy cómoda con el, como que podía ser yo misma con el, con esos ojos, de verdad me está empezando a gustar pero ya ser que no puede ser nada más que amigos. Llegó el momento de irme y me acompaño a la estación, me ayudo con unas maletas y me despedí de él pero antes de irme me abrazo, me dio un beso en la mejilla, me puse súper roja y para más me regalo una de sus plumas con forma de colgante, era precioso, me lo puse y de vuelta a la academia. Salude a todos mis compañeros hasta que entró Bakugou y todos nos morimos de risa.
