Te prometo...

Cosas pendientes

Jungkook pasó muy poco tiempo en aquel lugar, al cabo de unas semanas fue adoptado por una pareja y llevado a su casa como su hijo. Al haber sido muy pequeño cuando todo sucedió, no conservaba recuerdos de sus primeros tres años y aquel evento había sido tan traumático, que su pequeña mente había decidido borrarlo, por lo que, para él, los Jeon eran y siempre habían sido sus padres. El único recuerdo que tenía, venía algunas veces durante las noches cuando veía a un niño pequeño, bonito, de mejillas abultadas diciéndole -Te prometo que regresaré por ti- mientras desaparecía por una pared y él quedaba con una sensación de angustia que lo hacía despertar. 

Por otra parte, Ji-Seok, había tenido que desaparecer y cambiar su identidad junto la de sus progenitores y ahora era llamado Park Jimin, hijo del matrimonio Park quienes tenían una posición económica muy buena, no como aquella que habían tenido años antes, pero al menos estaban fuera de peligro y nunca más volvieron a enfrentarse a una situación similar a la de cuando su pequeño hijo fue secuestrado por unas horas. 

Jimin al haber sido dos años mayor que Jungkook, recordaba bastante vívidamente aquel lugar, sabía qué había sucedido y aún se mortificaba acerca del destino del niño a quien le había prometido regresar y que nunca pudo cumplirle, quedando en él otro tipo de secuelas. 

-Ahhhh, John, siiiii, siiiii así- gritaba extasiado el esbelto peligris de ojos rasgados debajo de un rubio estadounidense quien le brindaba placer -Ohhh, si Jimin, me encantas- respondía para después venirse, salir del chico y atar el preservativo utilizado, depositarlo en la basura y regresar a besar a su novio. 

-Jimin, ya llevamos varios años de novios y sabes que no me gusta andar con rodeos ¿Por qué no te mudas conmigo?- John quería tener a su chico siempre a su lado, creía era un paso que había que dar tras tres años de noviazgo para afianzar y formalizar aún más esa relación. -No John, ya te he dicho que no está entre mis planes hacerlo, estamos bien así- replicó él y su novio frunció el entrecejo -Jimin, te prometo que te voy a cuidar, que te voy a hacer feliz...- Jimin puso el índice en la boca de John para hacerlo callar -No me prometas nada, no me gustan las promesas. Además mi respuesta sigue siendo no-. John se puso en pie algo molesto -Tal parece que el único que toma en serio esto soy yo- 

La verdad, era cierto. Para Jimin, su novio era solamente alguien con quien pasar bien el rato, tenía sexo y mantenía una buena relación, pero no lo quería para vivir con él, no estaba enamorado de él. Se puso en pie y comenzó a vestirse mientras John lo veía aún algo molesto y ninguno emitió palabra hasta que él estuvo completamente vestido -Te veo luego- dijo casi sin cruzar miradas y salió de la habitación y del departamento para subir a su auto y conducir hasta el propio.

Entró al departamento, se sentó en su sala a revisar su tableta y al entrar a sus correos, observó la respuesta que había estado esperando toda la semana, el mensaje de aceptación a la vacante de una empresa de publicidad en Seúl a la que había aplicado. 

"Estimado señor Park: Nos complace informarle que su solicitud de empleo ha sido aceptada debido a su impecable CV y tras haber completado los filtros y entrevistas de manera más que satisfactoria. Estaremos muy complacidos de tenerlo en nuestro equipo. Lo esperamos en una semana. Atentamente Lee Seo-bin Recursos humanos" 

Una sonrisa victoriosa se instaló en su rostro, el trabajo como Director de Arte era suyo y regresaría a su país natal al fin. No era que Nueva York no le gustara, pero a pesar de los años y casi haber vivido toda su vida ahí, no sentía que perteneciera, además así sería más fácil comenzar a investigar acerca del paradero del niño -Prometí que volvería por él...- y aunque hayan pasado veinte años trataría de al menos explicarle que no había estado en sus posibilidades regresar y que sentía una deuda y un remordimiento terribles por eso. 

 A la mañana siguiente fue a desayunar con sus padres como cada domingo y les dio la noticia ante lo que ambos Park se tensaron -Tesoro, que bueno que te dieron el trabajo, pero ¿por qué regresar a Corea? ¿No estas bien aquí?- le dijo su madre con preocupación -Además Jimin, aquí puedes trabajar en mi empresa. Aunque sé que no es tu rama, pero también en el campo de las energías renovables necesitamos de vez en cuando diseñadores gráficos- añadió el señor Park. Ninguno de los dos querían que su único hijo regresara al país donde habían sufrido ese atentado aún siendo conscientes de que habían pasado muchos años y tenían otras identidades.

-Sé que aquí estaría bien y podría tener un buen futuro, pero no es lo que deseo, yo quiero regresar a mi país. Además tengo un asunto pendiente allá- señaló esto último casi en un susurro aunque sí fue escuchado -¿Otra vez con lo del niño? No te mortifiques, hijo. Tu bien sabes qué no fue tu culpa, no era tu responsabilidad. Además ¿Qué pasaría si te enteras de que...? Tu sabes- 

Sintió un nudo en su garganta ante las palabras de su madre -Sí, sé que puede ser que haya muerto... pero sea lo que sea, necesito saberlo- solo así podría estar en paz -Pero volviendo a lo del trabajo, es una muy buena oportunidad y me entusiasma mucho el reto así que iré. Me esperan en una semana y estaré muy ocupado empacando, renunciando a mi empleo actual, tengo que ver lo de entregar el departamento... ehm aquí les dejo mi auto, tal vez lo puedan ocupar o poner en venta...- tenía muchos pendientes en su cabeza menos uno -¿Y ya le dijiste a John?- 

Abrió sus ojos -Ah... no... también tengo que decirle, mamá... Iré ya mismo yo creo- no había por qué esperar más. Si tenía que ser sería y ya y esto no estaba destinado a ser, al menos él lo tenía muy en claro, pero esperaba no lastimar mucho a su novio, después de todo, le tenía afecto. 

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Holaaaaaaa ya llegó nuevo capítulo de esta entrega. Me comentan qué tal les está pareciendo, qué creen que pase y todo, aquí si no hay nada definido así que todo puede suceder. Échenme la mano.