Dudas internas

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*Capítulo con párrafos de puerquedad light* 

Jungkook le sonrió de vuelta mirándolo a los ojos -Pensé que no te gustaban las promesas- le acarició el cabello. 

-No me gustan si no está en mí cumplirlas. Pero ésta la cumpliré cabalmente- estaba totalmente convencido -Nada ni nadie me apartará de ti Jungkook. Solo tú lo podrías hacer- 

-Pues entonces estarás conmigo toda la vida porque no te quiero alejar- dijo y lo besó de forma dulce y profunda comenzando a desnudarlo -Deseo demostrarte todo el amor que te tengo Jimin. Hay algo en ti que desde la primera vez que te vi en ese elevador me hechizó. Estoy convencido de que nuestro encuentro ha sido obra del destino- un destino que los había juntado ya dos veces para ayudarse, para amarse. 

Pronto ambos estuvieron rozándose piel con piel, se besaban, se acariciaban sintiendo que nunca tendrían suficiente el uno del otro y siempre necesitarían ese tacto. Jimin se acostó en la cama seguido de Jungkook y este elevó una de sus torneadas piernas, la besó y puso en uno de sus hombros para luego hacer lo mismo con la otra. Irrumpió en su interior suavemente y mientras seguía internándose en su cavidad se inclinó hacia adelante volviendo a unir sus labios. Pronto, el lugar se llenó de respiraciones erráticas y una nube de placer y amor. Los dos acabaron mirándose  a los ojos, sintiéndose satisfechos en su cuerpo y corazones. 

Jungkook tomó una pequeña siesta pero Jimin no pudo conciliar el sueño porque las palabras de Lee-nim resonaban dentro de su cabeza "Kwon fue buscado por cielo, tierra y mar tanto por este asunto como otros que ya tenía en su haber como el asesinato de un matrimonio, poseedores de una gran fortuna un día después de que ustedes se hubieran marchado" -No puede ser ¿o sí?- pensó sintiendo una opresión en el pecho ¿Qué haría si resultaban ciertas sus sospechas? ¿Serían los padres de Jungkook aquellos asesinados por el hombre que lo secuestró a él y a aquel pequeño niño a quien estaba buscando? 

Fue a la sala y encendió su laptop. El corazón se le salía por la boca y apretó los dientes al momento de entrar al buscador y teclear el nombre de Kwon Chung-Ni y el cargo imputado pero antes de presionar el botón, la voz del pelinegro se escuchó -Jimin-sii ¿Dónde estás?- y se asomó a la sala con una gran sonrisa -Te encontré... ¿Qué haces?- preguntó acercándose. 

Jimin rápidamente cerró la pantalla -Iba a escribir a mis padres, pero lo puedo hacer por la noche o mejor mañana. Estaba pensando ¿Qué te parece si volvemos mañana a la casa hogar y tú aprovechas para hablar con la señora Min y yo con mi nana?- 

-Me parece una buena idea- se sentó a su lado -Pero mientras, vamos a comer algo, muero de hambre- ambos rieron y en unos minutos salieron a comer para después de esto volverse a entregar con la pasión que les caracterizaba. 

Al estar dormidos el recuerdo de Jungkook volvió. Pasó toda la secuencia exactamente igual y esta vez al haber escuchado que quitaban el seguro de la puerta, giró la perilla y pudo salir de ahí. Se vio completamente solo rodeado de paredes blancas y cuartos con escritorios, sillas y mobiliario desordenado, como si de repente, por una emergencia todos hubieran dejado sus puestos de trabajo. Saló a la calle y viendo por fin el cielo azul, se despertó. 

Jimin se removió entre las sábanas -¿Otra vez recordaste cosas?- 

Jungkook que estaba sentado en su lugar le acarició el cabello -Sí, pero ya no sentí tristeza o angustia, creo que estoy más cerca del final de ese recuerdo. Espero en un rato la señora Min esté lo bastante lúcida para darme alguna información- Se volvió a acomodar abrazándolo. 

Unas horas después, lo que despertó a Jungkook fue una corriente de placer emanando desde su pene causada por una pequeña y juguetona boca -¿Amaneciste caliente?- preguntó a lo que el otro asintió sin dejar de chupar hasta que estuvo bien erecto y lo introdujo en sí mismo ahogando sus gemidos en la boca de su menor quien descargó toda su esencia en su interior. Posteriormente la mano del pelinegro se encargó de su erección y juntos fueron a tomar un refrescante baño antes de desayunar. 

-Sabes Jungkook... me gusta mucho estar así contigo, como si... tu sabes... viviéramos juntos- bajó la mirada y enrojeció -Tuve un novio durante tres años y jamás nos quedamos en el departamento del otro ni tuve deseos de estar a su lado abrazado o intentar cocinar para él o estar en un plan de pareja y ahora heme aquí tratando de quitar los pedazos de cascarón que cayeron en el sartén al tratar de hacer unos huevos revueltos- dejó salir una risa divertida y sirvió los platos -Mastica con cuidado- le dijo al entregarle su porción. 

No pudo evitar la risa -A mi también me gusta mucho estar así, aunque quizá sería mejor que yo cocinara- probó el primer bocado -A decir verdad te quedó bien, pero sí tendré cuidado- 

Llegando al orfanato se separaron, cada quien a buscar a la persona con la que debían buscar o dar información. Jimin fue a hablar con su nana a quien le platicó en resumidas cuentas lo que había sido de su vida y la de sus padres durante toda esa ausencia y el por qué de su regreso. Jungkook por su parte, fue con la señora Min quien lo recibió y aunque no estaba tan en sus cinco sentidos, decía la verdad. 

-Ay pequeño, tú siempre tan curioso. Hay un refrán que dice que no hay que buscar tres pies al gato y creo que hay mucho de cierto en ello- asintió a sus propias palabras -Tus padres eran buenas personas pero confiaron en gente que no debían- luego la señora pareció perder su mirada en algún punto de la habitación y suspiró -Tu destino ha sido marcado. No busques más Jungkook-ah, no te va a gustar lo que encontrarás. Ve a jugar- la había vuelto a perder. 

Jungkook salió de la habitación de la señora Min muy confundido ¿A qué se refería? ¿Qué era lo que podría llegar a encontrar? ¿En quién habían confiado sus padres? Resopló con algo de frustración y fue al patio a tomar aire en lo que se volvía a encontrar con Jimin. 

Se sentó en una banca frente al área de juegos y de pronto, la directora se sentó a su lado -Veo que la señora Min te debe haber dicho algo que te dejó impactado. Jungkook-ah, tu caso fue algo diferente y en una situación complicada, pero tus padres te querían... es lo único más que te voy a decir. Me agradas, pero no es sano ni para ti, ni para nosotras esto. Así que te pido de favor buscar las respuestas por otros medios- 

El chico asintió -No era mi intención incomodarlas. Lo lamento, pero tiene razón- 

En ese momento Jimin regresó con una sonrisa que se desvaneció al ver el semblante sombrío de aquellos que aguardaban sentados y se adelantó a tomar las manos de Jungkook, hincándose para poderlo ver a los ojos -Recuerda que te prometí estar contigo siempre- 

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¿Y cómo está mi gente? La maraña está comenzando a querer desenmarañarse. Que nervios, gracias por su apoyo. 


Te prometo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora