Te prometo...

Nuevo comienzo

Terminando la visita a sus padres se retiró brindándoles un cálido abrazo a cada uno y aunque los vería para entregar el auto en unos días, quizá sería de una forma muy rápida. Los extrañaría sin duda porque si bien tenía ya un tiempo de vivir solo, eran bastante apegados. 

Subió a su auto y fue al departamento de John a quien envió un mensaje diciéndole que si estaba bien que fuera a verlo pero sin decirle el motivo. No podía mandar todo al diablo en un mensaje de texto, lo debía hacer de la forma correcta, pero sería incómodo, muy incómodo y de tan solo pensarlo ya se sentía fatal. 

Fue recibido por el rubio con un abrazo que hizo que la culpa le causara un nudo en la garganta -Pasa Jimin, me dio gusto recibir tu mensaje. Ya sabes que puedes venir cuando tú lo desees, yo siempre estaré encantado de recibir a mi lindo novio- Jimin tomó asiento en la sala mientras John sacaba dos sodas light del refrigerador y le entregaba una para sentarse a su lado y abrazarlo. Vaya que era incómodo y no sabía cómo empezar a soltarle la bomba. Tomó la lata de refresco entre sus dos manos, la apretó con fuerza y bajó la cabeza mirando sus rodillas. 

-¿Qué pasa lindo? Hay algo que te preocupa y lo sé. Mírame y dime- dijo tomando delicadamente la barbilla del castaño y tratando de girarlo un poco para juntar sus miradas. Jimin dejó el refresco sobre la mesita de centro, ladeó un poco su cuerpo y le tomó ambas manos a John -He venido a despedirme de ti- 

-¿Eh? ¿Cómo? ¿A qué te refieres?- 

-Hace algunos días apliqué a una vacante de director de arte y me aceptaron. Pero es en Corea del Sur y comienzo en una semana- 

El semblante de su novio cambió y se puso en pie -¿Se puede saber por qué no me avisaste? ¿Cómo decides irte así nada más? ¿Y yo qué Jimin? ¿Tan poco significo para ti?- 

Volvió a ver hacia la linda alfombra debajo de sus pies -Disculpa por no hablarlo contigo, no es que no signifiques algo para mí, lo haces... te tengo cariño, pero no me quiero quedar aquí. En Nueva York no está mi futuro y lamentablemente... tú no estás tampoco en él- 

John abrió los ojos y si su mandíbula pudiera tocar el suelo lo haría. Su corazón se hizo mil pedazos ahí mismo. Era consciente que el chico jamás le dio el mismo cariño, que jamás le dijo que lo amaba y que quizá hasta cierto punto se sentía usado, pero nunca se espero ser terminado así y menos después de tres años. 

-Lo siento mucho, perdóname por decírtelo así- dijo Jimin y amagó con ponerse de pie para irse cuando fue tomado por los hombros y empujado ligeramente para que volviera al sillón y John se hincó frente a él -¿Por qué me utilizaste? ¿Por qué fuiste tan vil conmigo? Tres años Jimin, tres años tirados a la basura. Yo te amo, te iba a dar todo lo que tengo y lo que soy y tú solamente llegas y dices que te vas y que no estoy en tu futuro ¿Qué mal te hice?- no podía creerlo. 

-De verdad lo siento. Eres un hombre muy bueno, demasiado y no pude corresponder a tu amor. No mereces lo que te estoy haciendo, no era mi intención hacerte sufrir y estoy consciente de que no merezco tu perdón por comportarme de esta forma contigo- tomó aire -De hecho no estaba entre mis planes ir a Corea, pero se dio y fue cuando me di cuenta que no era bueno para ti ni para mi continuar con esto. Por eso te dejo libre y espero... estoy seguro que encontrarás alguien que de verdad te haga feliz y te ame- 

-Te amaré siempre. Te prometo que te esperaré y seremos felices juntos- dijo John aún con algo de esperanza jugándose su última carta. 

Tomó su cabeza y dio un beso en su frente -Te he dicho que no me gustan las promesas. Además no volveré. Adiós John, perdón por todo y gracias por los lindos momentos vividos- se puso en pie seguido del otro quien lo acompañó a la puerta y al cerrarla, se desmoronó. 

Jimin volvió a su departamento preguntándose cómo es que no había podido enamorarse de ese hombre tan bueno, por qué no podía simplemente quedarse a su lado, aceptar su amor y ser feliz con él ¿por qué tenía que regresar a Corea a saldar esa promesa?

La semana pasó en un abrir y cerrar de ojos y una vez listo todo, fue al aeropuerto JFK con todas sus maletas y abordó el avión a Seúl llegando al aeropuerto de Incheon unas veinte horas después donde fue recibido por Lee Seo-Bin de recursos humanos quien él pesaba era un hombre y resultó ser una linda y amable chica mayor que él y unos siete centímetros más alta -Bienvenido Park Jimin. Vamos, un auto nos espera, sé que vendrás cansado y con algo de jetlag, por lo que te dejaremos que te instales en el departamento y descanses para que el día de mañana te podamos presentar formalmente. La gente del departamento de arte ya está informada de tu llegada y esperan ansiosos a su nuevo jefe- comentó muy sonriente pero con aire ejecutivo. 

Jimin sabía dónde estaba el departamento, lo había rentado él mismo pero los jefes de la compañía le habían dado ciertas opciones de las cuales tomó una que estaba cercana a la oficina. Se veía cómodo y tenía lo que él necesitaba además de adaptarse bien a su economía, que a decir verdad, iba a ser demasiado buena, no cualquiera tiene esa clase de trabajo y pago a sus veinticinco años. 

Llegaron a su destino y se despidió de la chica -Buenas noches Seo-Bin sii y gracias- reverenció al bajar del auto. El chofer le ayudó a bajar sus pertenencias y entró al lugar algo nervioso. Por primera vez tendría que utilizar el idioma coreano con otras personas que no fueran sus padres, pero al no ser necesario entablar conversación o hacer contacto visual con nadie ahí, subió directamente al departamento con su montón de maletas. Cerró la puerta detrás de él y suspiró -Al fin regresé- 

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Yuhuuuuu. Hola a toda mi gente, gracias por leer, pero porfa coméntenme ¿Qué piensan, qué tal ven todo? recuerden que ustedes son también parte importante de la historia.