Necesidad afectiva

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De inmediato Jungkook fue a darse una ducha rápida y cambió sus ropas deportivas por la muda casual que tenía en su maleta de gimnasio. Unos jeans con abertura en la rodilla derecha, cinturón y playera negra y una camisa arremangada hasta los antebrazos de color blanco. 

Llegó en menos de cuarenta minutos al lugar aún preocupado por cómo lo había escuchado. Entró al edificio y tomó el elevador dirigiéndose al departamento que Jimin había enviado en las indicaciones. Al llegar a la puerta tocó el timbre y unos segundos después el peli-plateado abrió. 

Jeon se sorprendió, el chico seguro, sexy y hermoso que era Park Jimin en la oficina, había sido cambiado por otro totalmente diferente; sus bellos ojos ahora reflejaban una profunda tristeza,  estaban hinchados y rojos, se veía quebrado, algo grave le había sucedido. 

-Gracias por venir...- dijo haciendo un esfuerzo por verlo pues para esas alturas ya le dolían los ojos. Jungkook se adentró en el lugar mientras el otro cerraba la puerta detrás de ellos. -No podía no hacerlo, me preocupó en demasía escucharlo de esa manera ¿Puedo hacer algo por usted?-

-Jungkook, deja de hablarme de usted. Hoy no recurro a ti como jefe, te busco como amigo... Y créeme que necesito de uno en estos momentos- volvió a cubrir su rostro entre sus manos, las lágrimas volvieron a escapar. 

No supo qué lo impulsó a hacerlo, quizá estaba mal, pero no se resistió al verlo así a tomarlo entre sus brazos por unos segundos. Lo separó ligeramente para mirarlo a los ojos -No llores- seguido de un ligero toque a su cabello. 

Jimin sintió un escalofrío. No podía ser, había hecho y dicho lo mismo que el pequeño niño en la bodega, pero seguramente era una coincidencia y estaba alucinando debido al estado vulnerable en el que se encontraba. Decidió dejarlo pasar, simplemente apoyó sus manos en el pecho de Jungkook, sollozando y tratando de controlar su llanto de a poco. 

El pelinegro lo fue llevando lentamente a uno de los sillones y tomó asiento junto con él, volviendo a acariciarle el cabello -¿Qué sucedió? ¿Desea... deseas hablarlo?- 

Negó con la cabeza -Solamente abrázame un momento por favor. Has que sienta que tengo a alguien con quién contar, me siento muy solo- 

Jungkook sintió una opresión en su pecho y lo abrazó aún más fuertemente -Cuentas conmigo Jimin-ssi. No te dejaré solo, lo prometo-

Jimin lo miró y le sonrió -Gracias. Pero no me hagas promesas, no me gustan- 

Él asintió, tampoco le gustaban mucho, tal vez tenía eso que ver con el niño que desaparecía por el hueco de la pared y que hacía que sintiera angustia cuando le decía "te prometo que volveré por ti" 

Así pasaron un rato hasta que Jimin pudo al fin controlarse, algo en Jungkook lo hacía sentir tranquilo y seguro a pesar de no conocerlo mas que como compañero de trabajo y lo poco sobre sus vidas privadas que habían compartido durante las comidas. Pero más allá de eso, sentía que podía confiar en él y que como había dicho, no lo dejaría solo. 

Se separó ligeramente y miró su smart watch -Oh, ya es tarde, discúlpame en verdad. Seguramente tú tenías más cosas que hacer y yo quitándote el tiempo- 

-No hay problema, me da gusto haber podido ser de apoyo. Sea lo que sea que haya sucedido, no era bueno que estuvieras solo y me siento honrado de que hayas recurrido a mí así que no fue una pérdida de tiempo sino uno muy bien invertido- comentó con amabilidad. 

-Ni un vaso con agua te ofrecí ¿Gustas quedarte a cenar conmigo? No cocino, pero podemos pedir algo- la verdad es que no quería que el chico se fuera. 

La forma en que lo había dicho parecía con un dejo de súplica, así que aceptó, no le gustaba la idea de dejarlo estando aún tan vulnerable. -Está bien, pero yo pago. Ya llevas un mes pagando mis desayunos por ser el mayor y estar en la oficina. Esta vez dijiste que estamos como amigos así que deja que yo lo haga-  

En unos minutos llegó la cena y se sentaron a la mesa. Jungkook al fin dio un vistazo al departamento -Me gusta tu departamento, además está muy cerca a la oficina, con razón siempre llegas temprano- 

Continuaron hablando de cosas totalmente casuales y triviales que permitieran a Jimin recuperar un poco su buen semblante y ánimo. Recogieron la basura y lavaron los vasos que habían ocupado -Veo que ya estás un poco mejor, me retiro para que descanses- dijo el menor, pero Park lo tomó de la mano.

-Quédate esta noche conmigo. No quiero que me dejes, no hoy. No te estoy proponiendo que tengamos sexo, solamente dormir a tu lado- mordió ligeramente su dedo pulgar en un signo de angustia y a Jeon no le dio más remedio que aceptar. 

Jimin le prestó una camiseta oversize y unos shorts para que cambiara sus prendas -El look casual te sienta muy bien, ya me había acostumbrado a verte de traje, pero así más juvenil y relajado luces mejor Jungkook- 

Sonrió y dejó escapar una risita -Iba a decir que pensaba lo mismo de ti, pero prefiero tus pantalones de traje. Hacen que se te vea un trasero realmente sexy Jimin-ssi- 

Ahora el que había dejado escapar una sonora risa era Park -¿Así que me checas el trasero diariamente?- le guiñó el ojo y envió un besito coqueto -Me da gusto que te gusten- Ya estaba recuperando su comportamiento habitual. 

Fueron a la cama cada quien en un lado del colchón pues como había dicho, no era a miras de intentar nada, sin embargo, Jimin se acercó lentamente al chico y se acurrucó en su pecho como había hecho en el sillón a lo que él correspondió pasando uno de sus brazos por su espalda. Pronto ambos estuvieron dormidos profundamente y Jungkook comenzó a soñar. Conocía ese lugar, era la pesadilla del niño nuevamente, pero esta vez fue diferente, fue más nítida. 

-Te prometo que regresaré por ti- dijo el niño y siempre despertaba después de esto, pero esta vez no fue así. Volteó a su alrededor y pudo ver cajas muy grandes unas sobre otras, un techo muy alto, una especie de domo metálico y luego echó a correr con ese sentimiento de angustia que lo hizo despertar. 

Miró a su alrededor, estaba en el departamento de Jimin quien seguía dormido ¿Qué había sido eso? Nunca había continuado su sueño hasta ese punto y ahora se preguntaba qué era ese lugar y por qué estaba ahí en una especie de bodega. 

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Mi gente bonita, feliz día de Muertos a mis compatriotas de México. Hoy no tuve que ir a trabajar por lo que el día fue muy descansado, mañana nuevamente a despertar temprano y retomar la rutina, pero así es esto. Espero tengan linda noche de miércoles y coman mucho pan de muerto. 

Te prometo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora