Otra promesa

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Jimin lo sostuvo un rato entre sus brazos dejando que el chico se desahogara. Había sido una terrible noticia. Es decir, sabía que ya no estaban entre los vivos, pero nunca se imaginó que les habrían arrebatado la vida -¿Pero por qué? ¿Qué habrá pasado?- decía lamentándose -Volveré a entrar y le preguntaré- dijo a lo que la directora, quien había estado presente pero a la distancia, se negó diciendo que la debían dejar descansar. 

Se encaminaron hacia la salida -¿Hay alguien más que haya estado presente en esos tiempos? ¿alguien que me pudiera reconocer o dar información?- preguntó Jungkook. 

Negó -No hay nadie que pudiera darte información sobre tus padres, lo lamento. Pero podrías regresar otro día a ver si la señora Min te dice algo más- al fin no podrían echarle en cara que una viejita que a veces desvariaba hubiera soltado información clasificada sin querer. 

Varios niños jugaban y gritaban en el patio de juegos muy divertidos mientras una mujer de unos cincuenta años los veía -Ten cuidado Hong-nam- le dijo a un pequeño niño trepado en la resbaladilla y en ese momento Jimin se paró de golpe y palideció. Creía reconocer esa voz. 

La directora se había percatado de que Jimin se había quedado un poco atrás -¿Pasa algo?- 

-¿Quién es ella?- deseaba confirmar que su mente no le estaba jugando una mala pasada. 

-Es la señora Kim, nos ayuda con los niños. Llegó algunos días después de ti- dijo esto último mirando a Jungkook. -Se veía sola y triste la pobre...- suspiró profundamente- No era para menos. Buscaba a su niño desesperadamente y no tenía techo donde vivir así que se quedó aquí. Desde entonces nos apoya a cuidar a los niños y aunque nunca ha dicho nada de su pasado, estoy segura que se dedicaba a algo relacionado pues es muy buena y amorosa con ellos- le daba tanta pena el caso aún después de veinte años que se le aguaron un poco los ojos.

La mujer sintió que había alguien cerca y se dio vuelta. Al momento, el chico confirmó sus sospechas y fue corriendo hacia ella -¡Nana! ¡Nana!- le dio un fuerte abrazo y se dejó caer de rodillas tomándole ambas manos y mirándola con sus ojos repletos de lágrimas -Nana, soy yo...- 

Lo miró unos segundos y comenzó a gritar entre llanto poniéndolo de pie  -¡No puede ser! ¡Mi niño! ¡Mi Ji-seok!- lo abrazó efusivamente y besó su rostro -Mi niño hermoso, pensé lo peor. Ya estaba perdiendo la esperanza de volver a verte. Ve nada más, ya eres todo un hombre- le volvió a mirar sin dar crédito al hermoso chico en que se había convertido -Te aseguro que no había día en que no pensara en ti y en que no me reclamara a mí misma por haber dejado que te llevaran de mi lado-  

-No fue su culpa, no se sienta así, no podría haberlo evitado... Estoy bien, estamos bien todos- le decía sonriente pero sollozando un poco. 

Jungkook y la directora solamente los veían atónitos -¿Se conocen entonces?- preguntó ella a lo que ambos asintieron. 

-Es a quien había estado añorando todo este tiempo. El niño que me arrebataron cuando él apenas tenía cinco años- explicó Kim Chan-Mi dándole de nueva cuenta un abrazo y un beso en la frente a Jimin 

-¡Oh! ¿Quién iba a decirlo? que afortunado momento entonces. Al fin va a poder vivir tranquila y en paz señora Kim- le sonrió 

-Solo lo podré estar cuando escuche tu perdón ¿Mi niño me perdonas?- 

-Pero claro nana, no tengo nada que perdonarle. Estoy feliz de verla, necesitamos ponernos al día ¡La cara que pondrán mis papás al saber que la he encontrado!- estaba tan feliz que se había olvidado un momento de que estaba acompañado. Fue por el otro chico y lo tomó de la mano -Antes que nada Nana, quiero que sea la primera a quien le presente formalmente a mi novio Jeon Jungkook- 

La directora se sorprendió un poco con la revelación, pero a Chan-Mi no le inmutó la noticia, tal vez desde un principio tuvo claro que Ji-seok tenía gusto por los chicos. Le dedicó una mirada y una sonrisa a Jeon. 

Jungkook enrojeció, nunca pensó que lo presentaría como su novio pero atinó a hacer una reverencia. 

-Yo a ti te conozco... eres el niño con ojitos de Bambi- ambos jóvenes se vieron confundidos aunque Jimin dejó salir una pequeña risita con el apodo usado. 

-Así es señora Kim, él estuvo aquí hace veinte años- confirmó la directora 

-Y ahora son novios y tú y yo nos reencontramos. La vida está llena de coincidencias-  y en verdad lo eran, eran tantas que hasta sonaba imposible que se conjuntaran. 

-Nana, me pondré en contacto para podernos ver. Necesitamos platicar muchas cosas, pero en este momento, debo estar con Jungkook, él me necesita- rozó ligeramente la mano del mencionado.  

-Oh, no. Si quieres y si pueden ustedes hablen, yo estaré bien- mencionó Jungkook pero Jimin le puso su índice en la boca -No. Dije que estaré contigo para hacerte compañía y cuidarte y eso voy a hacer

-Tienes razón, Ji-seok, lo primero siempre será la persona amada- Jimin ni siquiera se había inmutado que su nana le había estado llamado por su nombre anterior. 

Los niños fueron llamados por otra persona adulta para la hora de almorzar y la directora le indicó a Chan-Mi que fuera con ellos y así hizo no sin antes volver a abrazar a Jimin. 

Ambos regresaron al departamento del mayor. El pelinegro había estado algo callado todo el camino con tantas noticias y emociones pero una era la que lo estaba matando de curiosidad -¿Por qué tu nana te dijo Ji-seok?-  

 Esta era otra de las respuestas totalmente bien ensayadas y por tanto no se puso nervioso al contestar -Porque para obtener mi nacionalidad Americana tuve que cambiar de nombre. Cosas de papeleos y que no sabían como escribirlo- 

-Ah. No tenía idea que tenías las dos nacionalidades, pensé que solo eras coreano- le dio un pequeño beso al sentir que ya se había estado limitando mucho. -Jimin, me sigo sintiendo confundido e intrigado acerca del por qué habrán matado a mis padres ¿Será que no eran buenas personas?- 

Negó rápidamente -Estoy seguro de que no es por eso, deben haber sido buenos, tú mismo dijiste que te viste llorando por ellos, así que no te angusties- le sobó una mejilla y volvió a besar pero ahora profundizando un poco más -Yo te ayudaré a buscar esas respuestas- sonrió por lo que iba a decir a continuación -Te prometo que estaré contigo siempre porque te amo- 

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Y después de mil horas. Aquí quedó el nuevo capítulo. Espero haya quedado bien hilado, ya son las 2:30 a.m. y utilicé mis últimas dos neuronas para acabarlo jajajaja 

Edit. Puntuación y conectores. 




Te prometo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora