Te prometo...

Decisiones tomadas

Jimin no quería traicionarlos, sabía que lo estaban viendo y escuchando todo y seguramente estarían sumamente molestos en ese momento, pero sus padres eran lo más importante para él además de Jungkook, quien también estaba por demás sorprendido de que fuera a revelar esa información. 

El chico tomó aire, esperaba que su plan diera resultado o al menos le diera algo de tiempo para poder idear un escape o que alguien llegara a rescatarlos. Si salía mal, estaba perdido. Así Jimin dio la dirección sin chistar. 

Kwon estaba complacido, no pensó que sería tan fácil sacarle la verdad al chico pero todo había resultado a pedir de boca. -Fue una muy buena elección el haber cooperado Jimin. Ahora, enviaré a alguien hacia allá para poder vengarme de ellos, pero mientras, regresaré con Kang a ver en qué quedó su última voluntad- 

-¿Me vas a dejar libre?- preguntó esperanzado. 

-Claro que no, tú te quedas aquí y si me entero que mentiste o algo tramas, regresaré a poner una bala en ese rostro de modelo- se puso en pie y salió de la oficina dejándolo encerrado nuevamente. 

Jungkook salió de la bodega -¿Qué dirección diste Jimin? La dijiste con mucha confianza, como si de verdad supieras la existencia de ese lugar- 

Él sonrió ligeramente con aire nostálgico -Jamás olvidaré la dirección de mi antigua casa. Eso me salvó una vez, quizá me salve dos- 

Los Lee suspiraron aliviados, de nuevo habían pensado lo peor de aquel chico, pero no los había traicionado a pesar de la situación estresante y peligrosa en la que se encontraba, dejándolos asombrados de su valor, templanza y rápido actuar. 

Kwon llegó al piso de Kang, pidió a uno de sus hombres su intercomunicador y dio indicaciones para que un equipo fuera a la dirección en la que se suponía estaban los Lee. -Cuando los encuentren, no los maten, yo lo haré personalmente- le dijo. Entró a la sala de juntas esquivando el cuerpo inerte de la desafortunada secretaria. 

-Tu padre quiere tener unas palabras contigo Ji-Yong-ah- dijo extendiéndole el celular para que tomara la llamada y así hizo. Unos momentos después, al colgar, se sentó en una de las sillas -Supongo sabe lo que él me solicitó- 

Mientras esto sucedía, Jimin miró por el ventanal de su oficina -Nunca me había hecho falta que estas ventanas abrieran- luego miró hacia abajo -Aunque... de todos modos, desde el piso dieciocho sería imposible escapar- 

-Al menos tú tienes ventanal en tu oficina. Yo me tengo que conformar con contemplar la bella rejilla de ventilación en el techo- Ambos miraron hacia arriba después de estas palabras, habían tenido la misma idea. 

-Yo sí quepo por ahí. Hay que intentarlo, Jungkook- tomó el micrófono y la cámara y se los puso rápidamente -Ayúdame a trepar-. El menor movió el escritorio de tal manera que quedara justo bajo la rejilla, subió y la quitó para luego ayudar a Jimin a subir al mueble. Y así, como si fuera un dejavu, se abrazaron y Park dijo -Te prometo que regresaré por ti-

El pelinegro sonrió -Lo sé, aunque espero esta vez tardes mucho menos tiempo- ambos rieron y luego lo cargó para que pudiera entrar al hueco en el techo hasta desaparecer de su vista. 

Jimin se arrastró por aquel estrecho túnel hasta la siguiente rejilla que correspondía a la que estaba en la oficina de Jeon. La quitó con cuidado y se dio cuenta que no había previsto el pequeño detalle de la altura en la que se encontraba. Tomó aire para darse valor y se fue deslizando hacia afuera, primero los pies y luego el resto del cuerpo, se dejó caer y tuvo que ahogar un grito de dolor al torcer su tobillo derecho cuando tocó el suelo. Unos segundos después salió de la oficina cojeando pero afortunadamente sabía que solo era una torcedura, algo mínimo a comparación de lo que podría sucederles si no actuaba rápido ¿Pero qué hacer? 

Taemin y sus hombres, llegaron al edificio después de que fueran a reportar todo lo que estaba sucediendo como le indicó su hermano en la jefatura de policía. Dos de sus miembros de seguridad entraron y según indicaciones, tendrían que ir al piso veintidós donde estaba Kang siendo custodiado por los dos hombres armados fuera de la sala de juntas, pero al estar ésta justo frente a los elevadores, lo tendrían que hacer a pie por la escalera de incendios para evitar que ellos se dieran cuenta de su llegada. 

Kwon aún no podía creer lo que su padre le había dicho. Todavía hacía unas horas el plan era que él acabaría con Kang, pero ahora era diferente -¿Qué fue lo que le dijo para que cambiara lo que se tenía planeado?- preguntó. 

Kang elevó un poco los hombros -Solamente apelé a lo poco de conciencia y humanidad que habita en él haciéndolo pensar en el por qué y por quién había decidido forjarse una mejor vida, aunque el camino haya sido totalmente equivocado. Le dije que no te hiciera el daño de cargar con más vidas sobre tu conciencia- 

Ji-Yong asintió y le hizo una pequeña reverencia -Una vez que mis hombres avisen que tienen asegurados a los Lee, partiremos a ver a mi padre para que él sea quien cobre su venganza personalmente- 

Un estruendo de vidrios destrozados se escuchó muy cerca de ahí. Kwon abrió la puerta e indicó a los dos secuaces que investigaran de qué se trataba y quién lo había provocado, aunque la única persona aparte de ellos en el edificio era Park Jimin según él. Ambos fueron al elevador para bajar a la oficina de Park, también pensaban que era él, ya que a los otros directivos hacía mucho que los habían visto salir del edificio después de haberlos dejado en libertad. 

Jungkook también había escuchado el ruido -¿Habrá sido Jimin? Ojalá todo esté bien- 

Efectivamente, el chico de cabello azul había sido el causante de ese ruido pues premeditadamente rompió el ventanal de la oficina gemela del piso diecinueve esperando que los hombres armados de Kwon bajaran.

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Aaaaaahhhhh mi gente. Se me seca el cerebro y mis dos neuronas ya no dan para más jajaja. Estamos a punto de concluir esta historia la cuál en ningún momento pensé que tendría tantos capítulos y emociones. Gracias por seguirme hasta acá.  

Ay por cierto, que bellos Jimin y Hobi en el desfile de Dior. Irreales.