Mi Nombre es Ophir (CT).

Capitulo 9. Tiempo de descanso.

Estoy tan cansado, me he dejado caer en la hierba húmeda, este descanso es para tomar aire. Es para que los huesos se quejen tanto como desean y los ojos se cierren. Puedo sentir la sombra del árbol cubriéndome como una manta, el viento fresco, el lindo sonido de los insectos paseando. Suspire, agotado.

—Así que aquí estabas— no había algo más puro que la voz de mi amada.

Poco a poco abrí los ojos, quería tomarme mi tiempo, deseaba guardar cada segundo en mi corazón, porque sabia que la eternidad no existía por mas que el amor se jurara de esta manera.

—Aquí estoy— respondí, que sonrisa tan idiota debía de tener, Vivian siempre me sacaba esas sonrisas de enamorado.

Ella se recostó a mi lado, su cabello blando se extendió en todo el pasto y ella se miraba como una estrella. Acerco su mano para acariciar mi barbilla.

—Amo tu barba, déjala crecer.

—Lo que desees, así será.

—¿Ah sí? ¿Y si pido un castillo?

—¿Solo uno? podría conseguirte mil castillos, solo debes de darme la orden.

—Quiero el mundo.

—Mi mundo eres tú, ya eres tuya, no tengo manera de entregarte a ti misma.

Ella soltó una risa hermosa. —Eres un sueño, Ophir, me da miedo despertar.

Claro que mi corazón temía, pero no lo suficiente, tome su mano para besarlo.

—Si despiertas, te buscare— asegure.

Pareció sorprenderse por mis palabras, pero al final ella se levanto para dejarse caer en mi pecho.

—¡Ophir! Te amo— lleno mi rostro de besos, iniciando por mis ojos, pasando sus dedos por mi cabello, beso la comisura de mis labios y sin poder resistir más, la tome de la nuca para garantizar un beso tan profundo que nos robaría el aliento. Podía sentir la sonrisa de Vivian sobre mis labios. —Bien, cuando despertemos, debemos buscarnos— garantizo cuando nos separamos.

Sus ojos temblaron.

—¿A que temes? —cuestione.

—¿Y si cuando despertemos no te gusto? —aquella pregunta me saco risas ahogadas por las manos de mi amada. —¡No te rías! Ophir, hablo en serio, ¿Qué pasara si cuando despiertas yo sea una anciana?

—Entonces iré a recogerte al asilo en mi carruaje y nos iremos juntos a donde desees.

Eso le saco una sonrisa.

—¿Y si alguien me quiere tomar como suya?

—Peleare contra todos por y para ti. Mataría por ti, robaría por ti, traicionaría por ti, me mataría por ti, iría al infierno por ti, haría todo por ti.

Su blanco rostro se sonrojo de inmediato y ella sonrió, me dio un fugas beso en la mejilla.

—No tienes idea de cuanto te amo.

—Tu tampoco, así que tengo que decírtelo. Te amo demasiado, te amo tanto que el sentimiento no cabe en este cuerpo, ni en ningún otro.

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Mundo real, actualidad.

Despertar suavemente había sido más duro que despertar estremeciéndome por una pesadilla. Un suave sueño había sido mas desgarrador pues al mirar a mi lado, solo vi una persiana cerrada. El aroma a hospital es un asco.