—Voy a amarte y honrarte por el resto de mi vida— la voz de Vivian estaba frente a mí. Su silueta estaba frente a mí, su rostro se encontraba cubierto por un velo. Ella coloco un anillo en mi dedo. —Y si la guerra regresa, seré tu escudo, y si la salud nos abandona, sostendré tu mano. Estaré a tu lado ante la muerte incluso— aquel juramento, era tan sincero. —Y si esto es un sueño, te he de buscar cuando mis ojos sean abiertos. Ophir, te amo.
Sonreí y tomé la mano de mi amada Vivian.
—Voy a amarte y honrarte por el resto de mi vida— dije, tomé el anillo. Kosj me entrego el anillo. Ella tenia los ojos brillantes. Volví con Vivian. Se veía tan hermosa. No necesitaba que el velo fuera translucido para saber que ella estaba sonriendo. Coloqué el anillo en su dedo y me vi reflejado en el oro. Mi cuerpo masculino se miraba en el reflejo, aquel yo del que estaba orgulloso, elevado con fuerza y sin miedo. Suspire, feliz, por que aquel del reflejo es quien deseaba ser. —Y si la guerra regresa, seré tu espada— jure. Mi mano se coló bajo el velo que cubría el rostro de Vivian. —Y si la salud nos abandona, sostendré tu mano. Estaré a tu lado ante la muerte incluso. Y si esto es un sueño, te he de buscar cuando mis ojos sean abiertos. Vivian te amo— alce el velo y aquella mujer frente a mi no era Vivian.
Manos rápidas, pero huesudas y frágiles llegaron a mi cuello. El peso se fue directo a mi y caí de espaldas. Todo a mi alrededor perdió brillo e importancia mientras tenia la figura enfermiza sobre mi presionando sus manos en mi cuello y sus lagrimas cayendo en mis mejillas.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!—la pregunta se repetida en mi rostro y yo intentaba quitarme a la figura enfermiza sobre mí.
Se vea tan frágil y patética, entonces, ¿Por qué pesaba tanto? ¿porque no podía arrancar sus garras de mi cuello? ¿Por qué su voz es tan estruendosa?
Busque con la mirada una ayuda, pero estaba solo.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no me amas a mí?!—soltó ella y su puño se fue a azotar en el suelo a mi lado.
—Almendra— susurre, pero ella negó.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!—pregunto en completa desesperación, alzo ambos brazos, manteniéndolos juntos y soltó el golpe sobre mi rostro. —¡Yo también merezco amor! — un segundo golpe llego a mi rostro. No podía hacer nada para detenerla. —¡Ámame! ¡Por favor! Yo también quiero ser amada— golpe tras golpe.
Almendra solo pedía amor.
Pero yo no podía dárselo.
—¡Ámame!
—¡No! —esta vez yo la tome del cuello.
—¡Ámame! —exigió sin importar cuanto apretara su cuello, no dejaba de hablar. —¡Ámame!
—¡Mírate! —grite y ella abrió sus ojos oscuros. Su cabello se sentía tan suave bajo mis dedos apretados. —¡Esta enferma! ¡das asco! ¡¿Cómo podría amarte?! ¡Estas rota!
—Tu me rompiste— sollozo Almendra.
—¡Tu sola te arruinaste!
La asfixia por fin pareció presenciarse en el rostro de Almendra, aprete con mas fuerza su cuello y aun mas cuando la vi sonreír.
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Mi Nombre es Ophir (CT).
FantasyAlmendra ha sido una gran fanática de libros de transmigración durante años, cuando fue su turno para entrar al fantástico mundo de un libro que recién termino, no desperdicio su oportunidad siendo participe de muchas aventuras y amoríos, llevando e...