Caricias en el cabello

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Entra en la habitación con cuidado de no hacer algún ruido que lo molestara o despertara de su sueño, cerrando tan solo ingresar de la misma forma.

Camina quedando al lado de su cama y deja el recipiente en la mesita de noche. Toma la tela de su cabeza con cuidado para remojarla en el agua fría, exprimirla y colocarla en su cabeza nuevamente para controlar la fiebre. Mira el reloj en la pared observando la hora, las tres de la mañana. Luego coloca su mirada en la ventana donde puede observar la tormenta que los ha dejado sin electricidad.

Suelta un bostezo, agotada. Limpia sus ojos buscando espantar el sueño que trata de dominarla, pero no podía dormirse, no quería dormirse, temiendo que algo malo le pase al erizo negro que descansa sobre sus sabanas ahora rojas por la sangre de shadow.

Recapitula toda la situación que los llevó a eso. Una batalla intensa con las tropas de eggman que ahora se habían vuelto más fuertes al usar un nuevo material descubierto en las profundidades de una montaña lejana.

Ella se descuidó un momento, fueron segundos donde el erizo se atravesó entre ella y el disparo dejándolo herido, aún herido logro acabar con los robots, pero eso costó gran parte de su energía.

No tuvo tiempo de pensar, tomó al erizo herido y lo trajo a su casa comenzando con la curación.

—no entiendo, por qué lo has hecho?— se pregunta observándolo dormir tranquilamente después de varias horas batallando con la fuerte fiebre que había contraído.

Suspira y sonríe leve, aunque no sabe la razón, le está muy agradecida por haberla ayudado.

Toma nuevamente la tela, la remoja y la coloca sobre su frente nuevamente.

Vuelve a bostezar y sigue con su vigilancia, le parecía curiosa la calma que trasmitía mientras dormía y a la vez le gusta. Con algo de lentitud sube su mano a sus púas y las acaricia lentamente encontrándolas bastante suaves, incitando a más caricias suaves por todas ellas, a su cabeza y orejas.

Se sentía tan bien darle caricias al erizo, su cuerpo se relajó ante algo tan suave y sin poder evitarlo al fin quedó dormida al lado del erizo moreno.

_________________a la mañana siguiente____________

El solo golpea su cara con fuerza como si buscara despertarla, lográndolo después de un tiempo. Parpadea con los ojos adoloridos al igual que su cabeza. Revisa la habitación tras unos segundos recordando lo de la noche anterior, voltea rápidamente hacia la cama encontrando al erizo aún dormido.

Sonríe leve y toma la tela en su cabeza, pasa sus manos por su cuello y cabeza alegrándose de que la fiebre haya pasado ya.

—gracias al cielo— susurra mirándolo un momento de cerca, volviendo acariciar su cabeza y sus púas, le gustaba que fueran tan suaves y aprovechada que el gruñón se encontraba durmiendo para poder tocarlas.

Se aparta poco después, bosteza y se levanta estirándose escuchando como su columna truena resentida de su mala posición. Toma las cosas y se marcha a preparar el desayuno sin darse cuenta que el erizo estaba despierto y con un ligero sonrojo ante tan extraña caricia. 

Flufftober shadamy 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora