● Cap 11

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- Aló, ¿Lisa? - Jennie cierra el libro que estaba leyendo.

Se sentía confundida aunque a la vez un poco emocionada por la repentina llamada de la alfa.

- Jennie, hola. Hmm, perdón por llamarte, seguro debes estar ocupada.

- Ah no, solo estaba leyendo un libro, es todo - dirige su mirada a las fotos pegadas en la pared de su habitación.

- Genial, quería preguntarte algo sobre la salida de hoy.

Se escucha un suspiro del otro lado de la línea.

- Oh sí, odio que las personas lleguen tarde - dice en broma con una sonrisa.

- No tardaré, me gusta ser puntual.

- En eso estamos de acuerdo entonces - se levanta de su escritorio y va a sentarse en medio de su cama.

- , sabes... Lo estuve pensando, y ¿por qué mejor no voy a recogerte?

La castaña entonces muerde su labio inferior y frunce las cejas.

No estaría mal que la fuera a buscar a su casa, pero no estaba segura de darme su dirección a alguien que apenas acababa de conocer.

Lo pensó por unos largos segundos, que de seguro estaba poniendo ansiosa a Lisa, porque volvió a hablar.

- Claro, solo si es que quieres.

- Está bien. Te mandaré la dirección por mensaje, y como dije antes, no tardes - dice algo insegura.

- No lo haré, estaré ahí a las siete en punto.

- De acuerdo.

- Bien - dice Lisa dando fin a la llamada.

Hace un puchero inconsciente mientras se tira por completo sobre la suave cama.

Estaba demasiado estresada. A penas si había desayunado, no tenía ganas de comer y los trabajos de la universidad la estaban matando. Y eso que apenas llevaba una semana ahí.

Sus padres llegarían al día siguiente, por lo que se la pasó con Rosé limpiando desde temprano cada habitación de la casa, sobre todo las habitaciones de invitados. Aparte de sus padres también estaría llegando una de las amigas de su madre y su hija que, según sabía, también estudiaría en la misma univerdidad que ella y sobre todo era una alfa.

Cierra los ojos y respira hondo.

No estaría mal volver a tratar de socializar con los alfas. De hecho, ya lo estaba haciendo. Irene y Lisa eran alfas, aunque con Irene solo había intercambiado algunas palabras durante la semana gracias a que les compraba el café. Toleraba su aroma incluso siendo fuerte, ese era un gran avance.

Sonrió al recordar la cara que había puesto Irene cuando le dijeron que su tarjeta no tenía crédito. Parecía molesta y preocupada, había dicho que no era nada grave y que solo era que había estado comprando mucha ropa durante los últimos meses.

Y luego estaba Lisa. Había notado que no era de Corea por su apellido. Si no se equivocaba, era Tailandesa, la había visto varias veces con Arthit, lo conocía porque era su compañero, mas nunca había entablado conversación con el omega. El chico era muy lindo, tenía cabello castaño igual que ella, tenía la piel un poco bronceada, era delgado con ojos color miel y tenía un aroma a sandía y limón. A ella no le agradaba del todo el aroma ácido, pero parecía ser una buena persona de una buena familia. Llevaba unos pendientes la otra vez, parecían ser diamantes.

Lisa tampoco se quedaba atrás. La vez en que hubo aquella fiesta, la vió con un collar que tenía un onix negro en forma de corazón, el mismo que llevo el día lunes. Se parecía al que tenía, pero lo que más le llamó la atención fueron los brazaletes trenzados dorados, mismos que tambien tenía.

Días de lluvia  || Jenlisa || ⁰¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora