Días de lluvia || Jenlisa || ⁰¹

● Cap 28

- ¿No deberían de estar ya aquí? - Lisa daba vueltas en el cuarto de interrogación.

- Debemos ser pacientes - dice Gun - Ellos ya se encuentran allí, esto acabará pronto.

- Me siento inservible, estoy acá sin hacer nada - su alfa estaba comenzando a enojarse - Debí haber ido yo.

Se sentía atrapada en esa habitación, necesitaba aire para poder respirar.

- Lalisa, esto no es algo en lo que debas entrometerte.

- Estoy harta - Cuando estuvo a punto de salir, un fuerte mareo casi hace que cayera al suelo. Gun se apresuró a sujetar a su hija.

- ¿Lalisa?

Lisa da una gran exhalación, y se sujeta la cabeza. Comenzaba a dolerle, no se sentía bien.

- Me duele la cabeza, algo no está bien, papá - sale de la habitación - Jennie - Susurra al percibir miedo, mismo que no le pertenecía.

♡

Jennie siente un deja vu al abrir los ojos en esa habitación, la cama roja y la lluvia chocando contra el vidrio de la ventana junto a los truenos y rayos cayendo.

< Oh no, esto de nuevo no >, piensa.

Se levanta en la cama, un fuerte olor a cigarrillos llega a sus sentidos, tan desagradable.

- Gatita, a despertarse - dice canturreando el hombre, quien estaba viéndola desde el gran sofá frente a ella.

- Eres repugnante - es lo primero que dice la omega.

KyuBok bota el humo de su boca y nariz, frunce las cejas y la mira con desprecio.

- Deberías cuidar tus palabras, niña.

- No te tengo miedo - traga saliva.

Jennie ya no podía sentir miedo, cuando lo único que salía de su corazón era odio, un inmenso odio hacia la persona que le hizo tanto daño. No dejaría que sucediera de nuevo, ya no era más una niña, haría todo lo que estuviera en sus manos para defenderse incluso si eso significaba morir.

El alfa se acerca a Jennie tomando su suave cabello entre sus dedos, pasando hacia la piel del rostro, bajando hacia su cuello en donde antes de llegar a tocar lo que no debía Jennie sujetó sus manos con fuerza empujándolo, y causando que este cayera al suelo.

El tipo era grande pero estaba viejo, usaría eso a su favor.

Jennie salió de la cama y fue directo a la puerta para poder escapar, pero estaba con llave. Su instinto salió a flote, buscando rápidamente otra salida.

- No logararás salir a menos que yo lo permita - escucha hablar a esa repugnante voz.

Por suerte, la habitación era grande. Así que se puso a un extremo, alejada de su contrincante.

- No t-te acerques - su voz sale temblorosa - no te lo permitiré.

- ¿Quién dice que esa decisión es tuya? - el alfa relame sus labios viendo a Jennie como si de una presa se tratase.

KyuBok se acerca lentamente hacia Jennie. La omega gruñe cuando este está suficientemente cerca. El alfa no espera, tomando a Jennie de los hombros y tirándola a la cama.

Los ojos de Jennie se vuelven celestes, indicio de que su omega estaba a punto de tomar el control de su cuerpo.

El hombre se sube encima e intenta quitarle la ropa rompiendo en el proceso su camiseta negra, dejándola solo en brasier. Jennie no se rinde y da pelea rasguñando sus brazos, con todas las fuerzas que posee, intenta empujar al tipo.

- ¡¡Déjame!! - Grita la omega, no quería llorar pero sus lágrimas salían en contra de su voluntad.

KyuBok ignora el ardor de las heridas provocadas por la omega y decide poner toda su atención en sus labios, baja su rostro buscando contacto en estos, pero no contaba con que Jennie le mordería haciéndole gritar de dolor.

El tipo se aleja y escupe sangre en la alfombra blanca del piso.

Mira a Jennie con rabia, sus ojos se vuelven rojos; era su alfa.

Jennie le mira con miedo. Si usaba su voz, entonces no habría nada que hacer, el miedo comenzaba a volver.

- Omega, quédate quieta - dio una orden.

Su naturaleza le impedía ignorarlo y con todo el miedo y odio que sentía, hizo lo que le pidió.

- No me tengas miedo, solo te daré lo que necesitas - fue lo que dijo KyuBok antes de lanzarse sobre Jennie y comenzar a besar su delicada piel.

Jennie solo podía sollozar y derramar gruesas lágrimas, se volvía a sentir como la niña de hace años, alguien que solo podía esperar a que todo ese martirio terminara.

♡

- ¿A dónde crees que vas? - Jumpol tomó el brazo de Lisa empujándolo lejos del auto.

Lisa se zafa del agarre y mira con las cejas fruncidas a su padre.

- Con Jennie - musitó decidida.

- La policía se está encargado de eso.

- Entonces ¡¿Por qué ya no están aquí?!

- Lalisa ... - su celular comenzó a vibrar.

Contesta, dejando a Lisa subirse al auto.

- ¿Cómo que no están ahí? - Jumpol dice con molestia viendo a su hija partir.

- Los descubrieron, señor - contesta el detective.

Todo estaba saliendo mal.

Ve a Jichul acercarse con rostro preocupado, mientras la lluvia mojaba todo su cuerpo.

- ¡Dicen que ellos no están ahí. Jennie no está con Jisoo! Dijiste que mis hijas no saldrían lastimadas de esto, Jumpol. Mis hijas están quién sabe dónde, mientras la tuya está a salvo. ¡Mierda! Estuve colaborando contigo porque creí que todo saldría bien, pero ya veo que no es así.

La policía llegó al distrito de Dongdaemun, pero solo encontraron al policía Kim Namjoon amarrado y amordazado en la esquina de una habitación, mientras que no había rastro de Jisoo, Rosé y de ninguno de los otros dos policías.

El alfa traga saliva. El idiota de KyuBok pagaría toda la mierda que estaba sucediendo, estaba queriendo inculparlo por compras ilegales, con la intención de debilitarlo. Pero sobre todo, no quería que a su hija le sucediera algo malo, por lo que no permitió que fuera junto a Jennie.

Aunque, de todos modos, ahora todo se estaba yendo al diablo, tenía que hacer algo, y pronto.

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¿Qué le sucedió a Jisoo y Rosé? ¿Lisa podrá llegar a tiempo junto a Jennie?
¿Qué planea Jumpol Manobal para atrapar y ponerle fin a todo este drama?

Lo veremos en el proximo capítulo.

Holaaaaa, sé que pasó mucho tiempo, pero estoy aquí de nuevo, solo para avisar que ya estamos en los últimos capítulos.

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