● Cap 22

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Lisa toma la mano de Jennie y se dirigen al patio, seguro habría más personas allí, no quería sonar paranoica, pero alguien las estaba siguiendo lo podía presentir.

Llegan al patio, Jennie la deteniene.

- ¿Podríamos ir a un lugar más privado?

- Claro, ¿A un café? ¿A donde quieres ir? - su molestia siendo opacada por la angustia

- ¿A mi casa, puede ser? No hay nadie - Jennie toma la mano de Lisa, también presentía que algo no estaba bien

Lisa asiente.

Salen de la universidad y toman un taxi hasta la casa de Jennie.

Ninguna decía palabra alguna.

Definitivamente la alfa no pensaba ir a casa de Kim, se estaba poniendo nerviosa ahora, estarían ellas solas.

¿Qué era eso tan importante que le tenía que decir Jennie?

Cuando llegan, Jennie saca una llave de su mochila y abre la puerta.

Ambas entran.

- Puedes sentarte, necesito traer algo - suspira algo cansada.

Lisa toma asiento en el cómodo sofá blanco de la sala, mira a su alrededor, todo estaba limpio y muy ordenado, la casa de Jennie era muy grande.

Ve a Jennie regresar con unos periódicos en la mano. Se sienta a su costado, le entrega los periódicos.

Lisa los lee.

"Se desmantela hacienda en donde se ejercía la trata de menores"

Frunce el ceño.

- No estoy entiendo

Jennie toma aire, era el momento

- Yo estuve involucrada en esto, cuando tenía casi quince años me llevaron a esa hacienda - traga el nudo en su garganta

- ¿Cómo? - Lisa estaba asombrada, eso no se lo esperaba

- Fue cuando regresaba de la escuela, no me di cuenta que alguien me seguía, luego solo recuerdo estar ahí

Sabía lo que trataba de decirle, alguien la secuestro.

Jennie se inquieta ante su silencio, de todas maneras decide continuar.

- Hay una razón por la que la lluvia no me gusta, es porque no me traen recuerdos gratos, el que más se interpone es... cuando - toma otro respiro, su pecho se aprieta - ese alfa me hizo daño - susurra llevando su vista al piso

Manobal lleva sus manos a los hombros de Jennie, la siente temblar ante su tacto.

Su alfa solo quería consolar la enorme tristeza de su omega.

- ¿A que te refieres con que te hizo daño? ¿Qué fue lo que te hizo? - Su voz saliendo algo tosca - Jennie mírame, por favor - traga saliva, no quería pensar lo peor.

Jennie solo niega con la cabeza, y lágrimas salen de su ojos

- El abuso de mí - dice en un hilo de voz

Lisa se queda petrificada, sus ojos pican, traga el nudo que se había formado en su garganta.

Toma un gran respiro, abraza a Jennie y empieza a soltar su aroma a café para tranquilizarla.

También quería llorar, podía sentir el dolor de su omega como suyo.

Siente su blusa ser mojada por el llanto de Jennie.

- Quería que lo supieras antes de que tomaras la decisión de quedarte o irte - Se separa del abrazo y limpia sus lágrimas - Necesitabas saberlo, es por eso que no soporto el aroma de los alfas cuando son demasiado fuertes y no me siento cómoda con que estén demasiado cerca de mi, aceptare cualquier desicion que tomes ahora, incluso si quieres solo dejarme yo estaré bi-

- No - le interrumpe.

La omega levanta la vista viendola fijamente.

¿Esa era la razón por la que la estaba evitando?

Se sentía molesta pero sabía que no era momento de dejarse llevar por sus emociones.

- Jennie no haré algo como eso - toma el rostro de la omega en sus manos, pasa sus pulgares por sus megillas eliminado todo rastro de llanto - ¿Crees que podré dejarte luego de saber algo como esto? - acerca su rostro uniendo sus frentes - durante todo este mes que estuvimos juntas solo hizo que me encariñara de ti, de tu forma de ser, eres mi omega, Kim Jennie tu me gustas ¿Porque te dejaría? - une sus labios en un suave beso, uno más íntimo como si estuviera queriendo decirle cuanto la quería.

Jennie se deja llevar por los labios de Lisa, su tristeza siendo reemplazada por calma, una gran calma interna, siente como el beso se va volviendo pausado, para que pudieran respirar.

Mantiene sus ojos cerrados, abre su boca dando cabida a la lengua de Lisa, quien va de despacio a uno mucho más brusco.

Siente su cuerpo reaccionar, sus megillas se calientan hasta no más poder.

Manobal deja sus labios, para dejar suaves besos en su mandíbula bajando poco a poco a su cuello.

- Abre los ojos - Lisa le susurra al oído - Jennie soy yo

Kim suspira, al abrir los ojos se encuentra con los de la alfa viendola fijamente con una sonrisa.

- No pienses en el, piensa en mí - Baja sus manos a la cintura metiendo sus dedos detrás de la tela sintiendo la delicada piel caliente, la omega tiembla - Lo que sucedió antes quedó en el pasado, concéntrate en el presente y yo también lo haré, ahora estoy yo, Kim Jennie no dejaré que nadie vuelva a hacerte daño - Regresa sus labios al contrario

- Tu también me gustas - Jennie le susurra en medio del beso - Lalisa quédate conmigo - Lleva sus manos a los hombros de la pelinegra tocando su nuca - Porfavor.

No quería pensar en nadie más que en la chica que estaba besándola, no importaba lo demás, no ahora, cuando podía sentir exitarse ante el tacto de Lisa sobre su piel, sus besos húmedos en los labios y cuello llegando a su clavícula.

El aroma de la omega se volvía cada vez más dulce, chocolate con fresa, delicioso.

Un pequeño gemido salió de sus labios por el placer que estaba experimentado, se sintió avergonzada.

No era como si no lo deseará, solo tenía un poco de miedo.

- No me iré a ningún lado, me quedaré contigo Jennie - El deseo estaba apunto de controlarla, su cuerpo se exitaba cada vez más.

Tenía que detenerse, al principio solo quería hacer saber a Jennie que era más importante para ella de lo que creía dándole un reconfortable beso.

Pero todo dio un giro inesperado al sentir el deseo palpante en su piel, su cerebro se estaba llenando de feromonas, si eso seguía así seguro su celo se adelantaría.

Intenta separarse con todo el autocontrol que poesía en ese momento, pero fue grande su sorpresa cuando sintió los tímidos besos de Jennie sobre su cuello, bajando despacio hacia sus clavículas

Su miembro estaba poniéndose duro.

Mierda.

- Jennie si sigues así, yo no podré ahh.. - jadea

La alfa sube más sus manos por la cintura de la omega trazando una perfecta curva, Jennie gime bajito.

El placer estaba cegando su razón, Jennie lo sabía, no se sentía aún preparada para tener relaciones con Lisa, al menos no ahora.

Muerde su labio inferior, puede sentir el lubricante empezando a mojarle la ropa interior, tenía que parar.

Pero no quería.

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¡¡Esto ah sido tan difícil de escribir!!

Esperen un poco más para el siguiente capítulo, tengan una bonita tarde. ❤

Días de lluvia  || Jenlisa || ⁰¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora