¿Y LUEGO?

Capítulo 28

Claire saco una cajita negra con un listón rojo de su armario, Owen seguía cada uno de los movimientos de su novia y solo podía pensar en lo afortunado que era al tenerla en su vida “Es un ángel, se ve hermosísima con ese conjunto, una diosa, lo mejor que me ha pasado en la vida”, pensó el entrenador.

-Feliz cumpleaños señor Grady-. Le dijo la pelirroja entregándole la caja.

Owen abrió la cajita y vio las esposas y un pequeño bote de Nutella. - ¿Me podría explicar esto señorita Dearing? -. Le pregunto viéndola a los ojos con una sonrisa sensual, lo que hizo que su novia mojara más sus braguitas. 

-Hoy usted tendrá el control señor Grady-. Le respondió con sonrisa coqueta y mordiéndose el labio, quito el nudo de su bata dejandola caer por sus hombros, traía una lencería de color rojo, con medias de seda rojas que le llegaban hasta arriba de las rodillas, un liguero que iban desde sus muslos hasta la pequeña braga de encaje que no dejaba nada a la imaginación, pues por detrás se podían ver sus lindas nalgas, pues la tanga por detrás era un simple hilo que dividía sus hermosas nalgas, el abdomen bien definido estaba descubierto y sus hermosos y redondos pechos estaban cubiertos por un sostén de encaje rojo.

Owen se paró de la cama y fue hacia Claire. -Siempre diré esto, soy un hijo de puta con suerte-. Owen paso su dedo índice por el rostro de Claire, dibujando cada una de sus facciones, arrastrando sus dedos hasta al valle de sus senos. -Eres hermosa, un ángel, una diosa, eres completamente sexi con cualquier cosa que tengas puesto y siempre me traes babeando por ti, te amo-. La atrajo hacia él y la beso tan dulcemente que no fue suficiente para su novia, pues subió el beso al siguiente nivel, un beso salvaje y bastante sensual, mientras él le apretaba sus lindas nalgas descubiertas, logrando que la pelirroja gimiera en su boca.

Owen rompió el beso para mirarla mejor dando una vuelta lenta alrededor de ella, quedando detrás de ella -Antes de que preguntes, si, si me gusta lo que veo, hermosa de los pies a la cabeza-. Owen volteo solo el rostro de su novia, la agarro de su barbilla y le dio un beso sensual, para después romperlo y decirle en el oído. -Ponte cómoda en la cama-. 

Claire hizo lo que le pidió su novio, sintiendo como su entrepierna se mojaba. -Pon las manos arriba, preciosa-. Claire lo hizo y su novio lo esposo al cabecero de la cama. -Está completamente a mi merced señorita-. Le dijo.

-Yo siempre he estado a su merced señor-.Le respondió la pelirroja con voz ronca, pues ya estaba más que excitada.

Owen tomo el bote de Nutella que había en la caja, la abrió y tomo un poco. -Mmm me encanta la Nutella, pero hoy quiero combinar mis dos cosas favoritas, la Nutella y tu cuerpo-. Owen se subió a la cama poniendo se a un lado de su novia. -¿Quieres un poco? -. Le pregunto.

-Si-. Mas que una respuesta por parte de la pelirroja, fue un jadeo, le excitaba ver a su novio en estilo dominante.

Owen tomo un poco de Nutella, se lo embarro en los labios y se acercó a su novia para darle un beso, Claire lo beso como si su vida dependiera de ello, un beso voraz en donde se encargó de quitarle toda la crema de avellana de los labios, enredando su lengua con la de él, explorando ese rico sabor entre Nutella y Owen, el entrador rompió el beso y se dirigió al cuello de su amada, lamio, chupo y mordió, hizo un camino de besos hasta su pechos.

-Te vez sexi con el conjunto, pero te vez igual de jodidamente sexi sin el-. Owen le quito el brasier a su novia dejando sus redondos y hermosos pechos a su alcance. -Me encantan, son perfectos-. Dijo al verlos.

El entrador tomo el bote de crema de avellanas, tomo una cantidad generosa y lo embarro en los senos de su novia, la respiración de Claire era bastante agitada y aunque ya lo quería dentro de ella, sabía que tenía que esperar el momento, pues su novio tenía otros planes.