Luke Porter regresó esa misma noche a Londres, no sin antes haberse despedido de su mejor amigo, Tom Hiddleston, de igual manera le advirtió que tuviera cuidado y que si necesitaba un favor, no dudara en llamarlo sin importar la hora. Aunque no se sintió del todo seguro al dejar a Tom en un continente distinto, sin embargo, confiaba en que él estaría bien o eso era lo que esperaba. Al día siguiente, Tom fue bombardeado con muchas preguntas provenientes de cualquier persona que llegó a conocer a Luke, quienes cuestionaban dónde estaba y por qué esa mañana no se presentó en el set, de modo que el actor se dedicó de responder las dudas mencionando que su mánager tenía asuntos pendientes que atender en su país de origen.
Los días de la semana fueron transcurriendo entre ensayos, colocación de escenarios y adecuación de los trajes que utilizarían los actores para grabar las escenas faltantes. El ambiente del set de grabación era más que tenso, muchos de los colaboradores estaban al borde de tener un colapso debido al estrés generado por las complicaciones con la iluminación.
El día viernes, absolutamente todos los encargados del equipo técnico y asistentes de producción fueron citados a las seis de la mañana, pues los días de rodaje, como en este caso, llegaban a abarcar catorce horas. En este grupo también estaban incluidos los actores y extras que eran requeridos en la filmación, por ese motivo, Tom ya se encontraba en su camerino, acompañado de una maquillista profesional y un diseñador de imagen, quienes lo estaban ayudando para que se caracterizara como un soldado de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, para hacer el tiempo más apacible, Tom reprodujo música desde su teléfono celular, con la única intención de sentirse inspirado, así que en la habitación se escuchaba el exitoso This Love de Maroom 5. Tom se mantenía relajado y despreocupado, observando su reflejo en el espejo que se encontraba frente a él, mientras tres personas a su alrededor se encargaban de prepararlo.
Sin duda alguna, Tom disfrutaba de su trabajo y amaba lo que hacía porque nadie podía quitarle ese brillo de los ojos que se presentaba cada vez que se emocionaba cuando una cámara se enfocaba en él y en sus habilidades actorales. Esa mañana estaba entusiasmado.
Por su parte, Ann Bellamy no estaba del todo contenta como Tom, sino asustada y a punto de tener un ataque de pánico debido a la inseguridad que sentía cada vez que tenía que grabar una escena que mostrara su cuerpo, pues así lo requería el libreto en el cual tendría "sexo" con Bradley, y no es que el actor la hiciera sentir incómoda o desprotegida, más bien se trataba de ella y de sus pensamientos negativos.
Ann pensó que ella era el problema, no los demás.
Ann estaba acompañada de la maqullista, quien llevaba, aproximadamente, una hora intentando corregir el maquillaje, ya que la actriz no podía detener su llanto a causa del nerviosismo, pues siempre era difícil realizar una escena de "sexo" frente a un grupo de veinte a treinta trabajadores, quienes observaban lo que hacía y cómo lo hacía y eso le parecía un poco enfermo porque no era lo que sucedía en la vida real. Además, se sentía expuesta ante las críticas de los demás, ante los juicios de las personas que se atrevían a juzgar su cuerpo. De igual manera, el estilista agregó más spray a su cabello rubio, el cual estaba rizado en un peinado al estilo de los años cuarenta.
Pero ninguno de los estilistas entendía el origen de aquellas lágrimas, a excepción de Kathy, quien observaba a Ann con suma empatía, aunque a veces la asistente llegó a creer que la actriz era un robot incapaz de sentir verdaderas emociones. Así que se acercó a Ann y le entregó un pañuelo desechable.
—¿Necesitas algo? —preguntó Kathy frunciendo el ceño, sintiéndose afligida.
Ann asintió con la cabeza y sonó su nariz con el pañuelo desechable.
—¿Puedes llamar a Bad? Necesito hablar con él. —pidió Ann con ojos llorosos.
Kathy asintió con la cabeza y salió del camerino en busca de Bradley, quien estaba en el otro pasillo, de igual manera, acompañado de personas que estaban preparando su vestuario y peinado. Kathy tocó la puerta un par de veces y esperó a que alguien abriera. A los pocos segundos, una joven, que en su mano sostenía una paleta de maquillaje y en la otra una brocha, abrió.
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𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛
FanfictionA lo largo de nuestra vida creamos a un personaje con base en nuestras carencias, de igual modo, escondemos un pasado que no queremos que sea descubierto, ya sea por miedo o vergüenza. Por las mañanas queremos ser como las joyas relucientes cuando e...