𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛

Cuarenta

En la actualidad, Tom Hiddleston tiene algunas marcas de expresión, la cuales son únicamente visibles cuando sonríe de manera genuina, además de contar con muchísima experiencia en esta competencia llamada vida. Precisamente, el día de hoy celebra su cumpleaños número cuarenta, pero... ¿Qué había pasado en la vida de Tom Hiddleston a lo largo de estos años?

Bueno, resulta que su actuación de Loki en las tres películas de Thor le habían brindado un futuro exitoso y un reconocimiento a nivel mundial, pues su carisma y la aceptación del público general, sin olvidar sus habilidades como actor, lo mantuvieron a flote a lo largo de los años, esto le trajo consigo muchas oportunidades para interpretar diversos papeles, así como ser embajador de varias marcas de prestigio y organizaciones sin fines de lucro. Se puede decir que es tremendamente rico, pero no todo fue gracias a Tom, ya que su increíble y capacitado mánager, Luke Porter, logró posicionarlo en la cima del éxito, mediante las conexiones con los mejores productores de cine. Los dos hombres aún conservan su amistad y comparten ese interés para buscar los papeles actorales mejor pagados y más cotizados en el mundo del espectáculo.

Interpretar el papel de Loki, lo catapultó en la cima del éxito, pues a partir del estreno de la película de Thor, Tom pudo integrarse en el cotizado mundo de Hollywood, de esa manera logró trabajar con directores como Guillermo del Toro y actuar a lado de Jessica Chastain con quien tuvo una relación pasajera, Luke Evans, Elizabeth Olsen, entre otros aclamados actores.

Es la mañana del nueve de febrero. El aire frío del centro de Londres no logra penetrar la enorme habitación de Tom, quien yace recostado en su cama cubierta con sábanas de seda. Él lleva más de una hora despierto, pensando qué es lo que ha hecho a lo largo de su vida, al mismo tiempo que mira el techo que está decorado con un candelabro moderno, pero cuando por fin decide levantarse, siente un vacío en su interior debido a una causa  desconocida.

Camina con los pies descalzos mientras avanza al cuarto de baño. Mantiene su ceño fruncido ante el malestar que le provoca por no saber qué es lo que siente. Estando frente al espejo observa con gran atención su rostro, sus ojos azules tratan de notificarle un mensaje, pero no puede interpretarlo. Posteriormente, lava su cara con un poco de agua fría, sin embargo, esta acción es interrumpida por el sonido de una llamada entrante.

—Hola. —contestó Tom.

—Hola, ¿cómo va todo, colega? ¿Ya estás listo? —preguntó Luke Porter, quien conducía su automóvil por las escandalosas  calles de Londres.

—Aún no. Me acabo de levantar. —Tom se dirigió al armario para asegurarse de que el traje de $3000 dólares que usaría esa noche, estuviera en perfectas condiciones.

—Vamos, Tom, creí que ya habíamos acordado el plan. —Luke comenzó a sentirse frustrado.

—Estoy a tiempo. Me daré una ducha rápida, estaré listo en una hora.

—Voy camino a tu departamento. Te espero afuera.

—De acuerdo.

Tom tiene el plan de pasar su cumpleaños en casa de su madre para posteriormente, acudir a una reunión con sus amigos más cercanos en un restaurante exclusivo de Londres.

Con poco ánimo se adentra a la ducha, sin embargo, no deja de pensar que esa mañana se siente tremendamente raro, tal vez porque la idea de llegar a los cuarenta es aterrador. Cuando por fin está listo, se encuentra con Luke, quien está recargado en su automóvil, sosteniendo una caja de regalo.

—Feliz cumpleaños, hermano. —Luke extiende el regalo y sonríe al mismo tiempo.

Tom se acerca a Luke, sonriendo de manera apenada.