𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛

Whisky

A la mañana siguiente, Bradley se presentó a trabajar como era costumbre, aunque estaba vez no pasó por Tom, quien tuvo que tomar un taxi para llegar al estudio de grabación. El director le preguntó a Bradley dónde se había metido el día anterior, pues requería de una respuesta convincente para justificar por qué se retiró antes de lo debido. El actor le contestó que no podía contarle nada por respeto a otras personas. Esto hizo enfurecer a Waidemann, pero al final respetó la decisión de Bradley.

Bradley no se acercó a saludar a Tom y mucho menos a Ann. Únicamente estuvo platicando con Mia y de vez en cuando con uno de los camarógrafos. Ann se sintió ofendida por la manera de actuar de Cooper, sin embargo, ella no se acercaría a saludarlo. Ambos eran muy orgullos y ninguno admitiría que tuvo la culpa, tampoco se pedirían perdón, en conclusión no les importaba recuperar su amistad.

A pesar de que Bradley no estuvo presente en el ensayo del día de ayer, pudo seguir el ritmo de las grabaciones e hizo una actuación de maravilla. Parecía que cuando estaba enojado su concentración y dedicación fluía de manera impresionante. Por esa parte, Waidemann no lo reprendió por haberse retirado sin permiso.

En el estudio, precisamente con los cuatro actores principales de la película, se sentía una vibra poco armoniosa. La única que se mostraba contenta o tranquila era Mia, quien estaba exenta de los problemas de comunicación que tenían Bradley, Ann y Tom, quienes constantemente se evitaban entre sí, no se miraban directamente a los ojos y solamente se dirigían la palabra cuando recitaban sus diálogos frente a la cámara. Mia parecía no darse cuenta del silencio y de lo incómodo que era para los demás estar compartiendo el mismo espacio.

La última semana de grabaciones en California terminó de manera eficiente. Ya no requerirían del estudio de grabación, pues las escenas pendientes se grabarían en algunas calles de Alemania. Era cierto que detrás de ese trabajo había un equipo completo y una empresa contratada por fuera que se dedicaba a buscar las locaciones. Además, requerían de elaborar trámites, concretar permisos a los gobiernos y municipios de los países seleccionados para evitar multas. El transporte de las cámaras, tripiés, luces, micrófonos, vestuario, utilería, automóviles fabricados al estilo de la época de los años cuarenta y demás, era fundamental. Si bien, en las alfombras rojas se mostraban únicamente los rostros de los actores, detrás de ellos existían personas magníficas que realizaban algo más que únicamente acomodar.

El lunes, un equipo de aproximadamente setenta personas de distintas áreas se dirigieron a Alemania para continuar con las grabaciones en aquel país. Los gastos de traslado, así como el pago de sueldos y viáticos, corrían por cuenta de los inversores y los accionistas de la casa productora, así que cuando Waidemann quería más dinero para gastarlo en imprevistos, ellos lo solicitaban al departamento de finanzas, pues lo que se recaudara posterior al estreno de la película, sería para ellos.

De igual manera, Tom se mantuvo, involuntariamente, distante de Ann y Bradley, por lo que se llegó a sentir triste porque antes solían ser un buen equipo y estaba seguro de que se llevaban tremendamente bien. Por suerte tenía a Luke a su lado, acompañándolo. El día martes, a primera hora, los ensayos se realizarían al exterior, precisamente en una plaza cívica ubicada en Alemania. Tom y Luke se dirigieron hasta allí en un automóvil que fue contratado especialmente para ellos.

—¿Crees que hoy haya alguna diferencia? —preguntó Luke, comiendo una barra de avena.

—No lo sé. ¿Debería de acercarme a ellos y decirles: oigan, dejemos de lado el rencor y seamos un equipo de nuevo? —Tom se encogió de hombros y llevó la visita hacia la ventana del automóvil en el que viajaban.

—Yo pienso que no deberías de hacerlo. Estarías forzando algo que tal vez no quiere darse. ¿Por qué debes ser tú quien dé el primer paso? —preguntó Luke.