La Fiesta

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El día lunes llega demasiado pronto para Tom, por lo que tiene que levantarse temprano para salir a recorrer las calles de Manhattan en busca de una barbería, acompañado como siempre por Luke, quien también está interesado en lucir atractivo para la fiesta de esa noche. Cuando encuentran el lugar indicado, Tom y Luke entran con la mera intención de que el barbero sea igual de perfeccionista como Josh. Esa mañana Tom hace un ligero corte de cabello y se arregla la barba, mientras que Luke pide un retoque con tinte para cubrir las contadas canas que se presentan en su cabellera.

Cuando están listos, acuden a una tienda para comprar los trajes que utilizarán esa noche. A las tres de la tarde regresan al departamento para comer lo que ordenaron en un restaurante a través de una aplicación. Justo cuando el reloj marca las cinco, Tom se da una ducha caliente.

Una vez saliendo del baño, Tom se pone el traje satinado de color negro y se acomoda la corbata del mismo tono, posteriormente ata los cordones de sus zapatos de charol perfectamente lustrados y se coloca un clavel rojo en el bolsillo izquierdo que resalta con la camisa blanca. Tarda unos minutos en decir cuál loción utilizará y cuando por fin se ha terminado de arreglar, sale de la habitación para dirigirse a la sala de estar, donde se encuentra Luke.

—La limusina pasará por nosotros a las siete y media. —Luke está de pie frente al espejo, acomodando por tercera vez su moño de color negro. 

—No puedo creer que hayan contratado una limusina. —Tom eleva las cejas y mete las manos en los bolsillos del pantalón.

—Dijeron que los gastos corrían por su cuenta. ¿Llevas todo?

—Claro. Solo necesito mi teléfono y las llaves del departamento.

Tom supone que será una fiesta aburrida y frívola como las anteriores a las que ha asistido, llena de formalidades y apariencias fingidas por los asistentes, por lo que no cuenta con el entusiasmo suficiente para presentarse.

—Okay. Estaremos en la fiesta hasta después de las 12. Me entregaron un cronograma de actividades.

Luke se da media vuelta y camina hacia uno de los muebles para tomar un par de hojas blancas.

—A las ocho será la entrada en recepción, a las nueve será la cena, y a las diez y media ¿la hora de la diversión? Lo que sea que eso signifique y por último a las doce serán los agradecimientos.

—Obviamente durante ese tiempo conoceré al cast, ¿verdad?

—Tengo entendido que no todos confirmaron su asistencia, supongo que los vas a conocer el día del primer ensayo, pero creo que sí, conocerás al director y a otros productores.

—Quiero confesarte que solo asisto a la fiesta porque me interesa conocer a mi próximo equipo de trabajo, espero que pueda congeniar bien con ellos. —Tom observa la pantalla de su teléfono celular para asegurarse de que la batería esté al 100%.

—Tom, la fiesta es por tu bienvenida y debut en Broadway. Estás obligado a ir.

—Lograste alterar mis nervios. ¿Crees que estoy lo suficientemente bien vestido para la ocasión? —Tom eleva las manos a los lados para que Luke pueda apreciar de mejor manera el traje. 

—No exageres. Te ves bien.

De igual manera, Luke está bastante estresado debido a que las fiestas como la que se llevaría a cabo esa noche son sinónimo de negociación, su nerviosismo se percibe cuando frota la mano en la barbilla reiteradas veces y la manera en que se lleva los ojos hacia arriba para tratar de recordar la forma de iniciar una buena conversación con un productor de cine o teatro. Media hora más tarde, Tom y Luke van camino al teatro y como es de esperarse, Luke destapa la botella de champagne y sirve una copa para él y otra para Tom. 

𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora