𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛

Teatro

Tom Hiddleston se encuentra frente al mueble donde reposan los premios que ha ganado a lo largo de su carrera actoral, entre ellos está un globo de oro, por el cual fue duramente criticado cuando pasó a recogerlo en el año de 2017, aunque su intención nunca fue ofender a nadie. En el discurso que dio comentó que se sintió satisfecho al saber que había logrado entretener a los médicos que trabajaban en una organización sin fines de lucro. Todo se escuchaba tan bien en su mente, pero cuando lo expresó con palabras, los presentes no pudieron ocultar su rostro de incomodidad. A partir de entonces, Luke contrató a un equipo especializado para que escribiera los discursos de Tom y que este no pudiera arruinarlo.

Con precaución toma el premio entre sus manos y lo observa con detenimiento, sintiendo la vergüenza de nueva cuenta.

Así es la fama. Es enorme la responsabilidad que tienen los actores al momento de abrir su boca para expresar lo que piensan. A menudo, la mínima oración tiene un gran peso en la carrera de las personas famosas y Tom lo había aprendido, cometiendo "equivocaciones" a lo largo de estos años, por esa razón trata de mantenerse alejado de la opinión pública.

—¿Piensas llevarte tus premios? —pregunta Luke, quien está realizando varias llamadas de larga distancia.

—No, estos se quedan aquí, recuerda que solo llevaré lo indispensable. —Tom niega con la cabeza y vuelve a dejar su premio en el mismo lugar donde lo tomó.

Tom es una persona foránea que solamente llega a dormir a su departamento unas cuantas veces al año.

El departamento de Tom está invadido de muchas personas que empacan ciertos objetos que necesitará durante su estancia en Nueva York. Los trabajadores están caminando de un lado a otro, cargando varias cajas de cartón que serán enviadas por mensajería.

Tom sube las escaleras para llegar a su habitación mientras cuenta las veces que ha salido de viaje durante meses y ha abandonado su "hogar". Ya estando en su recámara, camina hacia uno de los armarios donde guarda una caja de cartón con cachivaches.

Saca la caja que está cubierta de una densa capa de polvo, inmediatamente acerca su rostro a la tapa y da un ligero soplido para limpiarla. Después se sienta en el borde de su cama y quita la tapa para averiguar qué es lo que hay dentro. En el interior están guardadas unas banderas de la preparatoria a la que asistió, así como fotografías con sus viejos amigos del colegio, de igual manera hay varias cartas que le entregaron a Tom sus amoríos pasados.

Tom revuelve los objetos que están dentro de la caja y encuentra la bufanda y el collar que le regaló Ann hace muchísimo tiempo. Él toma la bufanda entre sus manos y la acerca a su nariz, pues esta desprende un olor muy peculiar que lo devuelve inmediatamente al pasado. Es como si ese aroma a cereza lo transporta a California y de alguna manera le devolviera su juventud.

Fugazmente, el rostro de Ann se presenta en la mente de Tom, sin embargo, no puede recordarla con exactitud, debido a que el paso de los años han hecho su trabajo y provocaron que la olvidara lo suficientemente para seguir adelante.

—¿Tom quieres que empaquen los álbumes de fotografías y los porta retratos?

—Sí, necesito llevarme las fotos y también esta caja, pero que nadie la revise. No olvides las figuras de acción de Loki. —Tom guarda las cosas dentro de la caja de cartón y camina hacia Luke para entregársela.

Esa misma tarde, Tom y Luke partieron al aeropuerto internacional de Londres para tomar su vuelo directo a Nueva York. Serán siete horas de viaje en las cuales Tom aprovechará para leer un libro nuevo y estudiar sus diálogos para la obra de teatro.

Después  de un par de horas, Tom deja de lado los libros y voltea la cabeza para observar a Luke, quien está muy entretenido leyendo una discusión en Twitter.