Audición

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Tom y Luke se dirigieron al centro de Doncaster para acudir a un salón de belleza, ya que Luke le sugirió a Tom que entraría en personaje si se teñía el pelo de rubio, luego de dos horas de decoloración, asistieron a una tienda de disfraces para comprar un martillo similar al que usaba Thor en los cómics. Si quería ser un superhéroe debía lucir como uno.

Un jueves por la noche, Tom y Luke tomaron un avión con destino a Los Angeles, California. Sin embargo, los dos hombres juntaron sus ahorros para comprar los boletos y alquilar un par de habitaciones de hotel, pues a pesar de que Tom ganó cierta cantidad en la película de Traidor, debían mantenerse austeros en cuanto a sus gastos.

Una vez estando en California, Tom percibió un ambiente familiar mientras viajaba en el taxi que los llevaría al hotel. Las calles que recorría a una velocidad considerable, solamente le recordaban a Ann. Cuando el automóvil se detenía por culpa del semáforo en rojo, Tom imaginaba que veía a Ann parada en la acera, pero cuando se acercaba a la ventana para apreciar aquella figura, se daba cuenta de que era una mujer que se parecía a la actriz.

—Tom, tienes que calmarte. Me pones de nervios. —pidió Luke, quien estaba buscando un contacto en su teléfono celular.

—Lo siento, estoy nervioso. —Tom volvió a tomar la compostura y cerró los ojos.

—Hola, buenas tardes, habla Luke Porter, representante de Tom Hiddleston, quiero confirmar que ya estamos en California, peor tengo una duda, ¿a qué hora tenemos que presentarnos?… ¿A las nueve? Perfecto, a esa hora estaremos.

Luke terminó la llamada.

—¿Con quién hablabas?

—Con la asistente de la directora de casting.

Tom soltó un suspiro y frotó ambas manos en las bolsas de su pantalón.

—Mañana tenemos la cita y tú tienes que relajarte.

—No puedo. Tengo que ensayar.

—Olvida el ensayo, eso te robará energía. Será mejor que duermas un par de horas.

—¿Y si sale mal? ¿Qué pasará si me equivoco? —Tom abrió los ojos de par en par, simultáneamente sintió un hueco en el estómago.

—Agendaré otra cita. No me voy a rendir tan fácil. Tienes que hacerles saber el talento qué llevas dentro. Sácalo, déjalo fluir.

Cuando llegaron al hotel, Luke se dedicó a llenar las hojas de registro, por su parte Tom se alejó de la recepción para llamar a Ann. Tomó su teléfono y marcó su número. Esperó pacientemente a que ella contestara su llamada, en cuanto escuchó un "hola" proveniente de la actriz, Tom colgó rápidamente. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué la llamó? ¿Acaso era un idiota?

—¿Subimos? —preguntó Luke dando un par de palmadas en la espalda de Tom.

—Sí. —Tom asintió con la cabeza y guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón.

Los dos hombres caminaron al ascensor al mismo tiempo que arrastraban sus maletas.

—¿Crees que mañana vayan a adicionar muchos?

—No, supongo que serán unos veinte, nada más. —explicó Luke con total tranquila.

A las nueve de la mañana del día siguiente, Tom y Luke ya estaban en los estudios de Paramount, justo en el área donde se iba a realizar el casting. Tom estaba vestido con una playera de tirantes de color gris que dejaba presumir sus músculos, de igual manera utilizaba un pants holgado, unos tenis deportivos y una sudadera negra. Sin olvidar que tenía puesta una ridícula peluca despeinada y un martillo de plástico. A cada rato se acomodaba la peluca con ambas manos, pues creía que el aire se la iba a llevar muy lejos.

𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora