Capítulo 7: familia disfuncional

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Estaba sola en nuestro escondite leyendo un libro nuevo que Dennis me había conseguido (no preguntéis cómo) cuando oí unos golpes en la puerta

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Estaba sola en nuestro escondite leyendo un libro nuevo que Dennis me había conseguido (no preguntéis cómo) cuando oí unos golpes en la puerta. Ni si quiera necesitábamos llave para entrar.

Me acerqué a la puerta preparando ya una esfera de energía eléctrica en mi mano por si era necesaria. Abrí de un tirón y encontré a Pietro frente a mi puerta.

Tenía el mismo aspecto. Alto, fuerte, cabello blanquecino, ojos celestes y sonrisa divertida. Vestía con una cazadora negra sobre una camiseta blanca, unos tejanos y unos tenis.

Me miraba como si fuese la primera vez. Y la era, la primera vez en 10 años.

—Harley Stark.

Abrí los ojos como platos.

—¿Cómo sabes...?

—Es una larga historia. ¿Te la cuento?

•••

Hablamos de muchas cosas. Me dijo que Odín y Frigga habían conseguido enseñarle a mi padre y al resto de Vengadores todo lo que había pasado estos 15 años.

Por supuesto, todos sabían sobre mí pacto con Hades y Pietro me dijo que venía a pedirme que Dennis y yo nos quedáramos aquel año allí, en el complejo. Tenían la esperanza de lograr algo.

—Son falsas esperanzas, Pietro —le aseguré—. Puedo ir si quieres, supongo que no vale la pena ya quedarse escondida y muertita de asco, pero no quiero que os hagáis ilusiones.

—Bueno, como digas —se encogió de hombros—. Haz las maletas y avisa a tu amigo.

Y eso hice. Dan no se quejó, iba a vivir en una mansión de millonarios y comer 5 veces al día, comida de verdad.

Pietro nos llevó al complejo. Era enorme y muy bonito. Rodeado de verde, árboles por todas partes. Edificios blancos y con ventanas transparentes.

Estaba nerviosa. No sabía qué iba a decir mi padre. Seguramente estaría super enfadado conmigo.

Entramos e inmediatamente vi a Happy, que me abrazó con fuerza y se ofreció a llevar nuestras maletas. Pietro nos guio al salón principal.

Allí estaban. Mis padres y mi hermana Morgan junto a Steve Rogers, Natasha Romanoff y Clint Barton.

Mi madre se levantó corriendo y me abrazó llorando.

—Harley, mi vida... —empezó a sollozar—. Oh, Dios mío, pensé que...

Solo la abracé con fuerza.

—Mamá, lo siento mucho...

—Cariño, estoy tan feliz de que vuelvas a casa...

El último atardecer || Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora