Capítulo 36: Beso bajo la lluvia

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Llegaba un momento en el que mi muerte quedaba muy cercana a mi día actual

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Llegaba un momento en el que mi muerte quedaba muy cercana a mi día actual. 50 días para ser exactos.

—Te ves horrible —habló Wanda, pasando una mano por mi frente.

—Estoy genial —contesté.

Mis ojeras estaban oscuras y profundizadas. Mi piel estaba verdosa enfermiza y mis extremidades estaban en los huesos.

Seguí escribiendo en mi libreta con Dasher dormitando a mi lado.

—Tal vez deberíamos llevarte al hospital para que se aseguraran de que todo esté bien.

—Wanda, estoy bien. Parezco un cadáver, pero solo estoy algo cansada. No me duele nada, no tengo fiebre ni toso sangre ni tengo náuseas. Estoy bien, te prometo.

—Solo... me preocupo. Te siento como una hermana.

—Lo sé —contesté—. ¿Te importa irme a por un café con leche condensada? Lo único que siento es un poco de frío.

—Espera. —Wanda fue a por una manta y me la echó por los hombros—. ¿Qué tal?

—Mucho mejor —sonreí.

—Vengo en unos minutos.

—Perfecto.

Salió dejando la puerta entreabierta. Pocos minutos después de salir, entró Jane, quien posó sus manos en su vientre de embarazada de 4 meses.

—¡Mírala! —exclamé—. Madre número uno. ¿Cómo está ese futuro rey?

—En verdad —sonrió— es "la futura reina". Y se llamará Harley Thordotti.

—¿Thordotti?

—Apellidos asgardianos, ya ves.

—Me siento muy halagada, Jane. Gracias, es muy bonito.

—Le contaremos todas las historias sobre su valiente tía Harley. Cómo salvo millones de vidas y protegió a todos los que amaba.

Abracé a mi cuñada con cariño.

—Disculpadme —Loki estaba parado en la puerta.

—Hablamos luego, cariño —sonrió Jane, saliendo hacia la puerta—. Nos vemos, Loki.

Mi esposo se acercó a mí lentamente y se sentó junto a mí en la cama.

—¿Cómo estás hoy?

—Me siento muy bien —afirmé—. ¿Podemos luego salir a dar un paseo? Prometo abrigarse bien y todo eso, pero no soportó estar encerrada todo el tiempo.

—Bueno, si te encuentras bien, supongo que no es mala idea.

—Voy a esperar a tomarme el café que le he pedido a Wanda.

—Vale —recostó la cabeza en mi hombro—. ¿Sabe, señora Laufeyson? Mañana iré a Asgard para conseguirle algunas lecturas innovadoras para que se entretenga un rato.

El último atardecer || Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora