Capítulo 13: Nueva York desde las alturas

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Jamás pensé impacientarse por morir

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Jamás pensé impacientarse por morir. Solo me quedan ahora 318 días. Parece que el día de mi muerte nunca vaya a llegar.

Papá se desesperaba aún más al no encontrar cura posible. Pero ya sabía que no tenía escapatoria, solo me preocupaba el hecho de que él, y otros, no aceptaran mi partida y mi pérdida.

Aquel día estaba en mi habitación, releyendo por segunda vez el libro que Loki me había regalado. En aquel momento, alguien llamó a mi puerta.

—Harley, ¿puedo pasar? —me preguntó Parker.

—Claro, Parker —me senté en la cama.

—¿Por qué siempre me llamas por mi apellido?

—No lo sé, supongo que me gusta mucho.

—Bueno, venía a proponerte si te gustaría venir al parque de atracciones con unos amigos.

—¿Parque de atracciones? Nunca he ido a uno, solo leí sobre ellos.

—¡Te va a encantar, Harley! Vamos, tienes que vestirte y bajar. Te esperaré abajo.

Saqué de mi armario unos vaqueros cortos y una camiseta ancha de Nirvana que metí por los pantalones. Me puse mis converse y cogí la mochila pequeña con mis pertenencias.

Parker y yo salimos de la Torre para dirigirnos a recoger a sus amigos.

Me presentó a Ned, su mejor amigo. Era un chico muy simpático y friki de la Guerra de las Galaxias. Me habló de todas su colección de legos, yo jamás había jugado con esos muñecos cuando era pequeña. Ned me invitó a ir un día a su casa con Parker y montar una nueva caja de legos.

MJ era una chica muy inteligente. Era curiosa, aunque no se notará a primera vista, y una gran artista. Me cayó bien.

Llegamos al parque de atracciones y Ned me dijo que tenía que probar una de las montañas rusas antes que nada. Me senté al lado del él con Parker y MJ detrás de nosotras.

Y wow.

Era como volar sentada, dando grandes giros y vueltas, con caídas súper impresionantes. Era mi nueva atracción favorita hasta el momento.

—¡Eso ha sido flipante! —exclamé al bajar—. Tenemos que ir a otra cosa. ¡Vamos!

—Te enseñaré los juegos —me dijo MJ.

—¿Juegos? —repetí.

—Juegos, tómbolas... Cómo les digas. ¡Ven!

Los 4 corrimos hasta la calle de los juegos. Casi todos eran de puntería con técnicas diferentes. Parker optó por el de los globos. Había un montón de globos en una pared y tenías dardos para lanzárselos. Tenías que explotar todos los globos posibles.

—Ok, voy —dijo Ned. Lamentablemente, la puntería no era su fuerte—. Oh...

—Lo intentaré —habló MJ. Explotó 2 de 5.

El último atardecer || Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora