Capítulo 39: Último adiós

137 11 0
                                    

La noche que Harley Stark nos dejó fue dura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche que Harley Stark nos dejó fue dura. Pero los días siguientes lo fueron aún más.

Las personas que lloraban cuando alguien fallecía, alguien o bien cercano o con quien habían empatizado mucho, no era por la muerte en sí. Era por el vacío.

Ese vacío en la silla en la que siempre se estaba en cada comida. En las fiestas. Ese vacío de sentir que quieres contarle algo por lo que sabes que se habría alegrado y no poder hacerlo. La sensación de comenzar a olvidar las facciones de su rostro, sentenciados a ver fotos suyas constantemente. La reproducción mental de frases que solo esa persona había dicho frente a ti para no olvidar su voz.

Era eso lo que todos sentimos por Harley: vacío. Algunos, claro, más intensos que otros.

Tony Stark no consentía salir del laboratorio del sótano. Sus amigos intentaban razonar con él mientras pretendían que comiera algo, pero no se podía.

Pepper Potts se quedaba sentada en el sofá con la mirada perdida. Si te fijabas, cada cierto tiempo hipaba jadeante y dejaba caer una lágrima por su mejilla, ya con los párpados enrojecidos.

Morgan Stark, recién cumpliendo 9 años, no se separaba de Dasher, el perro de su hermana fallecida. Dormía con él todas las noches y no quería ir al colegio.

Nat, Wanda, Jane y Yelena habían perdido una amiga. Y cuando en un grupo de amigas fuerte y completo una se iba, no podías apoyarte en ninguna demasiado porque todas estaban igual. Es como si una silla con muchas patas hubiera perdido solo una pero todas las demás estuvieran serradas.

Los Vengadores estaban orgullosos de haber conocido a aquella chica. Para ellos era una heroína caída, pero una heroína. Y la honrarían por siempre.

¿Yo? Nunca me ha gustado el silencio. Tuve que aprender a vivir sin él. Nunca lo había hecho. No me gustó.

Pero siempre había alguien distinguible. Alguien que había mantenido con el fallecido una... relación especial. No había ninguna especificación: relación paternal, romántica, fraternal.

Bueno, sí, la cuestión es que Loki estaba mal. Se llamaba incauto. Se culpaba de no haberse dado cuenta de que Harley lo estaba timando. Loki Laufeyson se había transformado en una estrella brillante cuando estaba con Harley. Y esa estrella se había acabado.

•••

—¿Puedo? —pregunté, refugiándome en mi chaqueta.

Loki asintió. Me senté y le ofrecí una cerveza.

—Creo que es la quinta vez que bebo de forma legal —dije—. Empecé a los 13.

—¿Te arrepientes? —preguntó él.

—La verdad es que no lo sé. Siendo un niño perdido, sin futuro ni hogar ni familia. Tal vez, si las cosas hubieran sido diferentes, yo hubiera sido diferente.

—Ya.

—¿Te arrepientes de algo?

—De muchas cosas —sonrió irónico—. Traicionar y mentir. Fallarle a Thor. Haber intentado destruir Midgar...

—Puedo entenderlo.

Nos quedamos en silencio. Bebimos de nuestras cervezas mientras observábamos el cielo anaranjado que se cernía sobre nosotros desde el techo del complejo. Las leves y pocas estrellas que se veían en la ciudad empezaban a aparecer.

El atardecer de aquel epílogo de mayo era especialmente espectacular. El atardecer. El crepúsculo. El epílogo. El final.

Pero cuando el atardecer terminaba, empezaba la noche. Y a pesar de que era un momento oscuro y poco amado, luego se abría un esplendoroso, nuevo y brillante amanecer. Y sucedía un nuevo comienzo.

—¿Estás listo para seguir viviendo? —miré a Loki sonriente—. Durante mil siglos.

Él esbozó una sonrisa con nostalgia.

—Sí. Es hora de comenzar. Nos quedaremos con los buenos recuerdos.

—Los mejores.

—Todos son los mejores. Nos quedaremos con los deseos.

—Hacho —brindó y dio un trago al botellín de cerveza tras decir—: Por Harley Elizabeth Stark Potts. La mejor amiga. La mejor esposa. La mejor hija. La mejor hermana. La persona más valiente que he conocido.

—Por Harley —brindé y bebí.

Y el atardecer cayó tras los edificios de Nueva York.



Cap corto, pero este es el final. Aunque hay un Epílogo, pero es aún más corto. Solo no me matéis por favor.

El último atardecer || Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora